Marcelo Lewandowski ganó con comodidad la interna dentro del peronismo y ahora enfrenta el desafío de competir contra el candidato más votado en las Paso, Maximiliano Pullaro, cuyo frente -sumados los votos de Carolina Losada- sacó una amplia ventaja el 16 de julio pasado. «Creo que no hay esa diferencia y eso a quedar reflejado el 10 de septiembre. Tenemos un convencimiento de que vamos a estar muy bien», señaló el actual senador nacional a El Ciudadano, al tiempo que insistió en mostrarse como lo nuevo frente a la propuesta del frente donde confluyen el radicalismo, el socialismo y el PRO. «Aquellos que se muestran como el futuro son el pasado que tuvimos durante 12 años», advirtió el ex periodista. Un ambicioso plan de viviendas, «que se coloque muy por encima de cualquier otra obra pública», más cambios en seguridad, educación y el apoyo a la actividad productiva, son los ejes más importantes de su propuesta. Sobre la gestión actual, aclara: «Yo no soy la continuidad de tal o cual persona. Vengo a proponer un modelo que quiere continuar lo que está bien y cambiar lo que está mal».
—¿Cuál de los dos resultados de las Paso te sorprendió más? ¿El provincial o el nacional?
—Me sorprendió más el provincial, porque creo que ninguna encuesta previa aventuraba esa diferencia. Después uno se fue enterando de que cómo fue más atractiva, se fueron a jugar a la otra interna. Creo que no hay esa diferencia y eso a quedar reflejado el 10 de septiembre. Tenemos un convencimiento de que vamos a estar muy bien.
—¿Cuáles son las razones que vos tenés para creer que se puede dar vuelta el resultado del 16 de julio?
—Que somos los que estamos mostrando las propuestas bien concretas, los que decimos lo que vamos a hacer, que cuando se habla de futuro, el futuro está acá, no es otro. Yo nunca estuve en un Ejecutivo, llegué hace muy poco a la política y me supe rodear de profesionales, de gente vinculada a la política, de gente que viene del ámbito privado, y que hoy estamos expresando una propuesta muy contundente y no tenemos un pasado que esconder. Y que claramente que aquellos que se muestran como el futuro son el pasado que tuvimos durante 12 años y que nos trajeron hasta este presente tan feo.
—En esa línea de pensamiento, ¿Pullaro representa al pasado y vos sos lo nuevo?
—No tengo ninguna duda, no sólo Pullaro sino también quienes están al lado de él: Clara García, Antonio Bonfatti, Pablo Javkin, son los que han gobernado Rosario durante los últimos 30 años y 12 la provincia, cuando mayor penetración del crimen organizado hemos tenido.
—Vos participás de la oferta electoral del oficialismo provincial. ¿Cuál es la propuesta tuya que sería superadora de esta última gestión de Omar Perotti?
—Claramente que yo vengo participando en espacios legislativos y no soy el que toma las decisiones del Ejecutivo. Y no comparto muchas de las cosas que han pasado, y quiero cambiarlas y modificarlas. Y que cada Ejecutivo tiene sus formas, sus procedimientos y sus ideas. Yo no soy «el candidato de». Formamos un espacio donde presidentes comunales, intendentes, y distintos referentes, conformamos este espacio, entre los que está el gobernador, que lidera la lista de diputados, y fue así por el ordenamiento que se dio. Pero yo tengo mis propias propuestas, rescato muchas de las cosas buenas que se hicieron bien y soy crítico de las cosas que no se hicieron mal, y las quiero cambiar.
—¿Cuál sería la impronta, el sello de un eventual gobierno tuyo si te tocara gobernar?
—Creo que cambiaría muchas cosas de cómo se encaró la seguridad y habría una profundización del tratamiento, no solo de seguridad sino social en los barrios, en los más carenciados, tanto en Rosario como en Santa Fe. Pondría el acento, y mucho, en los trabajadores y en la cuestión humana. Si yo quiero tener buena policía, buenos docentes y buenos médicos, tengo que llevarlos a que tengan un trabajo lo suficientemente bien remunerado, pero además que podamos comprometerlos para que tengan éxito. No sólo por una cuestión salarial, sino también de compromiso con una idea.
Y vamos a apostar mucho a que se entienda cómo se llega a determinadas políticas. Este gobierno ha hecho muchas obras públicas, pero la verdad que llega un momento que quizás el ciudadano de a pie no entienda que ésto no se da en todos los gobiernos y que hay una decisión política de haberlo hecho. Y creo que nos faltó esa forma de hacerlo entender y de llegar. Y esa comunicación y ese acercamiento tiene que ser mucho más profundo.
