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Arrancó juicio oral por tres homicidios cometidos en la zona norte

Un asesinato a finales de 2017 y un doble crimen en marzo de 2018 son ventilados en un juicio oral y público que tiene a cuatro acusados. Entre ellos un joven de 20 años conocido como el hijo de la Tata, cuya madre está sindicada de vender drogas al menudeo en el norte de la ciudad

Cuatro jóvenes comenzaron a ser juzgados este martes por tres homicidios perpetrados entre finales de 2017 y comienzos de 2018. Uno de los acusados tiene 20 años y es hijo de la Tata Medina, una mujer sindicada de vender drogas en zona norte que cuenta con causas en trámite ante la Justicia federal por comercialización de estupefacientes. El debate está presidido por los jueces Hebe Marcogliese, José Luis Suárez y Gonzalo López Quintana mientras que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) está representado por el fiscal Miguel Moreno, quien pidió la pena de prisión perpetua para el cuarteto en la primera jornada del debate.

Uno de los hechos ocurrió la noche del 29 de marzo de 2018 en zona norte donde fueron asesinados Leandro Sarandonelli y Carlos Gálvez. Por el doble crimen la Fiscalía dijo pedirá prisión perpetua para tres sindicados: Milton Abelardo Ferreyra, conocido como el hijo de la Tata, Walter Sebastián Contreras y Alan Patricio Acosta, conocido como Berraco y que también está siendo juzgado por dos intentos de robo y una desobediencia.

Además  de este hecho de sangre se va a ventilar el homicidio de Roberto Carlos Godoy, cometido el 22 de diciembre de 2017. Por ese hecho también está imputado Contreras junto a Roberto Medina. Por el crimen de Godoy tenía pedido de captura, Ezequiel David «Gordo» Ramírez, de 30 años, quien el 24 de julio pasado fue acribillado a balazos por un grupo de desconocidos, quienes irrumpieron al grito de “Policía” en su casa del barrio Espinillo, en Ybarlucea.

Doble homicidio

La noche del 29 de marzo de 2018, Carlos Gálvez y su hermana estaban en la puerta de su casa en Medrano casi Siripo, cuando su vecino Leandro Sarantonelli se cruzó para charlar. Tomaban una gaseosa cuando un auto color gris pasó por la cuadra. El coche desaceleró y a la altura de las víctimas los ocupantes dispararon. En la audiencia imputativa, el fiscal Ademar Bianchini indicó que hubo un acuerdo previo para cometer los asesinatos y en el interior del vehículo estaban Contreras, Ferreyra y Acosta, además de otros dos jóvenes que no llegaron a juicio cuyo apodo son Pañal y Chupado.

Para la Fiscalía los tres primeros dispararon contra el grupo. A Leandro, de 28 años, le pegaron un tiro en la cabeza y murió en el acto. En tanto, Carlos recibió dos disparos, en el cráneo y el abdomen, y falleció cinco días después en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).

Según familiares de Gálvez la bronca era con ellos porque un tío de Sebastián Contreras fue asesinado en el penal de Piñero en diciembre de 2017, la misma cárcel en la que estaban dos miembros de la familia Gálvez. Según esa versión, Contreras se presentó en la casa de los Gálvez y los amenazó. Y un día antes del doble homicidio la casa de Carlos fue baleada.

El otro crimen

Contreras también es juzgado por otro homicidio cometido la madrugada del 22 de diciembre de 2017, junto a Medina.

Según la acusación, esa noche Medina, Contreras y otro joven, quien había sido sindicado como Ramírez pero no se comprobó su participación porque lo asesinaron en julio pasado, llegaron en dos motos hasta una casa ubicada en Olivé al 2400 y dispararon contra Roberto Carlos Godoy, de 37 años. Lo hirieron en la zona abdominal y murió como consecuencia de las lesiones. Para la Fiscalía hubo un plan criminal del grupo destinado a provocarla muerte de Godoy.

Un búnker histórico

Las cuadras de Medrano al 2600 y al 2700 mostraron a través de los hechos policiales una disputa histórica. Según explicaron investigadores “hay un búnker que es de la Tata en una cuadra y otro que responde al clan del Lichi Romero a la altura del 2700”. Este conflicto se agravó con algunos hechos de sangre. El asesinato de Bladimir “Bladi” Medina, en un after céntrico, en marzo de 2017 es uno de ellos, contaron las pesquisas. Bladi y Héctor Javier Cejuela terminaron muertos cuando fueron atacados a tiros y puntazos en el vip del local. Ocho meses después el hijo de la Tata fue baleado en la cuadra del búnker. Con un disparo en la cara y otro en el abdomen llegó conduciendo hasta el hospital Eva Perón.

A finales de 2016, hubo una balacera frente al Club Defensores de América, en zona norte. Según los vecinos llegó un Renault 12 con tres ocupantes y disparó contra el club dónde había chicos practicando fútbol. Dos pibes resultaron heridos. Los habitantes del lugar dijeron que el que disparó fue a buscar a Milton.

Berraco

Alan “Berraco” Acosta fue detenido en marzo de 2018 en un control vehicular. Según la acusación circulaba en una moto sin patente y no paró a la orden policial, lo individualizaron cuando ingresó a una casa en De Ángelis al 1000 bis. Además de la desobediencia y el doble homicidio Berraco está acusado de dos tentativas de robo. Ambas ocurridas en agosto de 2017 cuando le arrebató el celular a una mujer en Balcarce y Tucumán y en la huía le intentó sacar la cartera a otra señora, aunque ambos cayeron al piso y las personas lo retuvieron hasta la llegada policial.

El debate oral comenzó este martes a las 14. El fiscal Miguel Moreno está a cargo de la acusación mientras que los defensores son Gabriela Balli del Servicio Público de la Defensa por Contreras, Fausto Yrure por Roberto Medina, Germán Mahieu y Julia Fantín por Ferreyra y Paul Krupnik y Marina Lianza por Acosta.

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