Un hombre de 43 años, señalado como el cabecilla del tráfico de estupefacientes en barrio Empalme Graneros, fue acribillado anteanoche de seis balazos cuando dos desconocidos en moto lo sorprendieron mientras transitaba a bordo de su automóvil en Fisherton. Tras el ataque, la víctima, conocida como Tuerto Boli, perdió el control de su vehículo, que terminó incrustado en una vivienda ubicada a media cuadra de la comisaría 17ª.
“Eran alrededor de las 21.45. Recién había empezado Graduados cuando escuché ruidos y gritos. La perra estaba en el patio y estaba como loca. Como Córdoba (avenida Eva Perón) está cortada y los autos se desvían por esta calle pensé que era un accidente. Fui a calmar a la perra y ahí vi, como en una película, que un auto tiraba el tapial abajo. Cuando me acerqué al conductor, un hombre me gritó de afuera que no vaya porque el hombre estaba muerto”, recordó Ariadna, hija de los dueños de la casa ubicada en la esquina de Donado y Navarro, donde el Chevrolet Astra de la víctima quedó incrustado.
“Una amiga me contó que los tiradores fueron dos hombres en una moto chiquita. Se pusieron a la par del auto y le dispararon al conductor, pero no sabía más porque apenas escuchó los tiros se metió adentro con su hijito”, detalló la joven.
De acuerdo con la investigación, la víctima fatal, quien fue identificada como Roberto del Valle Padilla Echagüe, de 43 años y conocida por el apodo de Tuerto Boli, falleció en el lugar tras recibir seis impactos de bala en el rostro y un brazo. “Hasta el momento tenemos que dos hombres en moto se pusieron a la par de lado del conductor del Chevrolet Astra, que venía por Donado a la altura del 300, y abrieron fuego unos metros antes de llegar a la esquina con Navarro para luego darse a la fuga. Los pesquisas recogieron 8 vainas servidas calibre 9 milímetros de la calle y del interior del vehículo”, indicaron los uniformados.
Según las fuentes policiales, al cierre de esta edición no estaba claro el móvil del crimen porque los familiares del fallecido no habían prestado declaración. Sin embargo, el pesquisa consultado deslizó que una de las primeras hipótesis que manejan es un ajuste de cuentas por cuestiones relacionadas con el narcotráfico. “Por los antecedentes que tiene la víctima fatal, con domicilio en La República al 6400 (ex 3000) y en la localidad de Funes, creemos que el brutal ataque se debe a una pelea por el liderazgo en la venta de estupefacientes en la zona noroeste”, explicaron los voceros mientras agregaban que el Tuerto Boli estuvo sospechado por un homicidio ocurrido el 23 de abril de 2003.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno junto con la colaboración del personal de la brigada de Homicidios y de la comisaría 17ª.
Líder narco en Empalme
El 29 de febrero de 2008, el Tuerto Boli fue señalado como el cabecilla de la banda de narcotraficantes que operaba en Empalme Graneros luego de que los uniformados desbarataron la primera cocina de cocaína de la ciudad montada en su propia casa ubicada en La República y Cullen. Tras 8 meses de investigación, el fiscal federal Marcelo Degiovanni ordenó a los uniformados de la Policía de Seguridad Aeroportuaria realizar cinco allanamientos –dos en Empalme, dos en barrio Emaús y el restante en Funes–. En los procedimientos quedaron detenidas 6 personas, entre las que se encontraba el Tuerto, y se secuestraron 10 kilos de cocaína, 800 mil pesos, 5 mil euros, dos armas de fuego, dos autos, pasta base y precursores químicos.
El allanamiento más importante de ese día fue en una de las viviendas de La República y Cullen, donde los uniformados encontraron una cocina que procesaba y estiraba la cocaína. También incautaron “pasta base en proceso”, una licuadora, cocaína húmeda en proceso de secado, junto con una empaquetada.
Según reconstruyeron los pesquisas, desde el interior de esa casa, el Tuerto Boli salió con un arma en la mano, pero al verse cercado se entregó.
El caso quedó a cargo del magistrado Marcelo Bailaque, titular del Juzgado Federal de la 4ª Nominación, que sentenció al Tuerto Boli a 6 años de prisión. Sin embargo, el negocio de la droga en Empalme Graneros siguió su rumbo y ni siquiera se molestó en camuflar la zona de producción y distribución descubierta en el operativo de febrero de 2008. Esto se vio reflejado en los allanamientos que se produjeron en los cuatro años siguientes en las dos cuadras de La República al 6300 y 6400. El último operativo ocurrió el 11 de julio pasado, cuando el personal de la delegación Drogas Rosario de la Policía Federal, junto con la Tropa de Operaciones Especiales de la Policía provincial, irrumpió en una construcción ubicada en un pasillo de La República al 6300 en una investigación que empezó a finales de mayo y que se reforzó con las denuncias que hicieron los vecinos tras el homicidio de Víctor Lencina (quien fue asesinado de un disparo en el cuello en la calle en ese lugar). En el interior del búnker, los uniformados encontraron 1.400 dosis de cocaína de diferente pureza, 10 ladrillos de un kilogramo cada uno de la misma sustancia, 400 pesos en billetes de baja denominación y documentación de interés para la causa. En ese mismo lugar, la Policía Federal había secuestrado, el 27 de abril de 2010, un kilo de cocaína. Este secuestro se sumó a un procedimiento paralelo que se hizo ese mismo día en otro quiosco ubicado a la altura del 6400, donde se encontraron, por primera vez en Rosario, 600 dosis de paco.
