Argentina, con un planteo defensivo, cayó 2-1 con Brasil en Goiania en el primer partido del Superclásico de las Américas cuya revancha se disputará el 3 de octubre en Chaco.
Alejandro Sabella planteó una estrategia clara: Argentina replegada, achicando espacios e intentando progresar de contragolpe. En la primera parte, la planificación salió tal cual lo previsto. Brasil tuvo el dominio territorial y de la pelota, pero no logró superar el bloqueo defensivo argentino y se diluyó en tres cuartos.
El seleccionado sorprendió en el primer avance y abrió el marcador tras una buena maniobra colectiva de la que participaron Maximiliano Rodríguez, Rodrigo Braña, Gino Peruzzi, Clemente Rodríguez y Juan Manuel Martínez, quien controló y definió rápido de zurda. Sin claridad y sin espacios, Brasil lo empató enseguida pero tuvo que recurrir a la pelota parada con cabezazo de Paulinho (en claro offside) tras tiro libre de Neymar.
Los roles no se invirtieron en el complemento. Argentina defendió un poco más atrás y mantuvo esporádicos avances. Brasil insinuó más en el final pero no podía concretar. El empate estaba cantado, pero Leandro Desábato metió la mano en el área en la última jugada y Neymar cambió por gol. Castigo a la propuesta.