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Aristimuño recrea su mundo anfibio

El cantautor sureño  Lisandro Aristimuño presentará "Mundo anfibio", su quinto disco en estudio que cuenta con las participaciones de Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu y Diego Frenkel. Estará el viernes en el Astengo con entradas casi agotadas.

Daniela Barreiro

Dueño de una lírica elogiada tanto por el público como por sus colegas, el cantautor rionegrino Lisandro Aristimuño presentará en Rosario su último disco de estudio titulado Mundo anfibio.

Aristimuño: «Trabajo como un director de cine que va buscando bandas de sonido».

El material, para el que el artista se dispuso a bucear en los vericuetos del rock nacional, y cuya inspiración partió del nacimiento de su primer hijo, sonará esta noche, a partir de las 21.30, en el Teatro Fundación Astengo (Mitre 754) para el cual, al cierre de esta edición, las entradas se encontraban casi agotadas.
Editado por su propio sello independiente Viento Azul, Mundo anfibio es el quinto disco de estudio de Aristimuño, una obra conceptual de once canciones que cuenta con las participaciones de Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu y Boom Boom Kid en carácter de músicos invitados, además de Diego Frenkel en la asistencia de audio en guitarras eléctricas.
La carrera artística de Aristimuño surge de la mano de sus padres: él director de teatro y músico y ella actriz, una semilla que, plantada desde su infancia, lo llevó a recorrer gran parte del sur argentino inclinado totalmente al mundo musical pero con indudables vetas cinematográficas y teatrales.
Tras participar de algunas agrupaciones y secundar al músico Fernando Barilá, Lisandro se instaló en Buenos Aires a fines de 2001, donde comenzaron a madurar las canciones de su primer disco, Azules turquesas (2004). A ese material le siguieron Ese asunto de la ventana (2005), 39º (2007) y el registro que le valió el reconocimiento del público: Las crónicas del viento (2009).
Algunos años después, y tras haber compartido escenario con talentosos artistas que se reconocen sus admiradores, Aristimuño editó Mundo anfibio, un “disco muy grande, con un título muy fuerte, muy amplio”, aseguró el compositor al tiempo que relató: “Intenté que este disco tenga la fuerza del disco en vivo y hasta más. También use mucho la tecnología porque son los nuevos instrumentos y me interesa mucho incorporarlos para que se mezclen con la madera de la guitarra”.
De la mano de este disco, Aristimuño incursiona en el rock, un género que si bien siempre estuvo presente entre sus influencias nunca había abordado en profundidad. “Tenía ganas de hacer un disco más directo, con menos vueltas. Los discos anteriores eran más introspectivos, algo más terapéuticos –describió–. En este disco intenté tener un diálogo más directo con el oyente, que sea más palpable y quizá menos abierto, al menos en las letras. A diferencia de los otros discos en los que había muchas metáforas, porque me gusta que el oyente ponga su idea sobre una canción, en este intenté que no haya una doble lectura sino sólo una y bastante firme; por eso busqué un género más crudo, más despojado”.
Y el concepto elegido para llevar adelante esta obra fue el de lo anfibio, un mundo de mutaciones que tuvo como inspiración a su primogénita en el vientre materno pero también a la mutación del ser humano en tanto animal que habita el planeta Tierra. “Busqué marcar la relación del ser humano con el sistema, el mundo anfibio tiene que ver con mi visión sobre lo que está pasando con la naturaleza. Partir de todo lo malo que está ocurriendo en el mundo y ponerle algo de positivismo, renovarlo para seguir adelante. El nacimiento de mi hija hizo que tenga la necesidad de dar un mensaje positivo y el hecho de saber que hay un ser humano adentro de una panza cerró el concepto de «anfibio», me hizo pensar que todos somos anfibios, salimos del agua e intentamos adaptarnos y mutar en el sistema frente a las cosas que se nos van poniendo enfrente a medida que pasa el tiempo”.
Además, y respecto a su búsqueda artística, Aristimuño señaló: “Si me sintiera dentro de un colectivo y cada asiento fuera un género, me sentaría un ratito en cada lugar, no me gusta quedarme en uno. Creo que en todos los géneros hay algo bueno, que me hace feliz. Si quiero hacer algo alegre, seguramente, investigue ritmos más caribeños, o el reggae y la cumbia; o si quiero hacer algo más nostálgico, quizá vaya más hacia el tango. Me gusta trabajar como si fuera el director de una película que va buscando bandas de sonido”.
Por último, Aristimuño opinó sobre las implicancias de la ley de la música y contó las motivaciones por las que decidió abrir su propio sello discográfico: “La ley es un aporte porque la cultura y el arte de un país es algo muy valioso, las grandes corporaciones y los grandes países, lo que quieren, es matar eso, la cultura de los lugares, los orígenes y las bases de cada país y hacer una estandarización de todo. Pretenden que todos nos vistamos igual, con la misma marca y de la misma manera, como si fuéramos soldaditos. Las grandes discográficas son corporaciones extranjeras, entonces es difícil estar trabajando con alguien que busca llevar plata a otro lugar o ganar premios internacionales. Mi sello tiene que ver con dar una mano a otros artistas que empiezan, pero también con trabajar por una continuidad. Por ejemplo: la plata que ganamos con Las crónicas del viento la invertimos en editar discos de otros artistas. Hay un intento de superar el individualismo, intentar que no sólo me vaya bien a mí sino también dar a conocer a otros artistas para que la que crezca sea la música argentina”.

En los Grammy latinos

Mundo anfibio es un disco cuyo concepto lo recorre, las rítmicas y la lírica introducen al oyente en un mundo que tiene su correlato perfecto en el arte de tapa y el recorrido del booklet. Con ilustraciones del pintor Gabriel Sainz, el material muestra una ciudad entre antigua y futurista (anacrónica y de ciencia ficción) con hombres y animales anfibios que conviven en un ambiente contaminado que mezcla el verde de un prado con una ciudad industrial. “La tierra, los árboles, los animales; a veces puede sonar inocente pero creo que el cuidado de la naturaleza cambia todo. Si empezamos a destruir todo vamos a vivir en una heladera. Las personas están cada vez más individualistas, sin pensar en el todo. Eso es lo que quiero transmitir, esta es mi forma de expresare y creo que si se busca un cambio hay que empezar por uno», aseguró Aristimuño.

Para ver y escuchar

En los últimos días se dio a conocer la lista de nominados a los codiciados Grammy latinos, una nómina en la que Aristimuño figura como firme candidato a alzarse con la estatuilla a mejor disco alternativo de la mano del material que se estrena esta noche en la ciudad. “Agradezco a los que me felicitan por estar nominado al Grammy latino por Mundo anfibio (editado por mi sello independiente Viento Azul, ¡vamos!). No creo que gane, pero es lindo saber que consideran también a los artistas independientes y de autogestión  dentro de los nominados», posteó el músico en su muro de Facebook poco después de conocer la noticia.

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