El Gobierno realizó una nueva jugada en la atribulada disputa que lleva adelante en los tribunales estadounidense por el «juicio del siglo» contra los fondos buitres: presentó ante el juzgado de Thomas Griesa una moción de rechazo al reclamo de los llamados «me too», los fondos que hasta el 2 de marzo se presentaron para hacer efectiva la sentencia del magistrado, en las mismas condiciones que los fondos buitre.
El escrito sostiene que «como predijo la República (Argentina), ahora las compuertas se han abierto».
«La demanda de la querella es clara, aumentar en más de u$s 5.400 millones el monto que se les debe pagar, antes de que cualquier bonista reestructurado pueda recibir el pago de intereses programado», agrega la presentación realizada por el Gobierno.
Hay que recordar que el pasado 2 de marzo venció para los «me too» el tiempo para anotarse en el listado que confeccionó Griesa en su juzgado, para que un acreedor con bonos de la deuda externa argentina en default desde 2001 y que hasta ahora no hizo juicio en los tribunales norteamericanos, puedan sumarse a los reclamos.
Se supone que los que no se presentaron quedarán fuera de cualquier alternativa de pago que avale la Justicia de los Estados Unidos.
Entre los nuevos reclamantes, están en su mayoría los mismos fondos buitre (Elliott, Olifant, Aurelius, Blue Angel, Blackrock, etc.), que fueron comprando bonos en default (por fuera de sus tenencias originales), a bonistas que no quisieron esperar el final del juicio contra la Argentina.