Ariel “Viejo” Cantero y su pareja Rosa Bibiana Montero fueron imputados de encabezar una banda delictiva integrada por una veintena de personas que cometían diversos delitos en distintas zonas en la que también se disputaban el territorio con otros grupos. Ademas fue imputada su ex pareja y madre de Claudio «Pajaro» y Ariel «Guille» Cantero y de Ramón «Monchi» Machuca por mandar a balear escuelas y estaciones de servicio. Todos quedaron en prisión preventiva. La medida cautelar fue apelada y la decisión confirmada este jueves por el camarista Gustavo Salvador por lo que seguirán tras las rejas.
Para los fiscales Valeria Haurigot, Franco Carbone y Gastón Ávila el grupo encabezado por el Viejo y Bibi cometían ataques armados, extorsiones, homicidios, venta de drogas entre otros hechos. La investigación por la que cayó esta banda surgió en el marco de las tantas medidas que llevaron adelante los pesquisas para dar con el evadido de la cárcel de Piñero Claudio «Morocho» Mansilla, quien cayó este jueves por la noche en Zona Cero tras permanecer prófugo por casi un año. Una de esas tareas se enfocó en Villa Banana, territorio de Mansilla, y fue en ese lugar donde una persona brindó cuatro números telefónicos vinculados al entonces prófugo de la Justicia.
Uno de esos números era de Nelson “Pandu” Aguirre, quien tiene parentesco con la pareja de Morocho, contó la Fiscalía. Otra de las líneas telefónicas era de Brenda Barboza, pareja de Pandu, y los otros dos eran utilizados por la novia de un “soldadito” de Morocho Mansilla apodado Chucky, contaron.
A través de estas líneas descubrieron a esta organización polirrubro. Tras estos datos, los fiscales solicitaron al Tribunal intervenciones telefónicas que dejaron al descubierto la organización y su funcionamiento. Los fiscales contaron que hay unas mil páginas de escuchas que hacen referencia a la comisión de diversos delitos.
Los sospechosos fueron detenidos el 27 de abril en una treintena de allanamientos en Rosario, Villa Gobernador Gálvez y Villa Constitución. Entre los apresados estaban el Viejo Cantero y su pareja Bibi Montero. También fue imputado Pandu, que está detenido cumpliendo condena por homicidio; su pareja junto a otras 18 personas.
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Para los fiscales, el Viejo y Bibi eran los cabecillas, los que daban el visto bueno para la comisión de diversos delitos como también resolvían “controversias “, estaban vinculados a apuestas en riña de gallos, cinchadas y alquiler de terrenos fiscales. Además, le achacaron tener en su poder, en forma indebida y con ánimo de lucro, cajas de alimentos del programa municipal Cuidar que habían sido entregadas a una asociación civil. Desde el entorno del Viejo indicaron que en la casa allanada de Avellaneda al 4500 funciona un comedor y que la mercadería no había sido adquirida de forma indebida.
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También fue imputado Pandu como jefe de una célula del grupo integrado por Brenda Jackeline Barboza, Viviana Roxana Camejo, Ángel Manuel Villarruel, Jorge Barboza, Alien Gisela Centurión, Jonatan Adrián Sánchez, Marcela Carolina Irma Aguirre, Esteban Ruben Stoppani, Ester Teresa Fuente, Romina Alejandra Berón, Rodrigo Gustavo “Wititi”Berón, Jésica Andrea Berón, Oscar Malagueño y Nazareno Uriel Gauna, según la Fiscalía.
Otro subgrupo estaba a cargo de Marcos Daniel Vera, quien facilitaba el nexo entre la pareja Cantero-Montero y Pandu. Operaban en Villa Constitución y está integrado por: su hijo Yair Agustin Vera, Jonatan Gabriel “Patito” Velázquez, Sebastián “Piquito” Gómez, remisero que se encargaba el traslado de dinero que la banda generaba en forma ilegal, y Leonardo Pucheta.
La Cele
En esa oportunidad también imputaron a Celestina Contreras. En su caso, la fiscalía le achacó la instigación de una serie de balaceras a escuelas. La imputaron de pagar por estos encargos para demostrar poderío.
Contaron que los blancos fueron el Complejo Educativo Santa Isabel de Hungría, ubicado en Cafferata al 4000, y la escuela técnica Crisol, de Magnano al 6300, el 14 de noviembre pasado. También a algunas estaciones de servicio.
Todos los imputados quedaron detenidos preventivamente. La decisión fue apelada y la revisión quedó en manos del camarista Gustavo Salvador. Este jueves se conoció la decisión del magistrado, quien resolvió confirmar la resolución por lo que el grupo continuará tras las rejas en forma preventiva.
