La Selección argentina de voleibol masculino ganó este lunes un dramático partido ante Eslovenia por 3 a 2, por la cuarta fecha del Grupo A del Mundial que se disputa en Italia y Bulgaria.
El equipo conducido por Julio Velasco se impuso con parciales de 25-18, 22-25, 27-29, 25-17 y 15-13, en un partido disputado en el «Nelson Mandela Forum» de Florencia y que duró 2 horas y 17 minutos.
Ahora Argentina deberá enfrentar a Japón, este martes y de ganar habrá conseguido su clasificación a la siguiente fase del certamen.
Hasta el momento el equipo argentino consiguió dos victorias (República Dominicana y Eslovenia) y dos derrotas (Bélgica e Italia), y ahora definirá su futuro con Japón.
Con un inicio de concentración ante Eslovenia, que venía invicto en el torneo, Argentina se hizo fuerte en el bloqueo, pero también en la potencia de Poglajen y la capacidad de Hugo Conte.
Cerrado, con muchas variantes y reponiéndose a la mayor altura eslovena, Argentina trató de mantener el ritmo, pero los europeos se llevaron el segundo parcial por 25-22 con una muy buena performance de Mitja Gasparini (marcó 19 puntos en el partido).
La tercera manga fue intensa y se definió en favor de los eslovenos en el octavo «set ball», en gran medida por errores en la recepción que no fueron desaprovechas por el rival.
Cuando parecía que Argentina iba a dejar pasar el partido, los hombres de Velasco arrancaron el parcial con suma precisión, por la capacidad de Bruno Lima (18 puntos) y apareció la figura de Lisandro Zanotti (13) para vulnerar el bloqueo esloveno.
Con el 25-17 del cuarto parcial el tie-break del quinto se presagiaba una dura disputa, ya que ambos estaban preparados para ir por el partido.
El tie break tuvo un desarrollo muy parejo y Eslovenia cambió de lado arriba 8-7 con un equipo argentino que buscó a Poglajen para definir los puntos.
En la parte más caliente del set, Argentina igualó en 11, se adelantó hasta ponerse 13-12 y tuvo su primer match ball con Zanotti, pero luego no lo pudo rematar y terminó sellando la historia con un tremendo pelotazo de Poglajen.