Elsa Noemí Mercuri tenía 61 años. En noviembre del 2019 sus restos fueron hallados en un pozo de un molino en cercanías de la casa que compartía con el acusado en la zona rural de General Lagos. Desde marzo del 2019 que nadie sabía de ella, víctima de violencia física y psicológica durante toda la relación que mantuvo con José María Cuello. Los restos óseos de la víctima fueron encontrados dentro del pozo junto a una soga y un machete. Ahora inició un juicio oral y público contra Castro, quien enfrenta un pedido de prisión perpetua por el femicidio.
El fiscal Alejandro Ferlazzo, de la Unidad de Homicidios Dolosos, contó en su alegato de apertura que el predio donde se encontró a la víctima se ubica a la altura del kilómetro 275 de la Ruta Nacional 9, al que se accede por un camino de tierra que se desprende de la mano Buenos Aires-Rosario de la autopista. Allí se levanta una casa donde vivían la víctima y el acusado.
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Elsa transitó un vínculo amoroso con Castro que duró 43 años y estuvo signado por la violencia de género durante la permanencia de sus cinco hijos en la casa y también posteriormente. La relación estaba basada en el sometimiento de la mujer a situaciones permanentes de violencia física, agresiones a puñetes delante de sus hijos y maltratos psicológicos, contó.
Ella solía estar activa en las redes pero en marzo del 2019 dejó de hacer posteos, Castro hizo una denuncia diciendo que se habían separado y que se había ido de la casa. Los hijos de la víctima tuvieron dudas, Elsa no se comunicó con nadie, estaba su celular y sus cosas fueron quemadas por la actual pareja del acusado, por lo que la investigación giró sobre el hombre, quien terminó preso.
El testigo agregó que un tiempo antes, durante una comida, su madre le dijo “a modo de broma” que su marido la iba a matar y la iba a tirar al pozo del molino. Su padre contestó que le iba a tirar cal para que se la coma así no quedaban ni los huesos, contaron en la audiencia imputativa.
Se estima que el femicidio ocurrió entre el 28 de marzo del 2019 y el 27 de noviembre de ese año cuando se hallaron los restos óseos junto a una soga, ropa y un machete de unos 65 centímetros de hoja. La muerte se produjo por las lesiones producidas por golpes y compresión del cuello de Elsa, tras lo cual su cuerpo fue descartado en el pozo, contó la fiscalía.
Ferlazzo acusó a Jose María Castro, un albañil de 67 años, por el delito de homicidio calificado por el vínculo y por mediar un contexto de violencia de género.
Por su parte, la defensora pública Andrea Sirgausa aseguró que no está probada la causa de la muerte de Elsa y cuestionó la hipótesis fiscal; pidió la absolución por el beneficio de la duda.
El debate es llevado adelante por los jueces María Trinidad Chiabrera, Hebe Marcogliese e Irma Bilotta.
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