El canciller Santiago Cafiero viajará la semana que viene a Estados Unidos para reunirse con el secretario de Estado, Antony Blinken, en Washington, con el objetivo puesto en las negociaciones con el FMI, en el marco de la continuación de las conversaciones técnicas y políticas para avanzar en la negociación de un nuevo programa de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Durante la semana, luego de que el Gobierno hiciera pública la resistencia de algunos miembros del directorio del Fondo a alcanzar un acuerdo -en especial por el tema fiscal-, continuaron los contactos diplomáticos y técnicos con directivos del organismo, para llegar a un acuerdo para reprogramar los vencimientos de la deuda del programa stanb by concretado durante la administración de Mauricio Macri.
En los últimos días también se alzaron voces de especialistas internacionales que advirtieron sobre el acuerdo fallido del 2018 y de la posibilidad de que, de nuevo, el Fondo se equivoque con la Argentina si presiona con metas que impliquen un mayor ajuste fiscal y que impidan la recuperación de la economía del país.
«Argentina ya presentó su propuesta y espera y está en manos del FMI ahora tratar de dar la respuesta lo más rápido posible», sostuvo el jueves la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti. Según indicó, el acuerdo con el FMI «no es solamente un tema económico» y, por lo tanto, en esta negociación participa no sólo el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien lleva adelante reuniones «permanentemente», sino también el embajador argentino en EE.UU., Jorge Argüello, de parte de la Cancillería argentina.
Cerruti confirmó también que el canciller Santiago Cafiero se entrevistará el próximo martes con el secretario de Estado, Antony Blinken. El encuentro, explicó, «será para llevar adelante otro tipo de reuniones que tienen que ver con la discusión geopolítica y entre Estados sobre el próximo acuerdo (con el FMI)», entre otros temas.
De cara a esa misión, Cafiero se reunió el viernes con el ministro de Economía, Martín Guzmán, antes de emprender viaje a Washington, donde permanecerá por espacio de 48 horas.
«Se trata de la primera reunión de alto nivel entre los cancilleres de ambos países, y que contiene una agenda bilateral y política. Se va a repasar toda la relación, que es óptima, intensa y fructífera», dijeron a Télam fuentes oficiales sobre ese encuentro.
Respecto del tema puntual del acuerdo con el FMI, en el Gobierno creen que el ala política del presidente Joe Biden es la más sensible al tema y quiere colaborar con la Argentina en la resolución de la cuestión.
Las fuentes consultadas por esta agencia repitieron un concepto que viene transmitiendo desde tiempo atrás el presidente Alberto Fernández: el crédito concedido en 2018 fue un «préstamo político» y el expresidente republicano Donald Trump le concedió los recursos al expresidente Mauricio Macri.
Las fuentes gubernamentales insistieron en que «los buenos datos de la economía 2021 fortalecen la postura argentina, porque demuestra que, si nos dejan crecer, se puede pagar». E insistieron: «El crecimiento se demostró con datos concretos».
Además, acotaron que «en términos políticos, se viene consensuando un nuevo programa porque el que tomó el expresidente Macri es impagable e incumplible, y Alberto Fernández siempre dijo que, para pagar, hay que crecer».
En tanto, agregó la fuente, el Tesoro de EE.UU., que tiene incidencia en el organismo de crédito internacional, tiene una postura más «técnica», y lo que queda claro es que, si bien el FMI no es sólo EE.UU., «la política puede colaborar para encauzar el tema».
En este contexto, en los últimos días se alzaron voces de académicos y medios de comunicación de distinto espectro político, que criticaron el accionar del FMI con la Argentina. Una de ellas es la referida a la última publicación de la revista británica The Economist, que se refiere al préstamo como “el mayor en la historia del FMI. Ha dejado a Argentina tan comprometida con el Fondo que el país necesitará un nuevo préstamo a más largo plazo para ayudarlo a pagar el actual. A pesar de su tamaño, el rescate no logró salvar a la Argentina del incumplimiento y la desesperación».
La otra voz es la del premio Nobel Joseph Stiglitz quien, por un lado, destacó la recuperación reciente del país al considerarla un «milagro argentino» y, por otro lado, fustigó a los países miembro del directorio del Fondo que promueven un ajuste mayor para alcanzar un acuerdo con la Argentina. «Si bien todos deberían saber a estas alturas que la austeridad es contraproducente, es posible que algunos Estados miembros influyentes del FMI aún la defiendan», dijo el economista de la Universidad de Columbia, tras criticar fuertemente el crédito anterior que tomó la administración macrista.
Mientras tanto, ya desembarcaron nuevos técnicos del Fondo que tendrán relación con la Argentina. Uno de ellos es el economista brasileño israelí Ilan Goldfajn, quien la semana pasada asumió como nuevo director para el Hemisferio Occidental en el FMI. El otro es Ben Kelmanson, el nuevo representante permanente del Fondo en el país, quien reporta a Goldfjan y ya estrenó la oficina en Buenos Aires y comenzó con las reuniones con funcionarios argentinos.