De vida o muerte. Inmerso en una profunda crisis futbolística y de resultados, la selección argentina jugará esta noche uno de los partidos más importantes de la historia reciente y, en la altura de Quito frente a Ecuador, buscará evitar la frustración que significaría quedarse fuera del Mundial de Rusia 2018, en una emocionante última fecha de las Eliminatorias.
El dato irrefutable que golpea desde el pasado jueves dice que Argentina está sexta en la tabla de posiciones con 25 puntos. Por ahora, afuera del Mundial. Una situación apremiante y angustiante para un equipo que muchos imaginaban a esta altura con el pasaje a Rusia en las manos.
Dentro de las muchísimas posibilidades de resultados en esta última fecha de Eliminatorias, Argentina sabe que una victoria en Quito -una difícil misión que consiguió sólo una vez en la historia, en 2001- asegurará, como mínimo, el repechaje ante Nueva Zelanda.
A partir de ahí… la calculadora. Perú- Colombia en Lima; Brasil-Chile en San Pablo; y Paraguay- Venezuela en Asunción obligarán a estar pendientes de lo que suceda fuera de Quito. Mucho más si el seleccionado de Sampaoli no logra una victoria y necesita de la ayuda de otros.
Pero el primer desafío que tiene Argentina es reencontrarse a sí misma, porque su falta de eficacia preocupa a un entrenador como Jorge Sampaoli, que basa la estructura de su juego en la posesión y el ataque.
Argentina convirtió 16 goles, 22 menos que el líder Brasil (por ahora el único clasificado, con 38 puntos) y apenas dos más que Bolivia (el último, con 14 unidades).
Y parece una utopía hablar de esa falta de potencia ofensiva cuando cuenta en su plantel con varios de los mejores delanteros del mundo: desde el capitán Lionel Messi hasta Paulo Dybala, pasando por Mauro Icardi y el goleador local Darío Benedetto, que volverá a ser titular.
Queda entonces lo más difícil, porque además del condimento de la altura, Ecuador quiere salvar la ropa después de una Eliminatoria en la que fue protagonista, pero quedó eliminado de toda posibilidad a una fecha del final.
Justamente para Jorge Célico, el entrenador argentino que asumió al frente de la Selección de Ecuador para esta última doble fecha, la altura es uno de los principales aliados de su equipo para este encuentro.
Argentina tiene la cosecha de puntos más baja desde que la clasificatoria sudamericana se disputa mediante el sistema de todos contra todos (para el Mundial de Francia 1998).
El sinuoso camino albiceleste luego del subcampeonato del mundo en Brasil 2014, incluyó otras dos finales perdidas de Copa América (Chile 2015 y Estados Unidos 2016), tres entrenadores (Gerardo Martino, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli) y un descalabro político que fue contagiando a lo deportivo.
Sampaoli mantuvo el misterio sobre el once inicial, con un abanico de opciones que incluía a Javier Mascherano como marcador central o mediocampista y una posible ausencia de Angel Di María, para que ingrese Eduardo Salvio o Emiliano Rigoni.
Lo cierto es que esta generación de Argentina, con la presión de un país ultra futbolero, tiene enfrente su desafío más importante: evitar el estigma que significaría mirar el próximo Mundial por televisión, después de 47 años. Un presagio que todo un país espera no se cumpla.