Y después creo que hay otras medidas, como por ejemplo lo que queremos avanzar muy profundamente en un plan de viviendas, que se coloque por encima de cualquier otra obra pública. El plan de vivienda tiene que ser intensivo, porque hay mucha necesidad de nuestra gente de acompañar esa necesidad.
—¿A quiénes llegaría esa política pública?
—A los distintos sectores que necesiten su primera vivienda.
—¿Algo como el primer Procrear?
—Claro, la diferencia es que acá no estamos dándole el dinero sino la casa terminada. Y aquel que se instale a vivir empiece a pagar una cuota de acuerdo a sus posibilidades, así como paga un alquiler. Y por supuesto habría no sólo un tipo de vivienda, sino distintas características de vivienda, de acuerdo a la región y a las posibilidades. Eso lo venimos hablando con el decano de la Facultad de Arquitectura y con una serie de profesionales, con las Cámaras empresarias. Queremos trabajar junto a los sindicatos, las cooperativas y las mutuales. Y también los empresarios. Pongo un ejemplo: Las Parejas, ocupación plena de sus fábricas, sin viviendas para comprar ni para alquilar, nada. Bueno, seguramente podremos tener un plan para que los obreros, los trabajadores de esas empresas, y que lo trabajemos con cada una de ellas. Y que aquel que viene a trabajar a la fábrica no tenga que hacer 40 o 50 kilómetros todos los días, como pasa en algunos casos.
—En síntesis, seguridad y vivienda serían dos ejes de una hipotética gestión tuya.
—Exactamente, son dos de los ejes importantes. Y hay un tercero, que es la educación, y que tiene que ver con la incorporación, que ya se empieza a dar, pero nosotros la queremos hacer de manera intensiva, de la robótica y la informática en todos los ámbitos, y que tengamos la posibilidad de tener talleres que a contraturno los niños y los jóvenes puedan capacitarse en esas dos herramientas que son indispensables para cualquier rubro y cualquier profesión. Y eso también va a ser un sello que quiero que quede: cómo ampliamos la posibilidad de que gran parte de la población pueda desarrollarse en esas capacidades. Y no solamente jóvenes y niños, sino también aquellos de cualquier otra edad que puedan incorporarse, sería fundamental.
—¿Cuál es el balance que hacés del debate entre los candidatos a gobernador?
—Quienes lo ven de afuera pueden sacar mejores conclusiones. Nosotros queríamos dejar en claro dos cosas: primero nuestras propuestas, qué pensamos en cada uno de los temas, marcar claramente cuáles son las diferencias y que el relato no tiene nada que ver con la realidad. Y cuando se constituyen en los artífices de la buena gestión en seguridad, tirar datos concretos y demostrar que realmente no lo fueron. Y que en realidad en los últimos tiempos han sido parte del problema. Y que el tema de la seguridad en Rosario no empezó hace tres años, sino que hace quince que viene. Él se quiere mostrar como el gran gestor en seguridad y no lo fue. Así que cumplimos con ese objetivo, además de enmarcar lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer, sobre todo haciendo hincapié en el plan de viviendas, que va a ser el elemento destacable y fundamental.
—¿Qué grado de importancia le das al debate entre los candidatos a gobernador?
—Yo creo que es importante el debate, pero también es importante lo que uno expresa en cada lugar que va, en cada medio, lo que piensa hacer, lo que quiere hacer, y nosotros estamos hablando de propuestas. No hacemos propuestas vagas de que queremos que las chimeneas de las fábricas echen humo, nosotros decimos qué es lo que queremos y cómo lo vamos a hacer. Queremos seguir con un modelo para que nuestras pequeñas y medianas empresas produzcan más. Y no es una declamación, se viene haciendo y lo vamos a continuar. Contra una propuesta que adhiere a un modelo donde entre 2015 y 2019 cerraron muchas fábricas, se perdió mucha mano de obra, y hay algunas fábricas que tenían la tercera parte de los trabajadores que tienen hoy. Nosotros decimos qué vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer. No decimos que vamos a apostar a la producción. Nosotros vamos a acompañar el modelo que se inició en 2019, a pesar de la pandemia, donde el Banco de la Nación, por el Ministerio de la Producción de Santa Fe, hizo que en esta provincia hoy haya empresarios que estén pagando créditos con tasa del 16% anual, cuando tenemos una inflación del 120%. Esa es una medida concreta, y que estamos mostrando que se puede hacer. No algo que se declama y al mismo tiempo se apoyan modelos que estuvieron cerrando fábricas en la provincia.
