Con la urgencia de contratar al director técnico del seleccionado y ante el comienzo de un nuevo modelo de campeonatos, la dirigencia del fútbol argentino empezará a transitar la nueva era sin Julio Grondona, el presidente que manejó con mano dura los hilos durante los últimos 35 años.
Hoy la AFA reabrirá sus puertas para las tareas administrativas en la sede de Viamonte 1366 y se aguarda que mañana el vicepresidente primero, Luis Segura, reciba un formal respaldo como nuevo titular hasta la Asamblea del 25 de octubre en el que se definirá el sucesor.
Segura, filmado durante el Mundial vendiendo entradas, por ahora no tendría escollos de parte de sus pares de Comité Ejecutivo pues todavía deben elegir al DT que reemplazará a Alejandro Sabella.
Los focos apuntan a Gerardo Martino, luego que Diego Simeone, el elegido por Don Julio, confirmara que seguirá en el Atlético Madrid. El 3 de setiembre Argentina jugará un amistoso ante Alemania, flamante campeón del Mundo, en Dusseldorf. Queda un mes y antes el nuevo entrenador deberá dar la lista de convocados.
Las aguas de la política dirigencial no estarán calmas por mucho tiempo más. “Si hubo dirigentes que intentaron hacer cambios estando Grondona, imaginate lo que se viene”, contó un directivo a DyN. Pero en estos tiempos en que el Estado Nacional tiene negocios con AFA, no estarán solo en la disputa grondonistas y no grondonistas, sino kirchneristas y no kirchnernista, y encima de cara a un año electoral donde el oficialismo comulgó con el fallecido Pope y la oposición fue duramente crítica.
La AFA tiene ya armado su torneo de transición que no agitará aguas hasta diciembre, pero desde el año próximo está previsto que sean 30 los equipos en Primera, con lo cual cobra importancia el transicional de la B Nacional.
En ningún torneo del mundo hay 30 equipos en la máxima división. Fue diagramado personalmente por Grondona, avalado por el gobierno, con plena incidencia en los organigramas del fútbol a partir de los miles de millones que lleva puesto en la televisación, y aprobado con muchos dirigentes masticando bronca.
Los directivos saben que el problema no son los ascensos masivos, sino que pasará cuando se quiera recomponer un torneo con un número acorde, como los 20 actuales, y deban descender unos cuantos.
Este punto es preocupación de varios dirigentes, en especial de los que ya están en Primera. Además de tener que negociar con el Gobierno, como Grondona lo hizo, sea por los ingresos o la moratoria con la Afip, la dirigencia deberá también estar atenta con que los clubes estén al día con el pago de los salarios.
Don Julio se encargó personalmente en los últimos años de acordar con el titular de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi, los comienzos tranquilos de los torneos, logrando el dinero para que el club levante las inhibiciones. Empieza una nueva y compleja etapa en el fútbol argentino.