Nunca un Argentina-Brasil es un partido más. Es imposible que el clásico sudamericano pase desapercibido. Y no hubo excepción, porque aunque el duelo de la tercera jornada de la segunda fase del Preolímpico no definía demasiado, el destino deparó un juego repleto de condimentos y de emociones fuertes.
Apenas se había acallado el eco de la ovación a Magnano y el impresionante tarareo del himno cuando el salto inicial trajo un sacudón: Nocioni pisó mal al bajar del salto y se lesionó. Le costó un largo rato a todos (hinchas y equipo) dejar de pensar en Chapu y Brasil lo aprovechó con inteligencia para mover la pelota, para usar el sello de Magnano y sacar a un grande (Marquinhos) a lanzar de tres para generar también espacios abajo.
Los visitantes fueron superiores y controlaron el juego en ambos costados frente a un elenco nacional que no encontraba el gol si no era por los arrestos de Scola o Delfino.
Con el recambio (Jasen, Oberto, Kammerichs, Sánchez) y con más corazón que juego, Argentina dio vuelta la historia en el segundo parcial cuando con una ráfaga de 9 a 0 se escapó 28 a 25. Primer tiempo luchado y preocupante, ante un rival complicado y con la pérdida de un valor importante.
El fervor se diluyó con el entretiempo y Brasil también fue superior en el regreso del descanso. Argentina no estuvo fino en el manejo ni el los lanzamientos y a pura contra los de Magnano sacaron diez (44-34). La ilusión creció con el coraje del Yacaré Kammerichs y los triples de Prigioni, pero Brasil tuvo compostura para capear el temporal con entereza: con Rafael adentro más Marquinhos afuera, sumado a la conducción de Marcelo Huertas, los verdeamarillos recuperaron la luz a su favor.
De la mano de Rafael, Brasil contrarrestó el goleo de Scola, que se puso el equipo al hombro hasta que salió por faltas.
Lo intentó Argentina con el resto y empujado por su orgullo, pero la reacción no se tradujo en milagro y el festejo fue para Brasil. No es lindo perder un clásico, pero peor sería en la semifinal y un llamado de atención a tiempo nunca está de más.
Síntesis:
Argentina 71: Pablo Prigioni 13, Emanuel Ginóbili 14, Carlos Delfino 12, Andrés
Nocioni 0, Luis Scola 24 (fi), Hernán Jasen 2, Federico Kammerichs 4, Pepe Sánchez
0, Juan Gutiérrez 2, Fabricio Oberto 0. DT: Julio Lamas.
Brasil 73: Marcelo Huertas 17, Alex García 7, Guilherme 13, Marquinhos 14, Tiago
Splitter 1 (fi), Vitor Alves Benite 0, Rafael Luz 0, Rafael Hetcheimeir 19,
Marcelinho 0, Augusto Lima 2. DT: Rubén Magnano.
Partido: intenso.
Árbitros: Sasa Pulk (Eslovenia), Anthony Jordan (EEUU) y Hernán Melgarejo (Colombia).
Parciales: 17/19, 28/27, 47/53
Figura: Rafael 19 puntos y 8 rebotes.