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Argentina y Club de París abren negociación hasta el 25 de marzo

Por Carlos Burgueño. En principio y en líneas generales, el Club de París avaló el plan de pagos. Se trata de una oferta de un pago al contado de u$s 2.000 M y el resto en cuotas o canje por inversiones. La propuesta definitiva tiene plazo hasta esa fecha.

El Club de París le dará ahora a la Argentina tiempo hasta el 25 de marzo para que conteste una pregunta clave para que la renegociación por la deuda en default de unos u$s 10.000 millones tenga éxito: si acepta o no la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el acuerdo.

Para cinco países a los que se le debe dinero (Alemania, Japón, Holanda, Gran Bretaña y Austria) este capítulo es indispensable y sólo estarían dispuestos a aceptar, como mínimo, una revisión «light» asimilable al artículo IV del estatuto del organismo que maneja Christine Lagarde. Fuera de este punto, al menos por lo que se escuchó ayer en la reunión de directorio donde se avaló, tal como adelantó este diario, el comienzo de un período para abrir las negociaciones; el resto de la propuesta presentada el lunes por el ministro de Economía Axel Kicillof no tendría problemas en ser avalada. Esto es, un pago al contado de u$s 2.000 millones (en un plazo de unos 12 meses a partir de la firma del acuerdo) más un plan de pagos en cuotas de hasta 15 años (según el propio estatuto del Club de Paris) más la posibilidad de canjear pagos por inversiones directas de empresas que reciban créditos del Banco de Desarrollo Europeo.

El equipo de Kicillof, más la intervención del embajador ante la Unión Europea (UE) Hernán Lorenzino y el coordinador de la Unidad de Reestructuración de la Deuda Externa, Adrián Cosentino, tendrán ahora 60 días hasta la nueva reunión del Club de París para terminar de cerrar la propuesta y contestar si se acepta o no la intervención del FMI. Si esto último se rechaza, el 25 de marzo, cuando se vuelva a reunir el directorio del organismo acreedor, su titular Ramón Fernández y la secretaria general Clotilde L’Angevin le expondrán a los 19 Estados miembros (16 de ellos son acreedores de la Argentina) si aceptan evitar al Fondo. Luego serán los representantes de los países los que darán su aval o rechazo a continuar las negociaciones. Como se supone que la posición será negativa, salvo que la Argentina proponga pagar al contado en un plazo menor a 18 meses, lo que se esperaría es una discusión entre las partes para que el país deudor acepte al menos aplicar en las normas del ar-tículo IV. Según fuentes de los negociadores argentinos, para que esto suceda habrá que esperar hasta el 13 de febrero. Ese día se conocerá el primer dato del IPCNu, el índice de inflación nacional que reemplazará al IPC diseñado gráficamente por Guillermo Moreno y que llevó a la «moción de censura» del Fondo.

La especulación oficial desde Buenos Aires es que si el indicador es positivo, y si los técnicos del organismo que maneja Christine Lagarde dan un aval aunque sea indirecto, se aceptará hacia marzo u abril la intervención del FMI en las negociaciones con el Club de Paris. A su vez, fuentes de este organismo, afirmaban ayer que sólo con este capítulo se podrían dar por cerradas las negociaciones.

Ayer, L’Angevin dijo que aún «es muy pronto para dar alguna respuesta o reacción a Argentina sobre esta propuesta que apenas fue transmitida a los acreedores ayer (martes) por la tarde». Por su parte, el Club de París emitió un comunicado afirmando que ayer «discutió la propuesta oficial dejada por la Argentina» y que ahora comenzarán las «negociaciones formales con la Argentina».

Aclaró además que en la próxima reunión del Club de París, la del 25 de marzo, el tema deberá tener avances por parte de ambos interlocutores. Ahora será tarea de Lorenzino y Cosentino mantener los encuentros con los negociadores del organismo, que probablemente estén representados por Anthony Requin, secretario para las negociaciones multilaterales del Club de Paris. Luego, si la cosa avanza, se sumará L´ Ángevin y finalmente Fernández.

Ayer se confirmó que Alemania y Japón, Estados tradicionalmente conservadores, son los que más presionarán para que el FMI intervenga. Como además la aprobación o rechazo de un plan de pagos es por consenso (esto es, todos los países miembros deben votar a favor), saltar esta cláusula será difícil. Más bien imposible. Al explicar el Club de París sus «principios y compromisos» para considerar los casos de cada país, aclara que «el deudor debe tener un programa en curso con el FMI» y que «el nivel de tratamiento de la deuda se basa en la necesidad de financiación identificada en el programa del FMI». Más adelante insiste en que para otorgar préstamos o renegociar deudas se tiene en cuenta «el período durante el cual el acuerdo con el FMI muestra una necesidad de financiación».

El FMI intervendrá desde el primer momento de las negociaciones en su calidad de «representante de una institución internacional», con el mismo estatus que, por ejemplo, el Banco Mundial o la OCDE. Esta intervención directa incluyó la reunión de ayer.

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