La Selección argentina masculina de fútbol volvió a quedar eliminada en primera rueda de los Juegos Olímpicos, al igual que en Río 2016, tras empatar 1-1 con España en la última fecha del grupo C de Tokio 2020, celebrada en Saitama.
Argentina intentó defender su arco durante casi todo el partido, esperando una jugada que le permitiera convertir, pero fue España la que dio el primer golpe en el segundo tiempo con un tanto de Mikel Merino, cuando el arquero Jeremías Ledesma había sido protagonista casi excluyente.
Recién ahí reaccionó la Albiceleste, pese a que el único resultado que le servía para clasificar era la victoria, y encontró la igualdad a falta de tres minutos, con un cabezazo de Tomás Belmonte. Más allá que apretó y llenó de centros el área rival hasta el final, no pudo conseguirlo.
Después de la derrota frente a Australia (0-2) y la victoria sobre Egipto (1-0), Argentina -bicampeona olímpica en Atenas 2004 y Beijing 2008- se quedó sin la clasificación a cuartos de final, tal como le ocurrió en Río 2016, aunque en un contexto diferente, porque en ese momento tuvo muchas complicaciones para armar su plantel. Los egipcios son los que acompañarán a España en cuartos tras vencer 2-0 a los australianos.
Es cierto que, el entrenador Fernando «Bocha» Batista también tuvo negativas de clubes para esta convocatoria, sobre todo con los tres futbolistas mayores permitidos.
«Pagamos cara la derrota con Australia, nos vamos muy tristes, pero dejamos todo, hicimos las cosas bien, con el contexto que hay, se laburó de manera perfecta», analizó el arquero Ledesma, justamente el único con más de 23 años dentro del plantel.
Los primeros 45 minutos fueron totalmente favorables a España, que con gran parte del equipo que jugó la Eurocopa hace algunas semanas atrás, tomó el dominio de la posesión y territorial en el estadio de Saitama.
La actuación de Ledesma y la poca efectividad hicieron que se mantuviera el 0-0 en el marcador, ante una Argentina que apostó al contragolpe, muchas veces defendiendo con sus once jugadores en los últimos 25 metros de cancha.
Tuvo una oportunidad, de todas formas, el conjunto albiceleste, en una contra que encabezó Gaich y finalizó Esequiel Barco, con un derechazo que pasó cerca del primer palo de Unai Simón.
En el complemento la postura se mantuvo similar para la Argentina, que recién reaccionó después del gol del capitán Merino, que definió de primera un centro bajo y rompió la planificación que había hecho «Bocha» Batista.
El empate de Belmonte, con un cabezazo cruzado, le dio esperanza a la Selección albiceleste, que presa de su ansiedad terminó sin oportunidades de alcanzar el triunfo que le hubiera dado la clasificación.
