Imposible encontrarle algún punto positivo al 2012 que protagonizó Argentino. Su andar en el campeonato de Primera D fue nuevamente pobrísimo, todos los proyectos encarados fallaron escandalosamente y la realidad marca que la desafiliación está mucho más cerca que el ascenso a la C.
Un fracaso detrás de otro. Primero con Abel Piva, después con Sergio Barbieri y por último con Jorge Díaz. Ninguno pudo encontrarle jamás la vuelta a un equipo que estuvo siempre más cerca del fondo de la tabla que de pelear por la punta.
A lo mejor, lo único para rescatar que dejó el 2012 donde el club cumplió 100 años de vida fue el debut de numerosos juveniles de las divisiones inferiores, como en los casos de Diego Merlo, Maximiliano Romeo, Nazareno Arévalo, Facundo Reynoso o Jonathan Miranda, todos con buena proyección.
El 2012 empezó mal y terminó de la misma manera. El Toto Piva tomó las riendas a principios de año en reemplazo de la dupla Silvio Conti-Walter Bello y muchos se entusiasmaron con que la llegada de uno de los últimos ídolos de la institución sería el primer paso hacia un futuro más próspero.
Pero la ilusión se disiparía muy pronto. El Toto estuvo apenas cuatro partidos (dos perdidos y dos empatados) y se marchó bastante antes de lo esperado por diferencias con el presidente Daniel Mariatti, quien obró rápido y en pocos días acordó la llegada de Sergio Barbieri.
Pero el Cholo no podía hacer milagros y en los trece últimos partidos del campeonato el Sala cosechó sólo dos victorias, para cerrar la temporada 2011/12 en la undécima posición con apenas 35 unidades, bien lejos de la zona del Reducido.
La conclusión tras otra pobre campaña era evidente: era necesario hacer borrón y cuenta nueva. Muchos futbolistas habían cumplido su ciclo y era imperioso hacer una profunda depuración dentro del plantel.
Así, Barbieri limpió a jugadores históricos como los hermanos Luciano y Mauro Andrada, mientras que otros muchos más importantes como el goleador Luciano Pons se fueron para nunca volver.
Muchos se fueron pero en igual medida también llegaron. En total, Argentino incorporó once futbolistas durante el receso de invierno, entre los que se destacaron el arquero Cristian Londero, los defensores Mauro Bearzotti y Milton Mancilla o los delanteros Matías Juárez y Juan Manuel Castro.
Pero tras un arranque alentador con triunfo ante Deportivo Paraguayo por la mínima diferencia en el José Martín Olaeta todo volvió a la normalidad. Tres derrotas al hilo, un total de ocho partidos sin ganar y adiós Barbieri.
Era el turno de Jorge Díaz, quien volvía al club tras varios años luego de conducir al equipo que cayó ante Defensores de Cambaceres en la Promoción para ascender a la B Metropolitana en la temporada 2006/07.
Y con Díaz al frente se volvería a repetir la misma historia. Debut auspicioso con dos victorias y después, el bajón. Cuatro caídas consecutivas y dos triunfos en los últimos ocho partidos para cerrar el año con apenas 20 puntos en 19 presentaciones.
Los números que dejó el 2012 son aplastantes. De los 37 partidos que disputó en todo el año (contando la derrota 2-0 ante Liniers por la Copa Argentina a finales de octubre), el Sala sufrió 17 derrotas, empató en 13 oportunidades y se impuso nada más que en 7 ocasiones. Más contundente imposible…