La derrota a catorce días del debut frente a Eslovenia se da en el contexto de una nueva prueba para una Selección que históricamente ha utilizado estos amistosos para experimentar e ir ajustando para llegar en su mejor versión al campeonato en cuestión. La caída le permitirá a Oveja, a su cuerpo técnico y a los jugadores sacar conclusiones que impulsarán el crecimiento del subcampeón del mundo rumbo a su presentación en tierras niponas.
Tras la agónica caída en el debut frente a Australia, Sergio Hernández aprovechó su segunda actuación en Las Vegas para darle rodaje a jugadores que habían sumado menos minutos en el primer encuentro frente a Australia y probó con un quinteto inicial conformado por Luca Vildoza, Nicolás Brussino, Maximo Fjellerup, Luis Scola y Marcos Delía.
El combinado nacional salió decidido a impedir el bombardeo desde el perímetro que inclinó la balanza frente a Estados Unidos en el sorprendente amistoso entre los africanos y el Dream Team. Argentina podrá destacar su rendimiento durante ese primer parcial, en el que limitó los espacios en ataque con una defensa intensa que desarticuló la ofensiva en transición de los africanos para forzar sus errores, pérdidas (11) e ineficacia de tres sin aciertos en cinco intentos ante un equipo que había anotado 20 triples en su debut en la pretemporada. Nigeria finalmente concluyó con 10 triples en 30 intentos, apenas un mínimo consuelo en una tarde en la que nada funcionó.
Pero pese a la precisión de su plan que permitió apenas 17 unidades, Argentina sufrió su impericia en ataque. Aquella muestra inicial fue sostenida durante todo el juego en un combinado nacional que no pudo imponer sus condiciones. Si apenas Patricio Garino se había destacado con dos triples en el primer cuarto, el resto del partido no fue mucho más certero para una Argentina que no estuvo en su jornada y buscará pasar rápidamente de página para seguir construyendo a futuro.
Nigeria ejecutó a la perfección su plan, con una defensa asfixiante a cancha completa que le impidió ejecutar su estilo a una Argentina que se siente cómoda corriendo y atacando en los primeros segundos de posesión. Con la confianza por las nubes después de haberse convertido en el primer representante africano en haber derrotado al Dream Team, Los Tigres fueron tejiendo una telaraña que atrapó y frustró a El Alma. Incapaz de encontrar espacios para tirar de tres, modificó su idea y se lució en el poste bajo haciendo gala de su poderío físico.
Su dureza, su rigor, su concentración y la capacidad atlética del combinado nigeriano, que no aflojó nunca ni siquiera ganando por más de veinte puntos y defendió hasta la última pelota, fue un factor diferencial para el resultado final. Los Tigres irán a la cita olímpica con un plantel integrado mayormente por jugadores con actualidad o pasado NBA en busca de escribir una página dorada para su continente: buscarán convertirse en el primer africano en superar la primera ronda de un Juego Olímpico.
Mientras Jordan Nwora disputa las finales de la liga más poderosa del mundo con Milwaukee Bucks, otros siete integrantes de planteles de la competición norteamericana bajo las órdenes de un Mike Brown que fue asistente de Gregg Popovich en San Antonio Spurs, que dirigió a Cleveland Cavaliers y Los Angeles Lakers como head coach principal, y que desde 2016 es la mano derecha de Steve Kerr en la dinastía que forjaron en Golden State Warriors.
Argentina evidenció inconvenientes en un ataque que apenas pudo anotar 71 unidades. Solo Leandro Bolmaro pudo superar las diez unidades en un juego en el que Hernández rotó más de la cuenta a partir del tercer parcial. Oveja buscó variantes pero Nigeria construyó un muro inexpugnable que cercenó su porcentaje de cancha a 36%, permitió apenas un 19% de tres y forzó 19 pérdidas.
Jahlil Okafor fue el máximo anotador del partido con 15 puntos en 14 minutos, además de siete rebotes y una eficacia de cancha del 87.5%. Precious Achiuwa, interno de Miami Heat, finalizó con 12 unidades y los también NBA Chimezie Metu y Josh Okogie aportaron diez unidades cada uno. El último parcial estuvo de más en un trámite que dejará lecciones para una Argentina que este martes, a las 19, cerrará el cuadrangular en Estados Unidos ante los NBA que dirige Gregg Popovich en el Michelob Ultra Arena. Luego, el 17 viajará a Japón para ingresar a la villa olímpica, el 18.