El director nacional de Migraciones, Martín Duval, afirmó que “unas 400 mil personas se radican por año” en la Argentina, una cifra que aumentó a partir del tratado del Mercosur en 2004, en el que se determinó “la libre circulación en la región”. Duval explicó que los países con mayor cantidad de ciudadanos que deciden instalarse en la Argentina son “Bolivia, Perú, Paraguay, Chile, Uruguay y Brasil”.
“La firma del tratado del Mercosur en 2004 inició un proceso de transformación en materia de política migratoria, estableciendo un paradigma nuevo por medio del cual todos los residentes del Mercosur tienen un trato preferencial en nuestro país, es decir, la libre circulación en la región”, precisó el funcionario, quien se reunió esta semana en la Cámara Española de Comercio, según informó ayer un cable de NA.
Duval analizó en el encuentro con otras autoridades los principales retos y desafíos durante un proceso de expatriación.
Por su parte, Ana Gazarian, CEO de Employee Mobility Solutions (EMS), organizadora del evento y una de las empresas más importantes a nivel mundial de servicios relacionados con la movilidad internacional y nacional de empleado, destacó que “la Argentina ha tenido un avance muy destacado a nivel mundial en lo que se refiere a trámites migratorios”.
Señalo también que “el tiempo promedio para obtener una entrevista en el país es de 5 días, mientras que en Estados Unidos es de dos meses y en Venezuela puede llegar a un semestre”.
Los datos del año 2009 de la residencia registrada de ciudadanos de países del Mercosur, según informa la página oficial de la Dirección Nacional de Migraciones, arroja para el período enero-diciembre de 2009, que el primer lugar lo encabeza la comunidad paraguaya, con un 37,74 por ciento de los migrantes.
La segunda es la boliviana, con un 30 por ciento y en tercero la peruana, con un 17, 31 por ciento.
Más atrás, se encuentran las radicaciones de ciudadanos de Colombia (3,32 por ciento), Chile (2,60), Brasil (2,16), Uruguay (1,94), Ecuador (0,80) y Venezuela (0,53).
Según un informe de Perfil Migratorio de la Argentina de 2008, elaborado por Ezequiel Texidó para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), “desde 2004, y luego de la crisis política, económica y social aguda que atravesó el país en los primeros años del corriente siglo, la tendencia hacia la salida del país tanto de nacionales, vía la emigración a EE.UU., Europa y otros destinos, como de extranjeros, retornantes a sus países de origen o reemigrantes a terceros países, se ha desacelerado”. Más adelante se observa que haciendo un balance de los movimientos migratorios en la Argentina, pese a que el país fue asumiendo en el medio de su crisis en un país tanto de recepción y de expulsión de población, “todavía continúa siendo el rol de receptor el que lo distingue de los restantes países de la región”.
“En función de la capacidad que tiene para atraer poblaciones, reflejada en el stock de extranjeros que registra en su territorio, lo posiciona en un lugar destacable en la misma, manteniéndose como punto de referencia de las migraciones del Cono Sur”, agrega el informe.
“En la actualidad, se observan grupos de inmigrantes que se han establecido en el país de manera definitiva, pasando a formar parte de la sociedad argentina. Se advierte la presencia de colectivos de inmigrantes latinoamericanos, especialmente procedente de Sudamérica. Estas comunidades se han ido enriqueciendo con la llegada de nuevos miembros, observándose en las zonas en donde se han establecido la conformación de asociaciones y otras instituciones”, destaca el texto publicado en el sitio de Migraciones.
“Mediante los intercambios generados entre los inmigrantes asentados, los recién llegados y los familiares y amigos residentes en sus países de origen se han ido construyendo redes sociales y comunitarias que hicieron posible que los inmigrantes se fueran integrando, aunque en forma heterogénea, en las distintas estructuras de la sociedad argentina”, sintetiza.