“Es muy fuerte estar en el recinto con el asesino de mi madre”, dijo ayer la hija de Alicia López, en lo que fue el inicio del juicio oral contra el represor Mario Facino. El Tribunal Oral de Santa Fe comenzó a juzgar al ex policía, quien ya había sido condenado en diciembre a 20 años de prisión en el marco de la Causa Brusa, por la desaparición de la docente y militante de las Ligas Agrarias: el primer caso de homicidio en el marco de los delitos de lesa humanidad cometidos por la última dictadura que se juzga en la capital provincial.
Facino era jefe de la Comisaría 4ª, donde estuvo detenida Alicia López, y está imputado por el secuestro y el homicidio de la docente, ocurrido en 1976. Uno de los abogados de la querella, José Iparraguirre, destacó: “Es el primer juicio en Santa Fe donde se investiga un homicidio”. El año pasado, en la Causa Brusa –el primer proceso por crímenes de lesa humanidad– y este año en la Causa Barcos, se investigaron los delitos de secuestros y tormentos.
“Hay un testigo que cuando prestó declaratoria testimonial afirmó haber visto muerta a Alicia (López) y por eso nosotros le imputamos, y fue procesado, el delito de homicidio a Facino”, subrayó el letrado. “Él tenía dominio de lo sucedido, era el jefe de la Comisaría 4º y parte del plan de privación ilegal de la libertad, de secuestros, de tortura y de posterior desaparición de personas”.
El tribunal está integrado por los jueces María Ivón Vella, Ricardo Moisés Vázquez y José María Escobar Cello. Facino está acusado de los delitos de “privación ilegítima de la libertad en concurso real con los delitos de tormentos agravados por ser ejercidos contra perseguidos políticos y homicidio, todos en perjuicio de (Alicia) López de Rodríguez”. A partir de hoy, declararán 28 testigos. En el proceso también habrá una inspección de la Comisaría 4º, uno de los principales centros de detención de la ciudad de Santa Fe durante la última dictadura.
Los fiscales son Martín Ignacio Suárez y Patricio Longo; el defensor de Facino es Fabio Procajlo –quien defendió al ex juez federal Víctor Brusa el año pasado– y los abogados de la querella son Iparraguirre, de Paraná, y Verónica Poyano.
María Isabel Rodríguez, hija de la víctima –tenía siete años al momento de los hechos–, dijo antes de ingresar a la primera audiencia: “Lo vivo como cualquier familia en la que fallece alguno de sus integrantes. Es muy fuerte. Pero nos hemos venido preparando, de alguna manera, para esto”.
“La dimensión social de este proceso estuvo a cargo de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos –organización que también es querellante– y los organismos; nosotros lo vivimos como cualquier familia a la que le asesinaron un integrante. Esta situación nos ha unido mucho como familia”, contó la hija de Alicia López.
Luego agregó: “Es muy fuerte estar en el recinto con el asesino de mi madre. De todas maneras, yo trato de no envenenarme de bronca o de odio. No es bueno vivir envenenado porque el daño se lo hace uno mismo”.
El juicio que empezó ayer terminará después de la feria judicial, que comienza el 5 de julio. Las audiencias se reanudarán el 23 de julio y, según fuentes cercanas al proceso, podría haber sentencia en agosto. Hoy, mañana, el lunes 28 y el martes 29 de junio declararán los primeros testigos. Entre ellos están Alejandro Córdoba, Raúl Pinto y Graciela Roselló –que ya habían declarado en la Causa Brusa–, y uno de los querellantes del primer juicio por crímenes de la dictadura, José Schulman. También está citado el presidente de la delegación de la Conadep que funcionó en Santa Fe, Juan Carlos Adrover.
