El presidente Alberto Fernández designó este jueves al actual intendente del partido bonaerense de Escobar, Ariel Sujarchuk, como titular del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable, la clave área que tendrá a su cargo el contralor de lo que ocurra en la troncal del río Paraná, ahora bajo gestión estatal por al menos un año. Fernández y Sujarchuk mantuvieron un encuentro en la Quinta de Olivos del que también participó el ministro de Transporte, Alexis Guerrera. La designación se decidió mientras el Ente avanza en el armado de los pliegos para una nueva licitación de largo plazo, cuyo ganador administrará los trabajos de dragado y balizamiento de la principal vía navegable del país, según informó la Presidencia a través de un comunicado.
El Ente a cargo de Sujarchuk está conformado por Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe, tiene sede en Rosario, y representa la mayor participación equitativa del sector en la vía navegable de los últimos 26 años. Además, sobre las decisiones que competen a la administración de la vía navegable, tendrán injerencia los ministerios de Transporte, Interior, Desarrollo Productivo, Relaciones Exteriores, Agricultura, Medio Ambiente, Seguridad y Obras Públicas.
En ese marco fuentes oficiales sostuvieron que Sujarchuk “trabajará coordinado con el sector público y las provincias”.
Actualmente, la administración y el mantenimiento de la vía navegable está coordinada por la Administración General de Puertos, pero cuando se complete el plazo de transición pasará a manos del Ente, para avanzar en un proceso de licitación y una nueva concesión. Es idea que nunca varió en el Ministerio de Transporte, un feudo del sector que responde al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa. Sujarchuk se acercó al massismo tras la derrota de 2015, ya como parte de una nueva generación de intendentes bonaerenses. Antes había revistado en el Ministerio de Desarrollo Social, al mando de Alicia Kirchner.
Ahora el massista tallará sobre la vía por donde sale casi el 80% de la producción nacional que se exporta. Y por donde pasa también cereal originario de Paraguay sobre el que pesa más de una sospecha de en qué territorio fue cosechado.
La hidrovía Paraná-Paraguay es un corredor natural de transporte fluvial de más de 3.400 kilómetros de largo, que se extiende a través de los ríos Paraná y Paraguay, y permite la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia Paraguay y Uruguay.
Se trata de un inmenso sistema hídrico denominado “Cuenca del Plata”, que comprende a una vasta región de algo más de tres millones de kilómetros cuadrados de superficie, cuyas aguas superficiales descargan en el Río de la Plata.
La cuenca se abre en forma de abanico a partir de la desembocadura del río, desplegándose dentro de la jurisdicción de cinco países. Abarca gran parte del sur, del sudoeste y del centro-oeste de Brasil, el sudoeste de Bolivia; gran parte de Uruguay; todo el Paraguay y casi todo el norte, la Mesopotamia y la pampa húmeda de la Argentina.
Además de la cuestión comercial, está la ambiental: el sistema constituye una de las reservas hídricas más importantes del planeta, no sólo por el caudal de los ríos sino por la diversidad biológica del área y por la riqueza de los territorios que aquellos bañan.
Por su extensión, es la segunda cuenca después de la amazónica en esta parte del continente, y constituye el área donde se concentra una importante actividad económica y la mayor densidad de población.