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Asalto y tiroteos en Tribunales: los «Cowboys» confesaron y terminaron presos

Dos integrantes de la banda que el año pasado asaltó una joyería y mantuvo tres tiroteos con la policía en la zona de los tribunales porteños, en los que una jueza y un empleado judicial terminaron heridos, confesaron en el juicio y terminaron condenados a penas de 10 y 14 años

Dos integrantes de la denominada «Banda de los Cowboys» que el año pasado asaltó una joyería y mantuvo tres tiroteos con la policía en la zona de los tribunales porteños, en los que una jueza y un empleado judicial terminaron heridos, confesaron en el juicio y terminaron condenados a penas de 10 y 14 años de prisión, informaron hoy fuentes judiciales.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Capital Federal impuso una pena de 10 años de prisión para el imputado Carlos Alberto Antequera (33) y de 14 años para su cómplice, René Waldemar González Chávez (41).

A pedido de la fiscal de juicio, Diana Goral, los jueces Marta Yungano, Carlos Rengel Mirat y Javier de la Fuente consideraron a Antequera y González Chávez coautores de los delitos de «robo agravado por el uso de armas de fuego, homicidio en grado de tentativa agravado por el uso de un arma de fuego -dos hechos-, encubrimiento y portación ilegal de armas de guerra».

El juicio se había iniciado el 29 de abril con la declaración de las víctimas del asalto en la joyería y de los policías que intervinieron, pero en las audiencias siguientes, los dos imputados pidieron declarar y confesaron su participación en los hechos.

Ante la confesión, el TOC 3 dispuso interrumpir la convocatoria de los testigos que quedaban pendientes, incorporar por lectura parte de la prueba y pasar a los alegatos en los que la fiscal Goral acusó y logró las condenas impuestas.
De acuerdo a la instrucción y a lo que se pudo reconstruir en el juicio, todo se inició el 6 de febrero del año pasado en la joyería «Yoni», situada en la calle Libertad 395, donde dos ladrones ingresaron armados y disfrazados con sombreros de vaqueros.

Los ladrones golpearon al hermano de la dueña de la joyería, se apoderaron de algunas joyas y de 13.000 pesos de uno de los empleados.

Ni bien vieron que se acercaba un policía, uno de los asaltantes gritó «¡pintó yuta!» y ambos comenzaron a dispararle desde dentro de la joyería para luego salir del local y subirse a la camioneta Ford EcoSport robada que los esperaba en la puerta con un cómplice.

Los delincuentes iniciaron la fuga, pero quedaron bloqueados por el tránsito en la esquina de Lavalle y Talcahuano y desde allí dispararon contra dos policías motorizados.

Producto de esos disparos, resultaron heridos en sus piernas la jueza María Alejandra D’Agnillo (61), titular del Juzgado del Trabajo 63, y el empleado Ezequiel Eduardo Allende (28), del Juzgado Civil 9.

En Corrientes y Paraná, Antequera -identificado como quien actuó de chofer y campana en el asalto a la joyería-, disparó otra vez contra los agentes y robó a punta de pistola una camioneta Peugeot Partner con la intención de continuar la huida, pero resultó herido de bala, chocó contra unos contenedores de basura y terminó detenido.
En su poder, se incautaron dos pistolas 9 milímetros, una Glock y una Bersa Thunder.

González Chávez aprovechó el caos e ingresó al edificio de la Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado en Uruguay al 400, donde en el cuarto piso se cambió de ropa y dejó abandonados un pantalón ensangrentado, un cuchillo y dos cargadores de pistola.

En base al análisis de las imágenes de cámaras de seguridad de la zona y a su cotejo con las fotos subidas al perfil de Facebook del ya detenido Antequera, se pudo individualizar a González Chávez como uno de los prófugos.
La clave por la cual fue identificado fue la renguera que padece y que quedó registrada tanto en los videos que se analizaron por el tiroteo de Tribunales, como en los de un asalto en una pinturería de Hurlingham, por el que también fue detenido. En la causa aún resta identificar al segundo asaltante que ingresó junto a González Chávez a la joyería y logró escapar.

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