Por Leila Torres / Télam
A diez días de la consagración de Argentina como campeón en el Mundial de Qatar, la imagen de Lionel Messi levantando la Copa del Mundo que conmovió al pueblo argentino se replica en distintos murales a lo largo del país, desde Córdoba y Santa Fe hasta la porteña Palermo y el territorio bonaerense de la mano de artistas que rápidamente salieron a eternizar a través del arte no solo el rostro del icónico delantero sino también la frase que se transformó en el hit del año: «¿Qué mirá’ bobo? Andá pa’ allá».
La esquina Messi
En la intersección de las calles Darwin y Gorriti en Palermo Hollywood se acaba de erigir un mural del ídolo con la túnica negra que le obsequiaron durante la ceremonia de premiación en Qatar, alzando la Copa del Mundo junto a algunos compañeros de equipo: Emiliano Martínez, Rodrigo de Paul y Leandro Paredes. Su creador, el reconocido muralista maradoniano Maximiliano Bagnasco, confiaba que esta vez iba a ganar la Selección Argentina. «Esperé el momento en que Messi levantara la copa porque quería retratar eso en un mural», cuenta el artista a Télam sobre los orígenes de la obra.
Luego de ver las distintas imágenes de la premiación de Argentina como campeón en el estadio Lusail de Qatar, Bagnasco consideró que la de Messi vistiendo esa túnica negra era «única». «Era el primer momento que Messi levantaba la copa y decidí que tenía que ser esa. Muchos decían que tenía que ser otra donde se viera más la camiseta, pero esta imagen era la que realmente se diferenciaba de otros mundiales», sostiene el artista sobre la elección final.
La prenda se utiliza en Medio Oriente para rendir homenaje y demostrar admiración a una persona que se encuentra en un estatus social alto. También se les otorgaba a los guerreros cuando obtenían una victoria. «En su cultura es algo importante y está bueno, hay que respetarlo», señala Bagnasco.
El mural condensa la felicidad del ganador de 7 balones de oro que consiguió lo que tanto anhelaba. Para el artista, también emana «valor» porque «a pesar de que le dijeron de todo y de tener todo el peso encima, continuó jugando». Este homenaje en la pared del barrio porteño enseguida se trasladó a los mapas en la web. «Al otro día que comencé el mural, quería pedir un café por una aplicación y vi que la esquina aparecía como ‘Esquina Messi’. Me pareció una locura, porque venía de pintar a Maradona en Italia donde el intendente decidió cambiar el nombre de la calle por ‘Vía Diego Armando Maradona'», cuenta Bagnasco.
«Acá, apenas pasaron dos días, la gente decidió que esa esquina se tenía que llamar Messi», cuenta todavía sorprendido el muralista.
«Qué mirá’, bobo»: de Qatar a Villa Fiorito
Durante un reportaje realizado después del candente partido de Argentina con el seleccionado de Países Bajos, Messi lanzó la frase «¿Qué mirá’ bobo? Andá pa’ allá» que pronto se viralizó en las redes sociales. Y no solo eso: rápidamente dio lugar a una oferta aluvional de tazas, remeras, llaveros y mates. Y ahora también se plasmó en el barrio de Fiorito, locación «patentada» por el otro gran ídolo futbolístico nacional y universal: Diego Armando Maradona.
Villa Fiorito está repleta de imágenes del llamado «barrilete cósmico» en las paredes del vecindario pero, luego de la expresión cargada de picardía y de tinte maradoniano que lanzó Messi, el capitán cobró protagonismo en esta geografía. Esta vez, en el mural aparece su rostro junto a la ya célebre frase y los colores de la bandera. La misma expresión aparece en una esquina de La Plata, en la intersección de las calles 1 y 67, fruto de la iniciativa de una familia de la zona.
Hacia todos los puntos cardinales es posible encontrar exponentes de esa técnica artística al servicio de homenajear al capitán del combinado argentino. En Balcarce, al sudeste de la provincia de Buenos Aires, se encuentra de hecho el mural realizado por Nicolás Lahitte en 2018, justo antes de que comience el Mundial de Rusia. El artista pintó al astro sonriendo con la camiseta celeste y blanca en la calle 26 entre Avenida Favaloro y 15 de esa localidad bonaerense.. Durante el transcurso de este campeonato, la obra se convirtió en un santuario donde los vecinos y vecinas colocaron velas y algunos objetos como pelotas y rosarios. Horas más tarde de la victoria argentina, el muralista se reencontró con su obra y decidió pintar la Copa del Mundo sobre el hombro de Messi.
