Un hombre es enjuiciado por un doble homicidio ocurrido en febrero de 2018 en Puente Gallego. El acusado se presentó espontáneamente ante la Justicia y fue imputado por el hecho en marzo de ese año. En aquel momento su abogada planteó una legítima defensa pero la acusación entendió que se trató de un hecho doloso. Tras la tramitación de la instrucción penal preparatoria, el caso llegó a debate y la Fiscalía pidió 25 años de cárcel por ambos crímenes. El juicio oral y público es presidido por María Isabel Más Varela, a quien acompañan sus pares José Luis Suárez y Hebe Marcogliese.
Iván Van der Meulen, de 26 años y Rodrigo Carrizo, de 22, fueron asesinados a tiros el 20 de febrero de 2018 en Punta del Indio y Viña del Mar. Según la acusción fiscal, cerca de las 21, llegaron al lugar Fabián Osvaldo Melgarejo, conocido como Orejón, junto con otro hombre que no pudo ser identificado e interceptaron el auto Peugeot 504 gris en el que salío Iván de su casa.
Cuando la víctima disminuyó la marcha para hablar con su vecino Rodrigo Carrizo, Orejón le gritó a Iván: “Ey, la gorrita” y tras un intercambio de palabras sacó un arma de fuego y disparó contras ambos, al igual que su acompañante, y se dieron a la fuga, contó el fiscal Miguel Moreno.
Iván falleció en el lugar tras recibir cinco impactos de bala, uno de ellos en la cabeza, mientras que a Rodrigo le impactaron 9 balazos. Tras un pedido desesperado de sus familiares fue trasladado por una patrulla policial al hospital Roque Sáenz Peña, donde murió a poco de ingresar por una lesión torácica grave por múltiples proyectiles.
Tras el hecho fuentes del caso habían deslizado que el doble crimen fue una venganza por un altercado ocurrido en Piamonte al 2500, a unas pocas cuadras del lugar del hecho. Según fuentes policiales, los agentes de Criminalística encontraron en el auto de Van der Meulen 42 envoltorios de droga, que fueron remitidos a Gendarmería para su análisis. “Había un poco de todo, merca y faso”, afirmó un vocero judicial.
La noche siguiente al doble crimen vecinos y amigos de Carrizo incendiaron la casa del sospechoso, también la de su tía, una mujer policía a la que señalaron como encubridora de su sobrino. Según los investigadores Orejón terminó presentándose ante la sede de la ex PDI luego de varios procedimientos en su busca, cuando ya había una orden de captura sobre su cabeza. A mediados de marzo de ese año fue imputado por el fiscal Moreno por el doble homicidio y portación de arma de fuego.
Durante la imputación, Orejón eligió hablar. En aquel momento dijo: “A Iván le presté 50 mil pesos. Me dijo: «En la semana te lo devuelvo»». Contó que vendió una moto e iba a comprar un auto e Iván sabía que tenía esa plata. El acusado dijo que esa tarde fue con su sobrinito a comprar facturas. Iván estaba en la puerta de su casa y no lo saludó. Cuando volvió a pasar le disparó un tiro, aseguró. Más tarde, fue a su casa y le dijo que no volviera a pedirle la plata porque iba a matar a su sobrino y a su mamá. Le aseguró que lo esperaba a mitad de cuadra. “Cuando salgo, atrás sale mi sobrino; y me dispara, y yo disparé”, admitió.
Este viernes comenzó un juicio oral y público en su contra. El fiscal lo acusó por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación y pidió una pena de 25 años de cárcel, ante los jueces Más Varela, Suárez y Marcogliese. Orejón es asistido por la defensora oficial Alejandra Paolini.