La mujer policía que mató de un disparo este domingo a un joven negro cerca de Minneapolis fue arrestada este miércoles por cargos de homicidio involuntario, en momentos en que esta ciudad de Estados Unidos fue escenario de protestas por tercera noche consecutiva mientras se celebra el juicio contra el ex agente también blanco que mató al afroamericano George Floyd el año pasado.
«Los agentes detuvieron a Kim Potter aproximadamente a las 11.30», dijo la Oficina de Aprehensión Criminal de Minnesota en un comunicado, y agregó que los cargos de homicidio culposo se presentarían hoy (por este miércoles) más tarde, informó la agencia de noticias AFP.
Potter, de 48 años, argumentó haber confundido su Taser (pistola inmovilizadora) con su arma de servicio cuando disparó este domingo contra Daunte Wright, de 20 años, en un control de tránsito.
La muerte de Wright desató nuevas protestas en Minneapolis, en el estado Minnesota, donde la tensión racial aumentó en medio del juicio por asesinato y homicidio culposo contra el ex policía Derek Chauvin por la muerte de Floyd.
Potter y el jefe de policía de la localidad de Brooklyn Center, donde murió Wright, renunciaron este martes a sus cargos, dos días después del fatal incidente.
Gannon dijo que Potter abrió fuego contra Wright con su arma reglamentaria al confundirla con su pistola de descarga eléctrica Taser.
El alcalde de Brooklyn Center, Mike Elliott, dijo este martes en conferencia de prensa que la ciudad estaba por despedir a Potter cuando esta anunció su renuncia luego de 26 años de servicio en la fuerza.
Elliot dijo que esperaba que su decisión «traiga algo de calma a la comunidad» y que seguirá trabajando para que se deslinden responsabilidades por el hecho.
El fiscal del caso, Pete Orput, dijo este martes a la radio de Minneapolis WCCO-AM que había recibido toda la información pertinente y que esperaba anunciar este miércoles los cargos contra Potter, informó la cadena CNN.
Este martes por la noche, manifestantes se enfrentaron con la policía por tercer día consecutivo en Brooklyn Center, estado de Minnesota.
La policía antidisturbios actuó para dispersar a un grupo de entre 800 y 1.000 manifestantes.
Las fuerzas de seguridad lanzaron granadas aturdidoras y las personas que protestaban respondieron lanzando objetos, indicó la policía.
Más temprano, este martes, las familias de Floyd y de Wright, devastadas y unidas en el dolor y la rabia, pidieron el fin de la violencia policial y el racismo en Estados Unidos.
«El mundo está traumatizado de ver a otro afroestadounidense siendo asesinado», dijo Philonise Floyd, hermano de George, durante una conferencia de prensa en la que ambas familias compartieron el dolor de enfrentarse a lo «impensable».
El abogado Jeff Storms refutó la afirmación de que la muerte de Wright fue un accidente.
«Un accidente es derramar un vaso de leche, no es un accidente sacar un arma. No es un accidente apuntar a alguien con un arma, tampoco lo es ignorar el hecho de que lo que tienes en la mano no pesa lo mismo que una pistola taser», dijo el letrado.
Este nuevo drama exacerbó la tensión en las calles de Minneapolis en medio del proceso contra Derek Chauvin, el policía blanco acusado de matar a Floyd el 25 de mayo del año pasado.
Chauvin presionó con su rodilla el cuello de Floyd durante varios minutos hasta matarlo de asfixia, pese a que su víctima le decía que no podía respirar, según un video del hecho grabado por un transeúnte.
Floyd había sido detenido y tirado al piso por supuestamente haber pagado en un comercio con un billete falso.