Un comisario de fue baleado en la cabeza el pasado viernes en la puerta de su casa, cuando fue asaltado por un joven.
Se trata de Sebastián Puglisi, de 29 años, quien contó a elciudadanoweb.com que se encuentra “muy conmovido por lo que pasó”.
“Eran alrededor de las 5 de la mañana, yo estaba de franco. Estacioné el auto. No había nadie en la calle. Me quedé un rato afuera tranquilo y cuando me dirijo hacia la puerta de mi casa, le doy la vuelta a la llave y ahí nomás se me aparece un gordito petiso con una pistola 22 cromada”, detalló.
“En ese momento me dice quiero guita, dame guita, tirate al piso. Yo ahí le respondo que no tenía nada y me dice: ‘Ah, ¿no tenés guita?’ Y me puso el arma en la cabeza y me gatilló. Yo alcancé a poner la mano y correrle el arma un poco, pero cuando empecé a ver la cantidad de sangre que me salía, pensé que me moría. Habré perdido medio litro de sangre”, continuó.
Además, contó que mientras estaba tirado en el suelo alcanzó a divisar a otros dos jóvenes, uno a bordo de una moto estilo Wave y otro en la puerta de su casa haciendo campana.
“Apenas me disparó sentía que me desmayaba y alcancé a trastabillar y agarrarme del marco de la puerta de mi casa. Noté que se asustaron y cuando estaban escapando uno casi se cae de la moto, de lo drogados que estaban”, precisó.
Una vez que vio marcharse a los delincuentes, confirmó que llamó al comando y le aportó los datos que podía para intentar dar con el parador de los mismos.
Respecto a su estado de salud, explicó: “Ayer estuve bien, pero hoy me levante con un dolor de cabeza muy fuerte. Veo todo nublado y siento como un ruido. Recién salgo de la consulta con el doctor y ahora me tengo que hacer una tomografía computada y varios estudios para saber si me quedó alguna parte del proyectil en la cabeza. Me duele la nuca, la cabeza, todo”.
Asimismo, explicó que, afortunadamente, la policía pudo encontrar el proyectil, por lo que queda descartada la posibilidad que lo tuviera alojado en la cabeza.
Luego, concluyó: “Estaba como perdido, no sabía lo que había pasado. Es increíble con la tremenda frialdad con la que se manejaron. Esto fue algo al boleo. Yo no tengo problemas con nadie del lugar. En el momento no los reconocí a ninguno de ellos. Creo que si los tengo que identificar sólo podría hacerlo con uno, con el que me disparó. Lo que pasó es inexplicable”.