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Arquitectos y albañiles, grandes perdedores del nuevo Procrear

Sostienen que el plan beneficia a las grandes constructoras y las inmobiliarias, y que atenta contra las fuentes laborales.

El nuevo sistema para el Programa de Crédito Argentino (Procrear) que anunció el gobierno nacional ya genera algunas críticas. Representantes de los arquitectos mencionaron que la iniciativa sólo contempla intereses de las cámaras constructoras e inmobiliarias. Mientras que desde la Uocra añadieron que se perderán varios puestos de trabajo que se generaban con la edificación particular de viviendas en la anterior versión del proyecto crediticio. También hay muchas dudas en torno al régimen de indexación de cuotas.

El plan que anunció el presidente Mauricio Macri hace una semana estará destinado a la compra de casas usadas o nuevas y ya no a la construcción, refacción o ampliación de viviendas que implementó el gobierno de Cristina Fernández del Kirchner.

Tampoco estará subsidiado el interés, sino que el Estado aportará una parte del valor de la vivienda. Otra diferencia con el plan kirchnerista es que el acceso al crédito será por puntaje, según el grado de vulnerabilidad de la familia, y no por sorteo, como se venía haciendo.

El nuevo programa está dirigido a familias con ingresos formales de entre dos y cuatro salarios mínimos (entre 15.120 y 30.240 pesos a partir de septiembre) para una vivienda única de hasta 1.500.000 pesos.

En torno con la relación cuota-ingreso, el porcentaje inicial a pagar puede cubrir hasta un máximo del 25 por ciento del ingreso neto familiar. Mientras que la antigüedad laboral mínima exigida es de 1 año tanto en relación de dependencia como para autónomos y monotributistas.

Críticas

Como en todo cambio de una iniciativa hay quienes ganan y pierden. El nuevo programa no cayó bien en sectores de la economía local. Es que el sistema que desarrolló el gobierno anterior generó una gran demanda de profesionales y técnicos particulares (maestros mayores de obra y electricistas, por citar sólo dos casos), albañiles y todos los negocios (muchos minoristas) vinculados con la construcción, como corralones, pinturerías y ladrilleras, entre otros.

En diálogo con este medio, José Saruá, ahora asesor del Colegio de Arquitectos de Rosario que presidió por 12 años, sostuvo que las modificaciones buscan beneficiar a las corporaciones inmobiliarias y grandes empresas constructoras.

“Es indudable que esto es producto del lobby que hicieron esos sectores. En estas situaciones el Estado suele consultar más a los grupos de poder y no a los profesionales independientes, que somos los que estamos en el día a día en el tema. Además, da la impresión de que el plan tampoco se pensó para los sectores medios”, señaló.

Saruá mencionó que el nuevo Procrear también quita a los beneficiarios la posibilidad de diseñar su propia vivienda. “Con el anterior proyecto uno elegía el modelo o cómo la quería hacer. Ahora habrá que adaptarse a lo que fija el mercado. Te van vender lo que quieren. No es lo mismo comprar que construir tu propia vivienda. Porque además uno va manejando sus tiempos”, manifestó.

En tanto, Sixto Irrazábal, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) en Rosario, hizo eje en el aspecto laboral y en la transparencia.

“Al no ser por sorteo le van a dar los créditos a los amigos. No está claro cómo se va asignar. Además, esto a nosotros no nos genera nada de trabajo. Tendrían que haber seguido con el proyecto anterior y mejorarlo. Y no empezar todo de nuevo. Sólo beneficia a quienes están comercializando edificio construidos. Y eleva los precios de todo el mercado”, señaló.

El dirigente sindical mencionó que las viviendas particulares que se desarrollaban bajo el viejo programa eran muchas veces “refugio” de trabajadores descartados por las grandes constructoras. Esos obreros se la verán muy complicada ahora.

“Son trabajadores que quedaban fuera del sistema porque las ART los rechazaban por cuestiones físicas. Muchos de ellos se volcaron, por ejemplo, a las obras en los nuevos loteos de Funes o Roldán, que avanzaron mucho por el Procrear. Si bien en general se desempeñaban en negro, eso les permitía sobrevivir”, explicó.

Lejos del centro y para arreglar

Como era de esperar, desde la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario vieron con agrado el nuevo  Procrear anunciado por el gobierno nacional. De todas formas, también marcaron los límites que plantean los montos que tiene previsto entregar el gobierno.

“El crédito calza muy bien para departamentos de un dormitorio. Quienes sean beneficiarios podrán encontrar opciones muy interesantes, con poca antigüedad y bien ubicados”, precisó José Ellena, presidente de Cadeiros, en diálogo con el portal viarosario.com.

“Justamente, los departamentos de un ambiente céntricos se consiguen desde 1.100.000 pesos”, agregó.

Ahora bien, si quien busca adquirir la propiedad tiene hijos y necesita sí o sí otro cuarto, deberá resignarse a un emplazamiento más alejado del centro.

“Prácticamente no hay departamentos de dos ambientes en el centro con los valores que otorga el Procrear. Lo que hay son unidades con más de 30 años, fuera de los bulevares, que necesitan de arreglos”, mencionó Ellena.

La cuota, otro punto dudoso

En tanto, el interrogante más grande que plantea el renovado Procrear gira en torno a cómo afrontarán las familias beneficiarias una cuota indexada por el índice de inflación UVI (Unidad de Vivienda), más una tasa de interés.

El cálculo de la UVI surge y se actualiza de la estimación promedio del valor del metro cuadrado de construcción en seis ciudades del país tomadas como referencia. El sistema funcionó hasta ahora sólo en países con muy baja tasa de inflación, como Chile (que tiene entre el 4 y el 5 por ciento anual y es de donde se copió el modelo local), pero no parece ser lo ideal en sitios con alta inestabilidad de precios como Argentina.

De hecho, en los últimos tres meses (de marzo a junio) el índice UVI ya subió un 10 por ciento.

Uno de los ejemplos que entregó el gobierno nacional el lunes pasado cuando se anunció el nuevo programa es que una familia con hijos y un ingreso de 25.000 pesos (y un ahorro de 175.000 pesos) podría acceder a una vivienda de 1.165.725 pesos a través de un crédito a 15 años con una cuota inicial de 6.250 pesos.

No es muy arriesgado decir que ese monto inicial a abonar ya está muy cerca de la capacidad de pago disponible de esa familia, con lo cual una mínima distorsión negativa entre el crecimiento de sus ingresos en un año y la indexación de las cuotas, la colocaría en una situación muy complicada. Escenario con perspectiva de repetirse año tras año. Para Ariel D’Orazio, integrante de la Oficina Municipal de Defensa al Consumidor y la ONG Concejalía Popular, es por esto que el plan “prioriza la rentabilidad financiera por sobre el derecho a acceder a la vivienda”.

“Si se dispara la inflación va a ser imposible pagar el crédito. Ya con este nivel de suba de precios el año próximo cualquier cuota sería bastante mayor. El capital se actualiza todo el tiempo. Esto tiene mucho olor a la vieja 1050 de la época de la dictadura. Nosotros en principio le recomendamos a la gente que se inscriba. Pero que analice bien la situación”, señaló.

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