Después de cuatro horas de debate el Concejo Municipal definió el plan de detalle del área de reserva que está en la manzana de Corrientes, Rioja, Paraguay y Córdoba. Con 15 votos a favor y 10 en contra dieron lugar a un desarrollo privado de la constructora Lattuca que busca edificar tres torres de gran altura, un paseo comercial y cocheras subterráneas en pleno microcentro de la ciudad. La semana pasada el proyecto había sido modificado en la comisión de Ecología luego de que se supiera desde un principio que la propuesta superaba lo previsto para la zona en cuanto a límites de edificación. Este martes había sumado las voluntades necesarias y fue aprobada en la sesión ordinaria del Palacio Vasallo de este jueves. La iniciativa había tenido críticas de distintos bloques y de vecinos que denunciaron que no hubo estudios de impacto ambiental y que serían perjudicados por la obra.
Quiénes sí y quiénes no
Los votos a favor de la ordenanza que habilita el proyecto inmobiliario fueron del bloque del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), de Cambiemos (donde no estuvieron presentes Ana Laura Martínez ni Germana Figueroa Casas) y el justicialista Osvaldo Miatello. En contra de la iniciativa estuvieron Ciudad Futura, Celeste Lepratti, y del peronismo, Norma López, Marina Magnani y Andrés Giménez. Roberto Sukerman no estuvo en la sesión.
Cómo llegó
La semana pasada y a instancias del presidente de la Comisión de Ecología, Osvaldo Miatello, los legisladores modificaron el proyecto cambiando la altura del edificio de oficinas pensado para calle Corrientes de los 88 metros originales a los 70 metros. Las otras torres, destinadas a viviendas, están proyectadas por calle Paraguay (con una altura máxima de 66 metros) y por Rioja, a un poco menos aún. Durante la última reunión de ese grupo de trabajo también consensuaron que la compensación de los desarrolladores iba a ser la construcción de 45 viviendas sociales en el barrio Villa Banana, a pedido del Servicio Público de la Vivienda (SPV). Sin embargo, eso no fue incluido en la ordenanza votada este jueves. En cambio la compensación del privado será de unos 55 millones de pesos –según estimó la concejala Verónica Irizar–, que irán al Fondo Municipal de Tierras.
Los cambios habían generado críticas desde distintos partidos. Desde Ciudad Futura cuestionaron la forma de compensación y el control sobre el privado. El concejal Juan Monteverde, del mismo partido, agregó que de aprobarse como está el proyecto “se hace más rico a alguien que ya es rico”.
Protestas
Otro de los puntos críticos del proyecto fue el estudio de impacto ambiental. Según dijo este martes en la reunión la concejala Norma López, “no se escuchó a los vecinos, de los que hay expedientes. Tampoco se tuvo en cuenta la contaminación auditiva para estimar si habrá un antes y un después en el centro”. López no votó a favor del proyecto. “El Concejo no puede ser una mera escribanía. Es el Estado, en todas sus órbitas, el que debe proteger a los vecinos y vecinas, todos ciudadanos con los mismos derechos que cualquiera”, dijo a través de un comunicado.
La legisladora tomó las protestas de quienes viven en el microcentro y desde la semana pasada denunciaron la iniciativa. “Atención vecino del centro: vivirá a la sombra y en obra durante muchos años. También habrá mayor afluencia de automóviles, a pesar que el municipio ya publicó sus estadísticas donde señaló que los niveles de aire y humo están al borde de lo permitido. Todas las familias perderemos calidad de vida”, escribieron en carteles que pegaron por el centro.