“Bueno, te dejo un mensaje. Decile que se meta el traslado ya sabe dónde y que lo voy a matar”. Fue un llamado telefónico producido en 2016 al Juzgado de Sentencia N°3 de los Tribunales provinciales. Según la investigación el llamado provino de una unidad penitenciaria de Chubut. En esa cárcel estaba detenido Ariel «Guille» Cantero esperando juicio oral y público por asociación ilícita y varios hechos de homicidio a disposición del destinatario del mensaje: el juez Edgardo Fertitta. El fiscal Fernando Dalmau lo imputó por coacción agravada y este viernes inició el juicio oral y público por videoconferencia: la acusación pidió 7 años y medio de condena. Preside el debate el juez Pablo Pinto.
Cerca de las 12.30 del 19 de agosto de 2016 el Juzgado de Sentencia N°3 recibió dos llamados. En la primera comunicación un hombre que se identificó como Cantero preguntó por Fertitta. La pasante que lo atendió le dijo que no estaba y el interlocutor cortó. Pero el teléfono volvió a sonar cerca 12.49. La persona del otro lado del audicular dijo llamarse Cantero y volvió a preguntar por el magistrado. La joven le dio la misma respuesta y según la acusación fiscal le dijo: “Bueno, te dejo un mensaje. Decile que se meta el traslado ya sabe dónde y que lo voy a matar”.
La pesquisa determinó que la llamada provino de un teléfono público que se encuentra en el pabellón 8, sector B del Instituto de Seguridad y Resociabilización de la ciudad de Rawson, en la provincia de Chubut. Para el fiscal el acusado dejó un mensaje intimidatorio con amenazas de muerte exponiendo la posibilidad de ocasionar un mal grave y futuro, siendo en este caso un daño físico al magistrado, quien se sintió alarmado y amedrentado ante la posibilidad de concreción de un atentado, explicó el fiscal.
Para Dalmau tuvo la intención de condicionar y obligar al juez en el ámbito del desarrollo de sus decisiones propias de su estatus jurisdiccional. Por la defensa se encuentra el letrado Fausto Yrure, quien había adelantado en otras ocasiones de que se trata de un caso de palabra contra palabra y cuestionó la calificación legal.
Piden siete años de prisión para Guille Cantero por amenazar a un juez
La caída de Guille
Tras el crimen de Claudio «Pájaro» Cantero a fin de mayo de 2013, y la seguidilla de homicidios que se vincularon con una venganza por la muerte del mandamás de la banda de Los Monos, la Justicia abrió una investigación contra el clan Cantero y sus allegados por asociación ilícita. Guille Cantero se entregó en Jefatura en junio de 2013. Desde entonces está preso.
En enero de 2016 el Ministerio de Seguridad, con base en una presunta posibilidad de fuga de la cárcel de Piñero, trasladó a Guille Cantero junto a Jorge “Ema” Chamorro al sur. Cantero fue a un penal en Rawson y Chamorro a una unidad penitenciaria de Neuquén, donde fue apuñalado a los pocos meses de llegar. Tras salvarse de milagro fue trasladado al penal de Ezeiza pero Cantero no quiso la oferta: quería volver a la provincia.
Guille pidió el traslado a Santa Fe ante el juzgado de Fertitta, planteo que fue denegado la semana previa a los llamados telefónicos. Cantero siguió preso en el sur y en septiembre su sobrina, la hija de Claudio Cantero, fue a visitarlo y el auto en el que era trasladaba volcó. La adolescente murió por las lesiones recibidas. Finalmente Guille logró volver a la provincia en diciembre de ese año.
Condenas
Cantero recibió varias condenas en estos últimos años, tanto en el fuero federal como en el provincial. La primera tuvo lugar en 2014 y fue penado con dos años de prisión por la tenencia ilegal de una pistola calibre 40 con la numeración limada.
El arma fue encontrada durante un allanamiento en una casa de Granadero Baigorria en el marco de una medida judicial en la causa por el crimen de adolescente Walter Cáceres, a víctima cuando volvía de ver un partido en Buenos Aires en un colectivo de la hinchada de Newells. Los micros fueron atacados a balazos en la entrada a la ciudad por la autopista Rosario-Buenos Aires.
Luego de un frustrado acuerdo abreviado, Cantero llegó a juicio como uno de los líderes de la banda de Los Monos. En abril de 2018 lo penaron en el fuero provincial a 22 años de cárcel como jefe de asociación ilícita, cohecho agravado y el homicidio de Diego «Tarta» Demarre.
En diciembre de ese año se llevó adelante en el fuero federal el juicio conocido como Los Patrones. Lo condenaron a 15 años por considerarlo organizador (junto con Jorge Ema Chamorro, condenado a 17 años) de una banda que comercializaba, estiraba y traficaba droga en barrios de las zonas sur y sudoeste de Rosario.
En octubre de 2019 la Justicia federal lo condenó a 10 años de prisión por un secuestro extorsivo ocurrido en 2017 que Cantero comandó vía teléfono desde la cárcel. Pero los captores se equivocaron de persona. La víctima era un metalúrgico y su padre carnicero, por lo que pidieron de rescate un par de kilos de carne.
En diciembre otra condena recayó sobre Guille Cantero. En el fuero federal lo sentenciaron a 8 años de prisión como organizador de la llamada “la banda de las Flores” que traficaba cogollos de marihuana desde Misiones a Rosario en una causa que también se conoció como Operativo Gringo.
Balaceras
Pero la cosa no termina allí. Cantero tiene otras causas en trámite. En el fuero provincial enfrenta una investigación donde se lo vincula con distintas balaceras a propiedades de integrantes del Poder Judicial o edificios públicos. En octubre de 2018 lo imputaron como instigador de 7 balaceras a distintos domicilios con el fin de hostigar a funcionarios judiciales.
Casualmente cerca de las 20 del día anterior al inicio de este juicio, en la noche de este jueves, se produjo un incidente con tiros en calle Rueda al 1200 donde se encuentra el Centro de Justicia Penal. Según fuentes policiales la Agencia de Investigación Criminal levantó 9 vainas servidas calibre 9 milímetros por esa calle.
Según se pudo determinar una moto pasó por calle Mitre al sur y luego tomó Rueda al oeste. Un testigo ocasional contó que se escucharon estruendos mientras que un conductor relató que se encontraba con una joven en una veterinaria de Rueda al 900 y cuando estaban por subirse al auto la mujer recibió un disparo de arma de fuego en la pierna.
Tiros de jueves por la noche: Fiscalía confirmó intimidación a metros del Centro de Justicia Penal