—¿Cómo analizás el debate de los candidatos a intendente Juan Monteverde y Pablo Javkin?
—Creo que Juan (Monteverde) expresó la vocación de alguien que quiere construir en forma colectiva, que abraza a distintos sectores para el diálogo y para generar una ciudad tan dolida, tan lastimada y tan complicada como Rosario. Y del otro lado le respondieron con bastante virulencia y con falsedades, claramente. En una ciudad a la que llaman abandonada, y los responsables del abandono son quienes la gobiernan desde hace 30 años. Basta recorrer cómo están nuestros barrios, que ni siquiera la basura le juntan, porque tenemos basurales a cielo abierto en cintos de esquinas de la ciudad, donde no le ponen ni siquiera un contenedor a la gente. Y que han hecho una ciudad segmentada para un solo sector, y que se han olvidado del resto. El estado de abandono que tiene Rosario en los barrios es realmente lacerante, y la abandonó quien la gobierna. En donde se luce como virtuoso el modelo de Villa Banana, que se está haciendo con fondos nacionales creados para el registro de barrios populares. Se habla de las luminarias y la plata la puso la provincia. Se habla de que están abriendo bulevar Seguí y la apertura se hace con fondos de la provincia, al igual que pavimentaciones en Empalme Graneros. Cuando tuvo que poner la plata en el municipio se preocupó por las calles Santa Fe y Maipú, y no mucho más. Las calles de bulevar Seguí al sur y de Avellaneda al oeste están en muy mal estado. Y con buena parte del presupuesto con el que se hicieron esas calles, con obras que no sé hasta dónde estaban justificadas, se hubiesen puesto en valor muchísimas arterias y aperturas de calles que son necesarias en los lugares más postergadas.
—Volvamos a las elecciones nacionales. ¿Cómo analizás que en muchos barrios populares haya ganado la propuesta de Javier Milei? Barrios que adhirieron históricamente al peronismo.
—Indudablemente que no encontraron las respuestas a sus problemas, con un gobierno con el que no se sintieron representados. No hay que enojarse, lo que digo es que no hay que votar con el enojo, sino que hay que darse cuenta de que esto que hoy parece una posibilidad de respuesta hacia ellos va a ser realmente un tiro en el pie, porque estamos hablando de alguien que quiere arancelar la universidad pública, al igual que la educación pública y la salud pública. Que quiere cerrar el Conicet. Si hay algo que no podemos retroceder en la Argentina es con un patrimonio que no depende de un solo partido político, sino que depende de toda la sociedad. Hay algunos que la han querido tumbar, pero nadie imagina que hoy uno no pueda ir a un centro asistencial, y a lo sumo pagando algún bono colaboración se hace atender, y si no, nada. Y si no de las cirugías que se hacen en la salud pública, y que no se pagan ni los descartables, con grandes operaciones. Ese patrimonio no lo podemos perder los argentinos. Y si queremos recortar, no es recortando en el beneficio que es para todos. Esto que nos proponen con un candidato que cuando uno lo escucha hablar realmente entendemos por dónde puede ir en el recorte de beneficios, es realmente un riesgo. Uno le dice, sobre todo a los más humildes, que no voten a alguien que le viene a sacar los derechos durante tantos años logrados y conseguidos. Que estamos mal, es cierto. Que el peronismo debe reconfigurarse y entender que debe volver a su fuente y a su esencia, también es cierto. Pero la salida claramente no es por ahí.
—¿Por qué hay que votar a Lewandowski?
—Yo no soy la continuidad de tal o cual persona. Vengo a proponer un modelo que quiere continuar lo que está bien y cambiar lo que está mal. Hace poco que llegué a la política y quiero tener una impronta que acompañe todo lo que fui en la vida. En la vida llegué con mucho esfuerzo y sacrificio, estudiando, trabajando y ese modelo de vida quiero poder brindárselo en un gobierno a toda la población. Y que no tengo prontuario, tengo curriculum vitae, y que me manejé toda mi vida por un solo camino. Fui siempre por el llano, nunca tomé la banquina ni tomé atajos. Eso es lo que puedo mostrar. Quiero trabajar para la gente, mi compromiso y la empatía está con ellos, como lo hice durante estos tres años y medio. No quiero representar nada que esté mal y quiero continuar aquello que esté bien, como cualquier política de Estado. Si hay muchas cosas que cambiar, el cambio somos nosotros. El cambio no es volver a un pasado que en 12 años en la provincia dejó secuelas muy graves, sobre todo en seguridad.
