El gobierno nacional comunicó que ya inició el trámite para desvincularse de la cadena de noticias Telesur, por lo que dejará de emitirse en Televisión Digital Abierta (TDA) y ya no será obligatoria en la grilla de los cableoperadores privados.
Tal como se venía anticipando, el ministro de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, y el secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco, resolvieron retirarse de la señal multiestatal en la que el Estado argentino participaba con el 16 por ciento de las acciones, y notificaron acerca de esa decisión a la canciller Susana Malcorra.
Lombardi confirmó la novedad a través de su red social Twitter, al consignar: “El Estado argentino se va de la cadena Telesur”.
El funcionario nacional reveló que la decisión fue adoptada a raíz de que nuestro país no tiene ninguna participación en los contenidos de la señal regional. Tampoco la Argentina venía participando en su gerenciamiento.
“Esta determinación va en línea con lo que nos hemos propuesto para los medios públicos, en términos de pluralismo y austeridad”, explicó Lombardi a Télam, y agregó: “Iniciamos los trámites para retirarnos con la idea es cumplir con todos los pasos legales, formales y diplomáticos, para que el Estado argentino no tenga que pagar más de lo que ya pagó por esta señal”.
Telesur, que se emite desde Caracas con una nítida línea editorial bolivariana, nació en 2005 por iniciativa del fallecido líder venezolano Hugo Chávez, con el objetivo de brindar un servicio informativo “contrahegemónico” al de las grandes cadenas de noticias globales.
La Nueva Televisión del Sur es una compañía originalmente integrada y financiada por los gobiernos de Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay y –hasta hace poco– Argentina.
No casualmente, los países que participan de la operación de Telesur reivindican cierto ideario progresista, nacionalista o de izquierda, y siguen siendo en mayor o menor medida aliados del gobierno chavista de Nicolás Maduro.
De esta manera, en consonancia con los cambios políticos producidos en el país a nivel ejecutivo, con la asunción de Mauricio Macri, Argentina se convierte en el primer país del grupo de los fundadores en abandonar su participación en Telesur.
En Argentina, Telesur tenía una penetración del 80 por ciento de los hogares entre el servicio de Televisión Digital Abierta y los cableoperadores.
La representante argentina en la compañía era hasta diciembre Carolina Silvestre, esposa del dirigente kirchnerista Juan Carlos Dante Gullo.
La emisora multiestatal tiene una corresponsalía en Buenos Aires, donde trabajaron unas diez personas hasta el 8 de diciembre, cuando al menos siete de ellas renunciaron. Por lo tanto, quien continuaba con las coberturas en el país era el periodista y ex combatiente de la Guerra de Malvinas Edgardo Esteban.