«Agregar la Copa fue como una especie de promesa, casi todo el mundo hizo alguna. No fue planeado, se dio durante el partido de la final. Unos amigos dijeron que si ganábamos teníamos que ir a prender velas, y yo dije que si íbamos, pintaba la Copa», explica el artista.
En la ciudad de Quilmes, al sur de la provincia de Buenos Aires, el equipo de Arte y Muralismo del municipio también decidió representar la alegría del pueblo argentino tras la victoria en la final en Qatar con la imagen de Messi. El mural tiene un fondo con confeti de los colores de la bandera y al exjugador del Barcelona levantando el trofeo a sus espaldas.
Mientras que al suroeste de Buenos Aires, sobre el muro del Polideportivo de la localidad de Puán, Jonatan Ramborger ilustró al capitán acomodándose la cinta en el brazo con una mirada serena. La propuesta vino por parte del municipio y el joven artista no titubeó. «Messi es una influencia positiva en el ámbito personal pero fundamentalmente en el deportivo, por su esfuerzo, entrega y dedicación», señala en diálogo con Télam.
Para el artista, «ser el capitán es ser el representante, el que se pone delante, el que lleva la bandera y liga los palos cuando las cosas no salen bien» y Messi «lo aguantó excelentemente». Dice Ramborger: «Se lo ha criticado mucho injustamente y él se sobrepuso a todo. Tenía un objetivo y lo pudo llevar a cabo en grupo». Y agrega: «Me pareció importante ese significado en un polideportivo».
«A medida que avanzaba Argentina en el mundial, también avanzaba el mural», cuenta sobre el proceso artístico. El sábado 17, un día antes de la final, el mural recibía sus últimas pinceladas. Con el resultado de Argentina como campeón del mundo, los habitantes de Puán fueron a festejar con la obra y se sacaron fotos. «Está asociado a un momento de alegría colectiva, eso lo vuelve más potente y me encanta», concluye el artista.
Otras imágenes que se resignifican desde la soñada victoria
El capitán de la Selección Argentina tiene dedicados en distintas zonas del país una gran cantidad de murales que honran su trayectoria futbolística. En Rosario, su ciudad natal, los artistas Marlene Zuriaga y Lisandro Urteaga lo retrataron el año pasado vistiendo la albiceleste y con la mano en el corazón en la medianera de un edificio de 69 metros de alto, magnificando aún más a la Pulga. La obra, titulada «De otra galaxia y de mi ciudad», acompañó la celebración de miles de personas que se congregaron en las calles de Rosario para festejar a «su» campeón el pasado 18 de diciembre.
Pero el arte y las celebraciones no confluyen únicamente en el barrio de la infancia del ídolo. El muralista Roberto Cortez, oriundo de Córdoba, comenzó un trabajo hiperrealista en torno a la figura de Messi luego de la consagración de la Selección Argentina en la Copa América que llevó aproximadamente seis semanas. En una pared de la localidad cordobesa de San Francisco, el artista ilustró hace un tiempo las distintas etapas del jugador con la intención de que el mural cuente «el sacrificio, la entrega y la disciplina» del jugador.
Sobre el fondo de una bandera argentina, Cortez recrea distintas imágenes del astro argentino: una de niño con la remera de Newell’s, otra de él más adulto haciendo su icónico saludo con los dedos índices en alto y otra gritando un gol. Después de que la Selección Argentina obtuviera la Copa del Mundo, el creador se acercó otra vez a su obra porque consideraba que estaba incompleta. «Faltaba la imagen de Messi en su último Mundial, y con la copa», señala en una entrevista con Télam.
«Messi trabajó mucho, se esforzó, dejó todo por nuestro amado país y al final obtuvo lo que tanto merecía. Nos deja una enseñanza muy importante a todos los argentinos: a veces los sueños se hacen realidad pero que detrás de ellos hay muchísimo trabajo. En este caso, más de 16 años», señala el artista, quien incluyó la imagen del actual jugador del Paris Saint-Germain sonriendo con el bisht y la Copa del Mundo en brazos en el centro del mural.
La obra, además de condensar la dedicación del futbolista y ser parte de una celebración, implicó para el creador «una fuerte defensa» a Messi frente a técnicos y periodistas que lo criticaron antes de que se diera esta victoria concluyente. «Creería que no la necesita porque ellos no hablan por nosotros. Todos los ciudadanos estamos muy agradecidos con los jugadores por la entrega y el amor a la camiseta», dice el artista y agrega: «Como Lio era el blanco de las críticas quise dejarle mi más sincero apoyo».
Los sentidos que desprenden los murales son inagotables y acarrean enseñanzas. «El argentino está acostumbrado al esfuerzo que pocas veces es recompensado y esto fue como una victoria de todos, creo que por eso nos sentimos tan identificados», concluyó Cortez.