La Justicia santafesina investiga la aparición de al menos 15 armas reglamentarias que debieron ser destruidas en noviembre pasado y que fueron incautadas en operativos vinculados con distintos hechos delictivos. La hipótesis es que fue burlada la cadena de custodia de ese armamento y muchas de ellas terminaron en manos de los delincuentes.
En ese marco, el fiscal de la capital provincial Andrés Marchi citó a declarar a las personas que intervinieron en la cadena de custodia para saber cómo fueron sacadas del horno en el que iban a fundirse.
En noviembre del año pasado, el Ministerio de Seguridad y la Corte Suprema de Justicia de la provincia firmaron un convenio para destruir 715 armas de la Policía que estaban en mal estado, a la vez que eran reemplazadas por otras nuevas.
El fiscal regional Jorge Nessier relató a El Ciudadano que la investigación comenzó hace unas semanas, luego de que se detectaran armas en distintos hechos delictivos que deberían haber sido fundidas en un horno especial ya que estaban vetustas. “Se trata de pistolas que tenían como destino la fundición y no el puño de un delincuente”, destacó el fiscal.
La pesquisa fue derivada al fiscal Marchi que intenta establecer cómo fue que esas armas salieron del circuito y qué responsabilidades puede haber, es decir quién las sustrajo de la destrucción.
“Hace unas semanas se detectaron armas que tenían esa numeración y figuraban como destruidas”, destacó una fuente de la pesquisa. Y detalló que se remitieron a pericias y algunas de ella están sometidas a ese proceso.
Según la fuente, el fiscal comenzó a tomar declaración a las personas vinculadas con el traslado y a pedir informes de constatación en los lugares en los que se llevó adelante la destrucción de las mismas. “Se investiga en qué parte se corrompió la cadena de custodia de las armas (715 en total) que por convenio provenían del departamento de Logística de la UR I. Luego fueron remitidas a la subsecretaría de Control de Armas y de allí a la sala de efectos de la Corte para su disposición final. Todo quedó plasmado en actas rubricadas en cada pase del armamento”, detallaron los pesquisas.
Convenio
Tal como publicó ayer el sitio Zonacríticaonline, el 3 de noviembre del año pasado se ordenó destruir, luego de una clasificación, armas y municiones que estaban en el departamento de Logística de la Policía santafesina. La instrucción incluía catalogar las armas y fundir las piezas por separado. A la sala de efectos de la Corte llegaron 500 pistolas calibre 9 mm marca FM, 22 pistolas calibre 11.25 mm sistema Colt, 3 pistolas calibre 22 mm sistema Colt, 160 escopetas calibre 12.70 mm, 11 ametralladoras Halcón calibre 9 mm, 9 ametralladoras FMK3 calibre 9 mm y 10 ametralladoras PAM calibre 9 mm. Y más de 4.000 vainas servidas.