Más candidato que nunca. La Selección Argentina Sub 20 aplastó a Nueva Zelanda, se quedó con el liderazgo de su zona con puntaje perfecto y se ilusiona con llegar bien lejos en el Mundial que lo tiene como anfitrión. Los pibes de Mascherano fueron una máquina en San Juan, donde el próximo miércoles afrontarán los octavos de final con el ánimo por las nubes y el sueño de conseguir la séptima estrella más firme que nunca.
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El primer tiempo del equipo criollo rozó la perfección. Con intensidad y buen fútbol, efectivo arriba y sólido abajo; Argentina borró de la cancha al elenco oceánico. Y eso que el Jefecito metió mano a full en relación al once inicial ante Guatemala (3-0), dispuso ocho variantes y hasta sistema táctico nuevo para encarar el último partido de la fase inicial: adentro Brian Aguirre y Gino Infantino, afuera Véliz y Tanlongo, entre otros cambios, que incluyó un dibujo 3-4-3.
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Y como sucedió en los dos primeros partidos, Rosario pisó fuerte en San Juan, que al igual que Santiago del Estero, recibió con gran entusiasmo al conjunto nacional. Ausente por precaución en el partido anterior, esta vez Mascherano lo hizo jugar por izquierda a Aguirre, ahí donde siempre lo pone Heinze, y el pibe de la Lepra no lo defraudó: volvió loco a todos los defensores neozelandeses y mandó el centro que terminó en el 1-0 de Ignacio Maestro Puch.
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Y después de la buena jugada del atacante de Newell’s que terminó con el cabezazo goleador del artillero de Atlético Tucumán, llegó el aporte del volante de Central: gran jugada de Luka Romero y asistencia para Infantino, quien fusiló al arquero para aumentar la ventaja de Argentina, que siguió buscando el arco contrario con una voracidad desmedida.
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Quizá por eso no sorprendió tanto el 3-0, aunque sí la manera: Romero, la joyita de la Lazio de Italia, desparramó a un par de rivales por la mitad de la cancha y se animó a probar de lejos. ¿El resultado? Un misil increíble al ángulo que hizo estallar de alegría a un estadio Bicentenario que para esa altura ya era una fiesta total.
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El segundo tiempo fue un calco del primero, tal vez con Argentina regulando un poco más la energía. Igual aún faltaba el gol de penal de un insistente Aguirre. Paliza total que hace imposible no ilusionarse. Es que poco queda de ese equipo dubitativo que se presentó ante Uzbekistán en Santiago del Estero el sábado pasado y que cargaba con la mochila del fracaso en el Sudamericano.
El presente, el escenario y sobre todos los protagonistas son muy distintos. Incluso los que sí estuvieron en el clasificatorio que se jugó en Colombia están en otro nivel. Lo demostraron Aguirre, Infantino o Véliz, quien jugó un ratito y clavó un golazo de cabeza para llegar a tres en lo que va del torneo. Pero también hay sangre nueva y con mucho talento, como Romero, Gauto, Maestro Puch o Federico Redondo, quien pide a gritos titularidad. Esta historia continuará el miércoles en el mismo escenario aunque con rival aún por definir, que será uno de los cuatro mejores terceros de la ronda inicial, la cual finalizará este domingo. Y jugando como lo hizo hoy en San Juan, las chances de avanzar a cuartos son altísimas.
