Hoy se cumplen 108 años de una de las más grandes hazañas de la aviación: el primer vuelo con un biplano propulsado a motor realizado por los hermanos Wilbur y Orville Wright en Kitty Hawk, Carolina del Norte, Estados Unidos.
Los hermanos Wright no fueron los primeros hombres en volar, ya que al momento de su hazaña hacía mucho tiempo que los globos aerostáticos y dirigibles surcaban los cielos, pero se trataban de artefactos menos pesados que el aire. El sueño que perseguían los Wright era hacer volar algo más pesado que el aire.
Y lo lograron aquel 17 de diciembre de 1903. Por primera vez un ingenio humano más pesado que el aire y con un motor a explosión logró un ascenso, vuelo y descenso controlado. La proeza fue posible luego de años de pruebas y más de mil intentos gracias a su inventiva y habilidades de mecánicos. Fue el resultado de lograr adecuar un motor de baja potencia y poco peso y capitalizar la experiencia sobre sustentación y aerodinamia ensayados durante la última década.
Aquel jueves 17 de diciembre de 1903, Orville logró que su avión volara una distancia de 37 metros durante 12 segundos. Más tarde, ese mismo día, Wilburg voló unos 260 metros durante 59 segundos.
Wilburg Wright había nacido el 16 de abril de 1867, en una granja a 13 kilómetros de Newcastle, Indiana; y su hermano Orville el 19 de agosto de 1871 en Dayton, Ohio. Eran el tercer y sexto hijo de los siete que tuvo el matrimonio de Milton Wright, pastor de la Iglesia United Brethren (Hermanos Unidos), y Susan Koerner.
Desde niños, a Wilburg y Orville les fascinó jugar con cualquier cosa mecánica e investigar cómo funcionaba. Sus juguetes incluían un giroscopio, una máquina de coser vieja, y un pequeño juguete parecido a un helicóptero que funcionaba con ligas. Desde pequeños, ellos fabricaban su propia maquinaria: así inventaron un complicado torno, y Wilburg diseñó una máquina para doblar el periódico.
Además de estar muy interesados en cómo funcionaban los equipos mecánicos, los muchachos se aventuraron en varios negocios, entre ellos, fabricar barriletes e imprimir volantes y anuncios para los comerciantes locales en una imprenta que sus hermanos mayores le dieron a Orville.
En marzo de 1889, Wilburg y Orville empezaron a editar un periódico en Dayton. Orville, de 17 años, fue el publicista, y Wilburg, de 21, el editor. Muy pronto, empezaron a publicar otros periódicos. No obstante, aprovechando que la moda de las bicicletas invadía Estados Unidos, en 1892 decidieron abrir un pequeño comercio. Pronto, la bicicletería se convertiría también en un taller de reparaciones y desarrollarían su propio modelo: “The Wright Flyer I” (El Volador Wright I), que más tarde sería el nombre de su mítico aeroplano.
Es que el interés de Wilburg y Oliver para volar empezó cuando su padre les regaló aquel juguete parecido a un helicóptero, y continuó durante los años en los que fabricaron y vendieron barriletes.
Pero no fue hasta 1899 que decidieron estudiar aeronáutica con toda dedicación. Los Wright admiraban los escritos y hazañas del ingeniero alemán del siglo XIX Otto Lilienthal y del ingeniero norteamericano Octave Chanute, que había experimentado con planeadores y el vuelo en general.
En septiembre de 1900, en Kill Devil Hills, Carolina del Norte, diseñaron su propio planeador. En 1901 probaron los efectos de la presión del aire en más de 200 superficies de alas y en 1902, tras ejecutar más de mil vuelos con un nuevo planeador, confirmaron sus datos. Los hermanos Wright también comprobaron para su satisfacción que los pilotos pueden equilibrar mejor los aviones que los dispositivos de ingeniería incorporados. Ésta fue la idea más importante de su primera patente.
En 1903 los Wright construyeron su primera hélice según cálculos originales.
Finalmente, el jueves 17 de diciembre de 1903, Wilburg y Orville lograron su propósito: el primer vuelo propulsado.
Su ingenio, el Flyer I, era un aeroplano de 35 kilogramos, construido con los pesados materiales de la época, con un motor de sólo 19 caballos de fuerza –actualmente un ULM similar, de 23 kilogramos, vuela con 54 cv–. Hay que destacar que los Wright tuvieron que aprender a pilotar y muy bien. Las actuales reproducciones del Flyer I son muy difíciles de volar, incluso en manos de pilotos expertos.
Con todo, para desgracia de los hermanos, el público y la prensa no habían presenciado las pruebas y logros de ellos, por lo que no estaban dispuestos a creerles. Algunos periódicos publicaron sus historias, pero distorsionaron los hechos, lo que hizo enojar a los hermanos. Pero esta falta de reconocimiento no disminuyó el entusiasmo de los dos hacia su trabajo.
No fue hasta que Orville hizo una demostración con un modelo más veloz para el Cuerpo de Señales del Ejército norteamericano en Fort Meyer, Virginia, que los logros de los hermanos Wright fueron finalmente reconocidos. El 9 de septiembre de 1909 lograron completar el primer vuelo mundial de más de una hora y, también por primera vez, se transportó un pasajero, el teniente Frank P. Lamh, durante 6 minutos y 24 segundos.
Estas demostraciones se interrumpieron el 17 de septiembre a causa de un accidente en el que resultaron heridos Orville y su pasajero, el teniente Thomas E. Selfridge, quien murió horas después a consecuencia de una conmoción cerebral. Fue la primera persona muerta en un accidente de un avión propulsado por motor.
Al final de 1909, Wilburg y Orville formaron la empresa American Wright Company para fabricar y vender aeroplanos. Los hermanos Wright llevaron a cabo demostraciones de su invención en Europa y América; no obstante, sus dificultades no habían terminado. Se interpusieron en su contra un gran número de demandas judiciales debido a infracciones relacionadas con el proceso de patente.
Wilburg murió de fiebre tifoidea en Dayton, Ohio, el 30 de mayo de 1912. Tras el fallecimiento de su hermano, Orville asumió la dirección de la empresa hasta 1915, año en el que la abandonó para dedicarse a la investigación aeronáutica. Orville murió de un ataque al corazón a los 76 años, el 30 de enero de 1948 en Dayton, Ohio.