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Argentina y España pondrán en marcha un instituto científico de genómica vegetal en Rosario

La ciudad fue elegida “por estar en una región donde la producción agrícola es preponderante”, indicaron los ministros de Ciencia de ambos países.

Argentina y España acordaron hoy la puesta en marcha de un instituto científico de genómica vegetal en Rosario, informaron los ministros de Ciencia argentino, Lino Barañao, y español, Cristina Garmendia.

“Tuvimos una reunión para la puesta en marcha ya del Centro Binacional de Genómica Vegetal en Rosario, un proyecto complejo que implicó avanzar en aspectos normativos y reglamentarios para este tipo de cooperaciones”, dijo Barañao.

El instituto se localiza en la ciudad luego de un “concurso de posibles locaciones, en el que ganó Rosario porque tenía la mejor masa crítica de recursos humanos, por estar en una región donde la producción agrícola es preponderante y por el apoyo del gobierno local» para radicarlo aquí, definió.

Tras la reunión con ministros que acompañaron a Buenos Aires a la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, Barañao anunció un flamante acuerdo con el centro universitario de Campinas para que científicos argentinos utilicen las instalaciones de un acelerador de partículas para estudio de proteínas y diseño de fármacos.

La ministra de Ciencia e Innovación española enfatizó: “Necesitamos potenciar un sistema científico que esté implicado en los grandes retos sociales y económicos que aborda la humanidad, para los cuales, indudablemente, la solución la tienen la ciencia y la tecnología”.

“También es de destacar la importancia de la implicancia de los gobiernos locales, provinciales y municipales, para albergar un proyecto de dos ministerios, y en España se está dando un proceso parecido, en el que a los municipios les hemos otorgado la certificación de `ciudades de la ciencia y la innovación`”, contó.

No cabe duda que “Rosario es el ejemplo de un territorio que tiene esta especialización y esta problemática, y qué mejor que este territorio para transformar en solución a un desarrollo del sector agroalimentario que a través de la tecnología de la genómica”, afirmó.

También señaló que las “empresas españolas que trabajan en el ámbito de energías renovables, han empezado transfiriendo resultados del sistema público y lo han convertido en una realidad empresarial, y están ahora en proyectos de gran envergadura”.

El instituto de genómica funcionará plenamente en dos años y prevé la ocupación de unos 100 científicos, unos 20 en la primera etapa, y luego también pasantes de España. “Creemos que va a ser un centro de excelencia para investigadores que trabajen esta disciplina y es una experiencia emblemática, ya que creemos que el incremento de la producción de alimentos va a ser posible sólo por la incorporación de tecnología”, definió Barañao. “Con España, ya tenemos cooperación con el centro de supercómputo de Barcelona, que usamos para estudios de alta complejidad comparando genomas de distintas especies”, agregó.

El ministro argumentó que “hacia el 2050 va a tener que producirse tanto alimento como en toda la historia anterior de la humanidad, y considerando el rendimiento actual de la agricultura, esto significaría tener que incorporar una superficie equivalente a la del Brasil”, aunque aclaró que «eso no existe». «La única manera de incrementar la producción un 70% -siguió- es incorporando tecnología, por eso es que para Argentina, que deriva gran parte de sus ingresos de la producción de alimentos, y para España, que importa alimentos y tiene tecnología desarrollada que puede contribuir a la alimentación mundial, éste es un proyecto de vital interés”.

El otro proyecto argentino español “tiene que ver con nano ciencias y energía renovables, dos áreas que van a modificar en forma significativa todas las áreas de la producción, incluyendo la exploración de nuevas fuentes de energía”.

Garmendia contó que en los últimos seis años, “se duplicó el presupuesto en ciencia y se incrementó un 36% el número de investigadores, que suman actualmente 220 mil científicos, más de seis cada mil empleados”.

El presupuesto español en el área científica -precisó- “es de 3 mil millones de euros y el proyectado para la Unión Europea es de 20 mil millones, con una industria de la ciencia para construcción de grandes infraestructuras”.

La ministra se refirió a “la plataforma solar de Almería o al gran telescopio de Canarias, que representan un nuevo nicho de la actividad económica”.