Las universidades públicas y privadas aprobaron este martes el protocolo marco que deberán seguir para continuar el calendario académico, que incluye la continuidad de la alternancia entre clases a distancia y presenciales. El esquema a implementar será determinado por cada Universidad o Facultad según la cantidad de estudiantes, docentes, no docentes, investigadores y capacidad edilicia.
El protocolo fue aprobado a través del consenso de las universidades públicas agrupadas en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y las privadas en el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP).
El ministro de Educación Nicolás Trotta destacó que «la decisión del regreso físico a las aulas será tomada por cada rector y rectora una vez que la situación epidemiológica de cada región así lo permita y se garanticen las condiciones sanitarias establecidas en los protocolos”.
Por su parte, el secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, aseguró que se logró “preservar la salud de nuestras y nuestros estudiantes y docentes al momento de suspender la presencialidad».
«También logramos sostener el derecho a la educación, pudiendo brindar un primer cuatrimestre en el que las y los jóvenes universitarios han accedido a clases virtuales, y además garantizamos la calidad académica para 2.200.000 de alumnas y alumnos”, indicó.
Las 57 universidades públicas y las privadas continuarán las clases en forma virtual iniciadas a partir de marzo o abril pasados, y sólo se suspendieron las clases presenciales en algunas carreras que requerían en forma necesaria la presencia de los estudiantes. Ahora será cada universidad y facultad las que determinen de qué manera se integran esas clases presenciales.
Los protocolos determinan que cada universidad y facultad evaluarán la necesidad de que los estudiantes rindan exámenes presenciales, en función de las recomendaciones sanitarias que haya en cada localidad o región del país.
Además se estableció que se autorizará el ingreso a cada facultad «sólo para las actividades programadas», mientras que habrá un «regreso escalonado a las actividades de investigación y extensión que no hayan sido consideradas esenciales durante la cuarentena, en particular las relacionadas con los trabajos de finalización de carreras de grado y posgrado».
Cada universidad deberá ocuparse de «acondicionar los espacios para asegurar el distanciamiento mínimo (1,5 metros) entre las personas» y deberá definir «un espacio para aislar a estudiantes y trabajadores en caso que presenten síntomas de coronavirus».
También será cada universidad y facultad las que deberán determinar «los protocolos de ingreso y egreso, asegurando que no haya aglomeraciones de personas y que se mantenga en todos los casos el distanciamiento mínimo».
En cuanto al transporte, se promoverá la utilización de la bicicleta o el traslado pedestre para viajes cortos, y a quienes viajan en auto se los capacitará para desinfectar su vehículo.
Dentro de los edificios, todos los estudiantes y docentes deberán utilizar barbijos y se determinarán «circuitos de tránsito» para permitir la circulación y evitar aglomeraciones.
A diferencia de los protocolos para la escuela primaria y secundaria, a todos los ingresantes se les tomará la temperatura, y si la misma es superior a 37,5 grados no podrán ingresar a la facultad.
En cuanto a la infraestructura edilicia, deberá asegurarse la ventilación, demarcación de áreas de trabajo y mapa de circulación de estudiantes, docentes, investigadores, extensionistas y no docentes y la señalética como herramienta comunicativa, con un distanciamiento en pasillos y otros espacios de dos metros.
Cada universidad deberá determinar también «el número máximo de personas que podrán permanecer en un lugar determinado» y tendrán que «flexibilizar y establecer nuevos horarios y jornadas o turnos académicos para evitar aglomeraciones».
En caso de detectarse un caso sospechosos de coronavirus, se suspenderán las actividades por un día para desinfectar, y si los estudiantes conformaron grupos alternados para asistir a las cursadas, los grupos no deberán mezclarse ni en las aulas ni en los pasillos.
En tanto, el grupo en el cual haya aparecido el caso sospechoso, «no deberá asistir a clases presenciales hasta que se confirme o descarte la presencia de coronavirus», mientras si el docente mantuvo la distancia adecuada con el grupo afectado, podrá seguir dando clases.