David Ferrara
Conoce Provincial de estas emociones fuertes, de estos reencuentros esperados, de estas historias de pertenencia, de círculos que se cierran; en definitiva, de amor, ¿para qué esquivar la palabra?
Fue Pablo Fernández, fue Guido Mariani, fue Adrián Boccia. Y es Matías Aristu el que pega la vuelta para darse un gusto y generar un plus de identificación con la historia reciente del básquet rojo, de esa raíz que los une a todos.
Pero tal vez lo más relevante del contexto es entender que todos aquellos que debieron buscar años atrás su futuro lejos del club y de Rosario, ahora tienen en su ciudad y en su casa el marco acorde para desarrollarse. El regreso no es un esfuerzo unidireccional, no es una determinación inusual, sino que tiene bases lógicas que invitan a que la historia se repita.
“Estoy muy feliz, esta vuelta para mí llega en un gran momento, en el que el club se encuentra en un progreso constante de crecimiento en el profesionalismo, con ganas de más, de seguir superando desafíos desde lo deportivo. Hay gente muy capacitada trabajando, la figura de Pablo Fernández como director deportivo le da un gran salto de calidad, y el trabajo dirigencial de los Bloch. Hay estructura, hay chicos con muchísimo potencial, y un equipo que se consolida día tras día”, contó Aristu horas después de confirmar oficialmente su retorno y mientras hurgaba en su casa en busca de fotos de sus inicios en el Rojo.
“Nada es casualidad, se viene reflejando en resultados lo bien que está haciendo las cosas Provincial. Para mí es una gran oportunidad de seguir mejorando en lo personal y de aportarle a la institución mi experiencia”, agregó.
Matías no se puso plazos ni realizó promesas. Pero cuando vio la chance la aprovechó: “Intenté durante estos últimos años no ponerle expectativas a la posible vuelta al club, siempre estuvimos en contacto y acompañé como hincha, y lo que siempre hablamos fue que si volvía tenía que ser porque era lo mejor para mi carrera desde lo profesional y deportivo, y no que sea por lo pasional. Esta vez se dieron las cosas, y me entusiasma mucho poder volver”.
Desde lo afectivo es un momento especial y son horas de emociones fuertes. “Estoy re contento, Provincial para mí es familia, encontrar en el club que me formé desde muy chico la estructura y el nivel para poder transitar una temporada de mi carrera es impagable. Potenciar lo profesional con lo pasional es un plus, va a ser un lindo desafío que quiero disfrutar al máximo”, contó y reflejó lo que fueron estas horas: “Me van llegando mensajes con mucho cariño, familia, amigos, amigas, conocidos de la ciudad. Para mí es una alegría enorme saber que tengo el apoyo incondicional de mi gente siempre a todos lados adonde voy, y ahora que voy a jugar en la ciudad y en mi club va a ser muy especial compartirlo de más cerca”.
Se pica la bola en el Bonilla, se afina la mira de tres puntos en 27 de Febrero. La vida dio sus vueltas, pero los caminos conducen a casa.
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