En una conferencia de prensa de Pep Guardiola, un tipo que de fútbol algo sabe, se le preguntó si su equipo, en ese caso el Manchester City, era candidato a ganar la Champions. Sin dudar un instante, sin siquiera pestañar, el DT catalán preguntó: ¿Dónde juega Messi? Y el periodista tuvo que seguirle el juego y le respondió: “En Barcelona”. “Ese es el candidato entonces”, dijo Pep.
Guardiola tal vez exagera, pero no tanto. Está claro que hoy el equipo que cuanta con Messi tiene ventaja sobre el resto. Por eso Deschamps piensa cómo anular al rosarino, es su única preocupación. Si anulás a Messi, Argentina desaparece.
No está tan errado Deschamps. Al igual que Guardiola, cree que Messi es la clave del partido. Y son pocos los que pueden refutar esta idea. Si el crack del Barsa tiene una tarde inspirada… chau Francia.
El tema es que Messi tenga ayuda. Que no lo dejen solo con un rival que le va a escalonar la marca para evitar que lastime. Que Banega vuelva a ser el Iniesta que Leo necesita para explotar su juego. Y que el resto acompañe.
Argentina llegó a octavos tomando atajos. Hizo todo lo posible para volverse antes. Desprolijidad organizativa, una preparación improvisada, conflictos internos entre jugadores y Sampaoli que se expusieron públicamente y aún no parecen resueltos. No hay nada que justifique esta presencia en octavos. O sí hubo algo. Cuando se vio en el borde del abismo jugó con el corazón… y tiene a Messi. Y como dice Guardiola, el que tiene a Messi es el candidato.
