La exprecandidata presidencial por Proyecto Sur, Alcira Argumedo, admitió, en declaraciones a la agencia DyN, que los votantes “les creyeron” más al FAP de Hermes Binner que a su espacio, que a ella no la “conocía ni el gato” y calificó como un “error” la decisión de Fernando Solanas de declinar la postulación a la presidencia para ir por la ciudad de Buenos Aires. Criticó a sus ex aliados Víctor De Gennaro y Humberto Tumini, a quienes acusó de haber acordado lugares en el FAP “a espaldas” pero en nombre de Proyecto Sur.
—¿Cuál es su análisis del resultado?
—Es evidente que no fue una buena elección para nosotros. Aunque era una probabilidad alta. Hay que pensar que Proyecto Sur es una fuerza muy reciente.
—¿A su entender, cuáles fueron las causas de tan magro resultado?
—Cometimos varios errores. Entre otros, el hecho de que Pino dejara la perspectiva nacional. También quedamos entrampados en una alianza en la que había puntos programáticos divergentes. Tal vez con cierta ingenuidad estuvimos esperando hasta último momento la definición de Binner que a su vez esperaba la definición de Alfonsín respecto a De Narváez.
—Tras la derrota de las primarias Solanas fue duro con algunos ex aliados del espacio, ¿coincide?
—Hubo quienes habían negociado con el socialismo y el GEN en nombre de Proyecto Sur, me refiero a De Gennaro y Tumini. Cuando fuimos a negociar nos encontramos con que el frente ya estaba inscripto con las personerías del socialismo y el GEN y nos dejaban un lugar secundario de fuerza adherente. Ellos tenían la formula presidencial, la de la provincia de Buenos Aires y los cuatros primeros lugares en las listas de diputados por la ciudad de Buenos Aires y por la provincia. Nuestros ex socios tenían tres cargos.
—La candidatura en primer término de Claudio Lozano en la ciudad de Buenos Aires, ustedes la respaldaban.
—Sí, es cierto. Estaba acordado en forma previa. Pero Lozano se plegó a la política de De Gennaro.
—¿Esas fueron las razones del bajo resultado?
—No fueron las únicas. Mi candidatura era una candidatura que no conocía nadie. A mí no me conocía ni el gato. Pero la decisión colectiva fue que si no nos presentamos peligraba el armado en el interior del país. Así que decidimos hacer una patriada. Pero con el Frente Amplio tenemos serias diferencias programáticas.
—¿Cuáles?
—Por ejemplo, el Frente Amplio firmó en 2010 un acuerdo de gobernabilidad con Duhalde y Terragno, también firmado por Federico Pinedo del PRO. Firmaron, además el GEN. Ahí se comprometen a no revisar ninguna de las medidas de los gobiernos anteriores, como las políticas mineras, los contratos petroleros ni las políticas de endeudamiento. Puntos claves para nosotros.
—¿Coincide con Duhalde en que el país está en una situación de precrisis como ocurrió en 1999?
—La situación es muy similar a lo que pasó en el 95, cuando se dio la reelección de Menem. Ahí estaban Duhalde, Scioli, Néstor y Cristina Kirchner. Por otro lado, estaba el Frente Grande, con el posibilismo de Chacho Álvarez y Bordón. Pero la única fuerza política que planteaba salir de la convertibilidad, porque nos llevaría a una profunda crisis, fuimos nosotros. En ese momento, nos fue peor que ahora, Pino sacó el 0,5 por ciento de los votos. Dos años después, Menem estaba declinando y, cuatro más tarde, Chacho llevaba a Cavallo al gobierno y vino la crisis del 2001.