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Aracre, partidario de «desarrollo y distribución» frente al modelo de JxC de «acumulación y derrame»

El jefe de Gabinete de asesores del presidente Fernández, Antonio Aracre, manifestó que la distribución de los ingresos en Argentina entre el "beneficio del capital y el salario del trabajador óptimamente tiene que estar en un 50 y 50 y que en los últimos 10 años se deterioró debajo del 40%"

Fernando Ramírez/Télam

El jefe de Gabinete de asesores del presidente Alberto Fernández, Antonio Aracre, se manifestó partidario del modelo del Frente de Todos (FdT) orientado lo «productivo y al desarrollo», y lo contrapuso con la propuesta de Juntos por el Cambio (JxC) de «acumulación y derrame», en la antesala de las elecciones.

Aracre, quien trabajó en la multinacional Syngenta, donde llegó a ser CEO, y desde febrero es funcionario del gobierno, describió en una entrevista con Télam los dos modelos de país en pugna para los próximos comicios.

Así, eligió el «desarrollo y la distribución» del FdT como contraposición a la «acumulación y derrame» que propugna JxC.

«Me parece que las políticas vinculadas al liberalismo económico cuando las pensás en términos de minería, litio, hidrocarburos ,Vaca Muerta, gas …. el pensamiento liberal es extraer los recursos naturales, generar un proceso de acumulación con esas riquezas y quizás, a los premios, puede existir algún derrame que genere algún beneficio más amplio», analizó.

Pero planteó que «siempre se presentan muchas dudas de cuánto tiempo puede generar eso y si realmente llega o no».

En cambio, Aracre apuntó que los «movimientos políticos más vinculados a lo productivo y al desarrollo, o sea el movimiento peronista, piensan en los recursos naturales como un facilitador simultáneo en el proceso de generar esa riqueza, industrializarla localmente y distribuir los beneficios de esa industrialización al mismo tiempo, no al final de todo el proceso».

«Esto -explicó- no es un tema menor, aunque parezca, porque es lo que nos va a permitir cambiar esta famosa ecuación que en los últimos 10 años se deterioró mucho».

Así se refirió a la distribución de los ingresos en Argentina entre el «beneficio del capital y el salario del trabajador», que «óptimamente tiene que estar en un 50 y 50 y que en los últimos 10 años se deterioró por debajo del 40%, o más o menos por ahí».

Aracre acentuó que «poder reconstruir eso tiene muchas formas de hacerlo, pero una de las más importantes es que todo el movimiento de desarrollo productivo genere un proceso de distribución simultáneo», y planteó que eso es lo que se propone el FdT.

En su análisis de la gestión, el funcionario valoró que «a los tres meses sobrevino una pandemia» y el presidente «podría haber tenido una actitud mucho más prescindente del Estado».

«Qué recursos tengo para estar presente en este momento. No me puedo endeudar porque me dejaron un país en default con el Fondo Monetario y reperfilado con endeudamiento local, con lo cual, como tengo que emitir voy a emitir poquito … para que esto no me repercuta en una inflación el día de mañana. Así que poco IFE, poco ATP… no», subrayó.

Y destacó la gestión de «Estado presente» de Fernández porque «durante todo el período que estuvimos encerrados no faltaron los IFES y no faltó el apoyo a las empresas para que pudiesen pagar los sueldos, no faltó e incluso estoy hablando de empresas muy grandes y muy quejosas».

«Eso significaron 7/8 puntos de déficit en materia de emisión para poder sustentar eso que todavía hoy lo estamos pagando en materia inflacionaria. Esa es una decisión política. O estamos o no estamos. Yo hubiese querido hacer una especie de «Volver al Futuro» para atrás y ponerlo a (Mauricio) Macri en diciembre de 2019 y verlo cómo actuaba en la pandemia», declaró.

Además, Aracre resaltó del presidente una «convicción y firmeza de que Argentina es un país que, ante las dificultades que tenemos en materia financiera, tenía que arreglar con el FMI y con los bonistas».

«Ni siquiera -aclaró- por una cuestión de los bonistas o del FMI sino porque las miles de empresas argentinas que importan, que comercian en el mundo, hubiesen quedado completamente fuera del del mapa».

El ex CEO de Syngenta sostuvo que «un país que tiene su crédito con el FMI en rojo es un país que no puede sacar una carta de crédito de una empresa mediana para poder traer un producto de China básico para su sistema de producción».

«Esto hay que comprenderlo porque muchas veces se dice «No hay que arreglar con el FMI» y cuál es la consecuencia de ello, es lo que muchas veces no se discute y me parece que esa fue una decisión política», remarcó.

En otro tramo de la entrevista, Aracre remarcó el «convencimiento» de que Argentina «en ese momento necesitaba destinar todos los dólares posibles de la exportación al proceso productivo para crecer, recuperar la economía y que se generen empleos y no dudó en utilizar todas las reservas disponibles para que eso pase».

«Eso permitió -diferenció- el 10,5% de crecimiento en el 2021 , que superó la caída del 2020; el 5,5% de crecimiento en el 2022 y la generación de más de 1 millón de puestos de trabajo después de la caída tremenda del 2020».

También Aracre indicó que «hubo otras políticas activas que coadyuvaron a la recuperación económica y de las que se podría haber sido prescindente, y que sin embargo no lo fuimos y que, para mí, fue tremendamente exitosa y que va a formar parte de los casos de estudio de políticas públicas internacionales».

«Esta cosa de cómo a veces la intervención del Estado genera un círculo virtuoso en la economía y que es el PreViaje, o sea un sector castigadísimo en la pandemia como fue el de la hotelería, el turismo y la gastronomía, y el momento en que se implementó, que es una política activa pública, transformó la velocidad de recuperación de esos tres sectores de servicio claves», definió Aracre.

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