Tras dos semanas de debate en la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados sobre la ley de alquileres, las diferencias entre las organizaciones de inquilinos y las cámaras inmobiliarias, propietarios y corredores, persisten.
El punto de discordia sigue siendo el plazo mínimo de los contratos y la forma de actualización. Si por el lado de los representantes del mercado inmobiliario quieren acortar el tiempo a dos años o, incluso, hay sectores que proponen un año de contrato, por el lado de los inquilinos defienden el mínimo de tres años y que los ajustes sigan siendo anuales. Asimismo, proponen la regulación del precio inicial del alquiler, lo que no está contemplado por la actual legislación, y la creación de un impuesto a los inmuebles ociosos.
Uno de los rosarinos que se destacó en el debate fue Sebastián Artola, referente de Inquilinos Agrupados Rosario y responsable de la Federación de Inquilinos Nacional en la provincia de Santa Fe.
El referente habló del “sincericidio que tuvo el mercado inmobiliario” en sus intervenciones en el Congreso y “el verdadero motivo de la campaña que vienen llevando adelante hace casi dos años contra la ley de alquileres”.
“Quieren aumentar los alquileres como ellos quieran y cuando quieran, sin ningún control o regulación del Estado, y que los inquilinos y sus familias se las arreglen como puedan”. «Porque para el mercado lo primero (pero también lo segundo y lo tercero) es la rentabilidad, el negocio y su tasa de ganancia. Así de simple y brutal», sostuvo Artola.
“Lo que nunca dicen es cómo van a hacer los inquilinos para poder pagar esos aumentos, cuando hoy el alquiler se lleva el 50 o el 60 por ciento de los ingresos de una familia”, agregó.
“¿Esto va a votar el Congreso nacional?” se preguntó Artola, interpelando a los diputados ahí presentes.
“Cuando en el mundo y en las principales ciudades se está discutiendo cómo regular el mercado inmobiliario, cómo tener más herramientas desde el Estado, cómo poner un freno a la espiral especulativa sobre los precios de los alquileres, acá parece que estamos discutiendo retroceder y cómo dejar el acceso a la vivienda en alquiler, exclusivamente, en manos del mercado”.
En otro tramo de la exposición habló de la realidad en Rosario, “ciudad conocida por el boom inmobiliario”, “por haber sido la ciudad que más metros cuadrados construyó en Sudamérica entre los años 2004 y 2013”. Sin embargo, “hoy la mitad de nuestra población tiene problemas habitacionales. En 20 años se duplicó la cantidad de inquilinos y crecieron en un 50% las villas y asentamientos. Hay 500.000 rosarinos con problemas habitacionales. Mientras tenemos 80.000 inmuebles vacíos”.
“Está muy claro que en esta discusión hay dos modelos en disputa: si la vivienda es un negocio, un bien de especulación, que tiene que estar en manos del mercado y que los inquilinos se salven como puedan. O si la vivienda es un derecho (tal como dice nuestra Constitución), que debe garantizar el Estado, regulando el mercado y cuidando a los inquilinos”, expresó el representante local.
“Como alguien bien dijo para ocupar estos lugares o para ser funcionario público no hay que tener miedo. Hay que dejar de ser fuertes con los débiles y débiles con los poderosos”, dijo Artola.
“Demasiado mal la están pasando los laburantes y el pueblo. No queremos que, como resultado de medidas antipopulares, avance la derecha y vuelva a ser gobierno el año que viene”, agregó, en clara referencia al momento que vive el gobierno nacional.
Y para finalizar, sostuvo: “Le pedimos a los diputados y diputadas nacionales que no claudiquen ante el lobby inmobiliario, que defiendan a los inquilinos, y que de una vez por todas empecemos a hacer realidad en nuestro país el derecho a la vivienda”.