“Cerrado por duelo. Cochería Ibarra”, rezaba ayer al mediodía una hoja de papel en la puerta de la remisería 5 Estrellas propiedad de la familia Bassi donde asesinaron a Maximilano, otro hermano del Pollo acribillado en poco menos de un mes y medio, en la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez.
La remisería 5 Estrellas está en la esquina de Chile y 20 de Junio, ambas calles doble mano. Maximiliano Gerardo Bassi era alto, grandote, y tenía 34 años. Pasadas las 23 de anteayer estaba tirado boca arriba debajo del camión de un pariente para arreglarlo, estacionado en Chile al 2000, a20 metros del local de la familia y de su taller. El conductor de una moto pasó por el frente del camión y su acompañante abrió fuego con lo que se presume fue una pistola 9 milímetros.
La dupla esquivó pasar por el frente de la remisería y dobló a toda velocidad por 20 de Junio hacia donde baja la numeración. Tras la balacera, Maximiliano terminó con dos impactos en el abdomen, por lo que fue trasladado al ospital Gamen, donde fue estabilizado y luego derivado al hospital Provincial donde falleció alrededor de las 5.30 por las complicaciones que le ocasionaron los proyectiles en el cuerpo, reconstruyeron allegados a la causa.
Los habitantes y comerciantes de la cuadra aseguraron ayer en diálogo con El Ciudadano no saber nada sobre el ataque. Sin embargo, un vecino y dos empleadas remarcaron que el hombre era trabajador y que nunca tuvieron problemas con ninguno de los miembros de la familia. “Lo conocía de vista, venía al almacén. Siempre fue una persona muy educada y respetuosa”, agregó una mujer que tiene un comercio en la zona.
“Familiares y allegados al fallecido fueron testigos oculares del brutal ataque; se recolectó las declaraciones que aportaron datos sobre la fisonomía como también detalles de la motocicleta utilizada por la dupla de agresores”, indicó por su parte el fiscal Miguel Moreno, a cargo de la Unidad de Homicidios que investiga el caso.
Moreno detalló además que los testigos entregaron vainas servidas calibre 9 milímetros que quedaron en el lugar donde hirieron de muerte a Maximiliano y que los presentes remarcaron anteanoche que se escucharon al menos seis detonaciones.
Con respecto a las hipótesis del caso, el fiscal remarcó que no se descarta ninguna y dejó entrever que hay dos líneas investigativas: una sobre las causas que tienen a Luis “Pollo” Bassi como imputado y también la causa que se instruye por el crimen de Leonardo Bassi, de 36 años.
La muerte de Leonardo
El homicidio Leonardo Bassi, de 36 años, ocurrió el 31 de diciembre de 2013 a las 17.30 en el interior de la remisería 5 Estrellas. Ese día un joven entró y preguntó con ironía por un viaje al cementerio. El falso cliente esperó a que Leonardo entablara una conversación por radio para sacar una pistola 9 milímetros y gatillar al menos en 5 oportunidades. Cuatro plomos quedaron en el cuerpo del mayor de los hermanos Bassi y provocaron su muerte al instante. Además, uno de los choferes de la empresa recibió un disparo en el hombro izquierdo.
“En la causa que investiga el homicidio de Leonardo hasta el día de hoy no hay indicios, pero no es porque la Justicia no se haya preocupado sino que las teorías se agotaron en el transcurso del tiempo. Los papás de Leonardo tienen una audiencia la semana que viene para que el magistrado de Juzgado de Instrucción 6ª decida si los acepta como querellantes”, contó a este diario el abogado de la familia, Enrique García Arquiola.
El letrado remarcó que, apenas ocurrió el crimen de Leonardo, los allegados informaron a la Justicia sobre la desprotección que tenían porque sentían que esto podía volver a pasar. “Cuando en su momento aseguramos ante los funcionarios judiciales que estaba en riesgo toda la familia nos miraban raro. Ahora, en 42 días, estas personas perdieron a otro hijo y lo peor es el mensaje. Voy y lo hago en tu casa con total impunidad”, enfatizó García Arquiola.
Los pesquisas que estuvieron involucrados en el caso de Leonardo no descartaron que el homicidio esté relacionado con un ajuste de cuentas vinculado con la saga de crímenes mafiosos que dejó el año pasado como consecuencia de la lucha por el liderazgo en el comercio de estupefacientes, que tiene su relación con las causas acusan al Pollo ante la Justicia.
Pollo tras las rejas
Luis Orlando Bassi tiene 32 años y era menor que Leonardo y Maximiliano. El Pollo como lo conocen sus allegados y los vecinos de Villa Gobernador Gálvez, se entregó el 25 de septiembre pasado luego de estar cuatro meses prófugo ante el juez de Instrucción 11ª y quedó imputado como instigador del asesinato del líder de la banda Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrido el 26 de mayo a la salida de un boliche de la vecina ciudad, en el límite con Rosario.
Además, el 7 de febrero pasado el Pollo fue procesado por el magistrado a cargo de Instrucción 15ª junto a Milton Damario y Facundo “Macaco” Muñoz por el crimen de Juan Pablo Colasso, un barra de la hinchada de Coronel Aguirre de 30 años que fue acribillado en la puerta de su casa de Bordabehere al 1400, el 16 de noviembre de 2012, en Villa Gobernador Gálvez. Resolución que fue apelada por los abogados defensores de las partes.
“La familia es sagrada: los códigos se respetan”
Desde la Unidad Penal XI de Piñero, donde está detenido desde septiembre pasado, Luis “Pollo” Bassi acusó a la Justicia rosarina y al gobierno santafesino de “empujar a la gente a la violencia” para que “salga a matar”.
“Los que no tenemos nada que ver estamos presos y los asesinos en la calle”, dijo ayer el preso, vía telefónica y desde la cárcel, a Canal 3.
“Me entregué para hacer las cosas bien porque no tengo nada que ver (con el crimen del Pájaro Cantero), para solucionar las cosas, pero a la Justicia de Rosario no le sirve que uno se entregue”, señaló.
Y añadió: “A la Justicia y el gobierno de (Antonio) Bonfatti y de (Hermes) Binner, no les sirve; sólo les sirve para empujar a la gente a la violencia, que salga a matar, a asesinar”.
Sobre los crímenes de sus hermanos Leandro y Maximiliano, Luis dijo que ninguno de los dos tenía prontuario y que a ambos “los mataron mientras estaban trabajando”.
En cuanto al homicidio que se le imputa, sostuvo que él presentó “todas las pruebas y argumentos que necesitaban en la causa, filmaciones, testigos, de todo”.
Bassi dijo que los asesinos “entran por una puerta, salen por la otra, entran a la Jefatura (de Policía) y se van caminando”.
“Esa es la gente del gobernador, ésa es la gente que la Justicia quiere”, opinó Bassi, quien agregó que no se siente “ningún perejil”.
“Te empujan a que uno haga las cosas mal. Los que mataron a mi hermano son los verdaderos perejiles. ¿Cómo me van a tocar la familia? La familia es algo sagrado, los códigos se respetan”, destacó.
Por último, Bassi manifestó que no teme por su vida y en ese sentido afirmó: “Lo de mi hermano me hace sentir mal pero a la vez me hace sentir más fuerte, pero se ve que la Justicia prefiere a los narcos, y para mí, éste es el principio del fin de Santa Fe”, terminó diciendo Luis Bassi desde su lugar de detención.