Este miércoles se cumple en toda la provincia de Santa Fe el paro por 48 horas de trabajadores municipales convocado por la federación de sindicatos que los agrupan, Festram, en queja por la falta de ofrecimiento salarial de municipios y comunas en el marco de las paritarias. Los gremios aseguraron que respetarán las guardias mínimas en salud y otros servicios esenciales en su mínima expresión. En paralelo, la Municipalidad de Rosario garantizó la continuidad del plan de vacunación contra el covid en los Centros de Distrito de la ciudad.
En los hospitales y el policlínico San Martín habrá guardias. En los centros de salud, el Imusa y el Cemar no habrá atención al público. El Sies garantiza la atención de urgencias y emergencias.
Los centros municipales de Distrito están abiertos sólo para atención exclusiva de algunas áreas. En el Sur, abren las oficinas del Banco Municipal y del Centro Territorial de Denuncias. En el Sudoeste, lo mismo y además el Registro Civil. En el Norte, está habilitada la oficina de la Administración Provincial de Impuestos (API) y la de asesoramiento jurídico.
Fuentes municipales aseguraron que la medida de fuerza no alterará el programa de vacunación contra el coronavirus que comenzó la semana pasada en los centros de distrito.
Las tareas de seguridad preventiva desplegadas en el centro rosarino, tradicional escenario de venta minorista sin registrar durante los paros de los estatales locales, estarán a cargo de personal de la Unidad Regional II de Policía.
Este martes, ya ratificada la protesta, el secretario General de la Festram, Claudio Leoni, se quejó de la actitud de los intendentes que integran la mesa paritaria: “Nos dijeron que iban a tener una propuesta cuando tengan un margen de referencia provincial y nacional. El margen está”, sostuvo. Y ratificó: “Anunciamos la medida el 9 de marzo, con el tiempo suficiente para recibir la propuesta. Pero eso no sucedió”.
La semana pasada, al anunciar la medida de fuerza, la Festram expresó su disposición de levantar el paro en caso de recibir “una oferta acorde a las necesidades de los trabajadores”. Pero Leoni marcó que no sucedió. Y reforzó el reclamo: “El año pasado, la pérdida salarial en relación a la inflación fue de un 16%. Pero en relación a la canasta básica fue mayor, alrededor de un 25% de caida de poder adquisitivo”.