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Aromito: así se llama la primera variedad registrada de cannabis que se desarrolló en Santa Fe

Es un desarrollo de la empresa Nisor, de reciente creación y formada por jóvenes profesionales. la variedad, con alto contenido de CBD (medicinal) y bajo de THC (psicoactivo) fue inscripta en el Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares. Ahora buscan terminar la versión "feminizada"

La creación fitogenética de cannabis sativa bautizada “Aromito” se incorporó al Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares. La variedad fue desarrollada por un grupo de jóvenes profesionales de la firma Nisor, radicada en la ciudad santafesina de Laguna Paiva, 40 kilómetros al norte de la capital provincial

Nisor es una empresa de reciente creación que desea posicionarse en el mercado del cannabis como generadora de germoplasma con aplicación al ámbito medicinal y como asesora de cultivo y extracciones. Cuenta con un equipo multidisciplinario de profesionales que integran desde mastergrowers hasta ingenieros. Actualmente, alrededor de diez personas trabajan en el proyecto.

Desde el Gobierno santafesino, a través del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología y del Centro de Investigación y Desarrollo de Cannabis Medicinal, Acuicultura y Agroecología (CIDCaM), se avanza para fortalecer el conocimiento y la experiencia al servicio del desarrollo de la industria regional.

La subsecretaria de Proyectos de Innovación Productiva del Ministerio y responsable del CIDCaM, Eliana Gisel Eberle, destacó que el desarrollo “marca un hito histórico para la provincia de Santa Fe y para la prometedora industria de cannabis medicinal en Argentina“. La funcionaria celebrò que “este talentoso grupo de jóvenes emprendedores ha logrado inscribir exitosamente la primera genética de cannabis desarrollada íntegramente en la región”. Y evaluó que se trata de un avance “significativo en los primeros progresos de ensayos de investigación y producción de aceites medicinales, y un testimonio del de cómo el ingenio y la dedicación de estos jóvenes marca pasos necesarios en el proceso de desarrollo de esta nueva medicina y a la vez, para la agricultura en Santa Fe y en todo el país”.

 

Alto contenido de CBD (medicinal) y bajo de THC (psicoactivo)

 

La semilla parte de una variedad de CBD medicinal. “Lo que se hizo fue utilizar dos métodos, cruzamiento selectivo entre especies del mismo género y backcrossing con parentales recurrentes. Esto último, para poder bloquear los rasgos o caracteres deseados de las plantas con las que partimos. El objetivo final siempre fue pensar en la inflorescencia de la planta: una variedad con alto contenido de CBD y bajo contenido de THC. Ahora estamos trabajando con cruzas con otras variedades para obtención de variedades con ratios más equilibrados y también en feminizar Aromito para inscribirla en su versión feminizada”, explicó el ingeniero socio fundador de la firma, Fabricio Hubeaut.

El referente de Nisor repasó lo que significa para la firma haber registrado la variedad: “Para nosotros es un orgullo enorme, por un lado, porque en nuestro equipo somos todos apasionados del cultivo de cannabis y esto es algo que legitima el empeño y la pasión que le ponemos a este proyecto todos los días. Pero también, porque Santa Fe es una provincia que tiene muchísimos proyectos serios en relación con la temática. Está el CIDCaM, que es un referente a nivel nacional, hay numerosas asociaciones civiles haciendo un trabajo impecable, redes de médicos e investigadores del Conicet haciendo trabajos de renombre internacional. Nosotros somos una pieza más en el engranaje”.

 

Soberanía sobre la semilla

 

La subsecretaria Eberle destacó lo que significa “contar con la propiedad” de la semilla santafesina, como “pilar fundamental para garantizar la seguridad de desarrollo, la sostenibilidad agrícola y el progreso económico”. Y en la misma línea, marcó: “La soberanía sobre las semillas otorga la capacidad de adaptar nuestras variedades agrícolas a las condiciones climáticas y de suelo específicas de nuestra región, maximizando así la productividad y la resistencia de nuestros cultivos. La inversión en investigación y desarrollo en el ámbito agropecuario es esencial para encontrar soluciones innovadoras, como variedades más resistentes a enfermedades, tolerantes a sequías o con mayor contenido nutricional. Todo esto contribuye a una producción más eficiente y a la creación de un sector agrícola más competitivo a nivel internacional”.

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