El gobierno nacional garantizó ayer seguir de cerca la devaluación del real y la caída de los mercados en China, con el objetivo de prevenir posibles “impactos” sobre la Argentina capaces de afectar la productividad y el empleo.
Para el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el gobierno tiene la “obligación” de seguir de cerca la situación económica en China y Brasil, mientras el ministro de Economía, Axel Kicillof, reconoció que se monitorea “con cuidado” la depreciación del real.
La moneda del socio mayor del Mercosur descendió a su menor valor en doce años y afecta a la Argentina porque sus productos se vuelven menos competitivos, por lo cual se hace más difícil exportar.
Kicillof reveló seguir “con cuidado y prudencia cuál es la evolución de la moneda brasileña, el euro, el rublo (la moneda rusa) y la desaceleración del crecimiento de la economía china”.
“Hay que ser responsables y ver la coordinación macroeconómica a nivel Mercosur. Hay mucha vinculación con las autoridades brasileñas, que permiten al gobierno argentino saber más de lo que se puede decir porque la idea es la coordinación, en una situación de volatilidad e incertidumbre internacional”, sostuvo el ministro.
Según el funcionario, la economía de Brasil “transita una etapa de algunos cambios” capaces de afectar al mercado externo argentino.
Por ello, insistió: “Cuando al mundo le va mal debemos confiar en lo nuestro, en nuestra demanda agregada interna porque el objetivo es defender el ingreso de los trabajadores y la rentabilidad de las empresas argentinas”.
Por su parte, Fernández aseguró: “Nadie que se precie de buen administrador puede dejar de lado estas situaciones. Es una obligación porque el mundo es global y hay situaciones que pueden impactar en nuestras propias economías”.
En declaraciones formuladas en Casa de Gobierno, el jefe de Gabinete consideró que situaciones en distintos países “impactan en forma directa o indirecta” porque constituyen “aliados” comerciales de la Argentina.
“Son países que nos compran productos”, remarcó el funcionario, y afirmó que el gobierno está dispuesto a tomar “medidas anticíclicas para que las empresas no sientan un impacto inmediato” y eviten despedir personal.
El mercado chino no levanta
Las bolsas chinas volvieron a caer ayer aunque en forma más leve si se lo compara con el derrumbe del lunes, su peor día desde 2007, que ya es investigado por las autoridades del país asiático por «posibles irregularidades». Shanghai cerró con una baja de 1,7 por ciento y Shenzhen con una caída de 1,4 por ciento, tras un inicio con pérdidas de alrededor de un 4 por ciento, según detallaron agencias internacionales.
Ayer fue una jornada muy volátil, lo que provocó que los índices tuvieran pérdidas de hasta 5,1 por ciento y ganancias de 1 por ciento. Las acciones cayeron a pesar de los esfuerzos de las autoridades reguladoras en sostener el mercado.
La volatilidad del mercado provoca dudas sobre el desenvolvimiento de las finanzas de la segunda economía mundial. Los expertos creen que una crisis financiera de gran envergadura es improbable en China. Sin embargo, temen que las turbulencias bursátiles puedan frenar el crecimiento económico de la segunda economía del mundo y esto a su vez puede tener consecuencias para toda la economía mundial.
Argentina mira con preocupación la baja en los mercados chinos por la relación estratégica comercial con el gigante asiático, que se afianzó en los últimos años a partir de la firma de acuerdos que abrieron oportunidades económicas para ambas naciones.
Caso Petrobras: detuvieron a un directivo de Techint
Ricardo Ourique Marques, director general de Ingeniería y Construcción de la compañía de origen ítalo argentino Techint en Brasil, fue detenido ayer junto a otros ejecutivos como parte del operativo denominado Lava Jato, que comenzó con la investigación por las denuncias de corrupción en Petrobras y se expandió hacia otras empresas estatales.
En un comunicado emitido ayer en Buenos Aires, Techint aclaró que una vez que terminó de prestar declaración, “hacia horas del mediodía”, Ourique Marques retomó “sus tareas habituales”, y subrayó que la empresa “suministró todas las informaciones que le fueran requeridas y permanece a disposición de las autoridades” brasileñas.
Además de las detenciones, la policía cumplía con 23 pedidos de búsqueda y allanamientos en Río de Janeiro, San Pablo y Brasilia, para revisar las oficinas de ejecutivos investigados y sus cuentas de correo electrónico.
Las compañías investigadas son contratistas de Eletronuclear, una subsidiaria del grupo eléctrico Eletrobras, y según el fiscal federal Athayde Ribeiro Costa, el directivo de Eletronuclear Othon Luiz Piñeiro recibió por lo menos 4,5 millones de reales en sobornos.
La investigación abarca al consorcio Angramon (del cual forma parte Techint) y a Engevix, también contratista de las obras de Eletronuclear.
Eletronuclear es subsidiaria de Eletrobras y llevaba a cabo las obras de la usina Angra 3, que están bajo investigación de las autoridades.
Othon da Silva está fuera de Eletronuclear desde abril de este año, tras las primeras denuncias de corrupción. Ayer fue detenido en Río de Janeiro bajo régimen de prisión temporaria, como parte de la operación Lava Jato. Según el Ministerio Público Federal, Andrade Gutierrez pagó sobornos al presidente de Eletronuclear para al menos dos contratos con la estatal. Los contratos habrían sido direccionados para que el consorcio de cual Techint formaba parte resultara vencedor.
En abril, la agencia anticorrupción Contraloría General de la Unión anunció la apertura de un proceso administrativo contra cinco empresas presuntamente involucradas en el Lava Jato, que se sumaron a otras 29 compañías con procesos abiertos por sospechas de irregularidades.
En marzo, la filial brasileña de Techint criticó a la petrolera estatal Petrobras por prohibirle participar en nuevas licitaciones de obras, asegurando que la decisión viola el principio de presunción de inocencia. Desde diciembre de 2014 Techint está impedida de realizar nuevos contratos con Petrobras junto a otras 22 grandes constructoras.