La ilusión crece y tiene sustento. A pocos días del inicio del Mundial, el seleccionado argentino jugó el último amistoso ante Emiratos Árabes Unidos y el 5-0 no hace más que potenciar la candidatura de la Scaloneta en Qatar 2022.
Los goles del equipo argentino, que juegó con mayoría de titulares, los anotaron Julián Álvarez, tras corrida con asistencia de Lionel Messi, y Ángel Di María, con una volea impresionante que se metió contra el palo y con una jugada a pura gambeta dentro del área, y el propio Messi, con un enganche en el área y definición de derecha arriba, inatajable. En la segunda parte aumentó Joaquín Correa, tras gran jugada de De Paul.
Con muchos hinchas argentinos en las tribunas y los propios árabes apoyando al equipo de Messi, la Scaloneta tuvo una producción de lujo en el primer tiempo, ante un rival débil que respetó los dichos de su entrenador Rodolfo Arruabarrena, nada de rigor físico, en especial cuando la pelota pasó por los pies de Lionel Messi. Y el 5-0 final fue un reflejo del rendimiento del equipo albiceleste.
Argentina alistó a Dibu Martínez; Juan Foyth, Nicolás Otamendi, Lisandro Martínez y Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Alexis Mac Allister; Lionel Messi; Julián Álvarez y Ángel Di María. Luego ingresaron Germán Pezzella, Joaquín Correa, Montiel, Guido Rodríguez y Enzo Fernández. Scaloni optó por resguardar a Cuti Romero, quien se recupera de una molestia física, al igual que Paulo Dybala. También cuidó a Papu Gómez, con un estado gripal, y Nico González.
Contrariamente lo que que todos imaginaban, incluso a la recomendado frente a la proximidad del Mundial, Lionel Messi estuvo en cancha los 90 minutos. El rosarino pidió jugar y lo hizo a partido completo. Asistió a Julián en el primer gol, combinó con Di María y De Paul, convirtió un un disparo cruzado de derecha por arriba del arquero, e intentó anotar de tiro libre, pero sus dos remates de pelota parada se fueron cerca.
Argentina pasó la última prueba en Abu Dhabi. Y los miedos por alguna lesión quedaron atrás. Tal como imaginaba Scaloni el ensayo fue altamente positivo. Un golpe de efecto fuerte para el resto de los candidatos a ganar la Copa del Mundo. La producción fue superior, y el equipo se vio ensamblado, entusiasmado, motivado y con el mismo ánimo que arrastra tras ganar la Copa América.
Ahora quedarán contar los días que faltan para el debut del martes con Arabia Saudita. Pero el seleccionado argentino demostró que está listo para intentar ganar esa Copa que aparece esquiva desde 1986.