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Asesinaron a otro Funes: lo emboscaron y lo acribillaron

Bam Bam, de 28, fue emboscado este lunes en el cruce de las rutas 14 y AO12 cuando volvía de visitar a su medio hermano de la cárcel de Piñero. Le dispararon al motor y cuando bajó, le dieron diez balazos, su novia, ilesa.

“Venia de ver al hermano de Piñero, lo cortaron en la autopista y lo llenaron de plomo. A la novia la dejaron viva y le dijeron: «para que cuentes bien qué pasó»”. Así relató un investigador cómo acribillaron este lunes a otro integrante de la familia Funes que está siendo, literalmente, exterminada. Se trata de Jonathan Funes, de 28 años y conocido como Bam Bam, asesinado poco después de visitar a su medio hermano Alan, detenido hace un mes. Lo emboscaron pasado el mediodía cuando volvía a Rosario en un Audi A3 en el cruce de las rutas 14 y AO12. Su novia, de 18, resultó ilesa. Y su padre, baleado el 1° de enero, llegó al lugar desolado. Hace dos años asesinaron a su esposa, y el mes pasado a su hijo Ulises, de 23. “Todavía no caigo. Veo el cuerpo y no caigo”, dijo parado al lado del cadáver de Jonathan.

La Policía recolectó en el lugar 16 vainas servidas calibre 9 milímetros. Diez de esos balazos impactaron en el cuerpo de Bam Bam Funes. Los pesquisas reconstruyeron la mecánica del ataque. Dijeron que alrededor de las 14, Jonathan conducía por la ruta 14 y al llegar a la intercepción de la AO12 una camioneta Ford Ecosport blanca le cortó el paso. Desde el interior le dispararon al motor del Audi A3 (dominio IIW 402) que conducía, por lo que el muchacho se bajó y empezó a correr en dirección a la cárcel de Piñero. Luego, uno de los ocupantes de la camioneta que viajaba en la parte trasera se bajó, lo corrió unos metros y le vació un cargador. Cayó muerto. Brisa Belén A., de 18, quedó perpleja dentro del Audi. Le dijo a los pesquisas que antes de huir, los atacantes le dijeron que cuente bien lo que pasó. La causa la lleva el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Pablo Pinto y el jefe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones Diego Sánchez.

Jorge “Gordo” Funes, de 43 años, llegó al lugar a ver una vez más el cuerpo de uno de sus hijos acribillado a balazos: “No caigo todavía, de las muertes que fui sufriendo, de mis hijos. Veo el cuerpo y no caigo”, dijo el hombre que todavía tiene una herida abdominal abierta de un ataque a tiros que sufrió el 1° de enero pasado en Alvear. A esa localidad se había mudado para huir de la violencia brutal que se reavivó en marzo de 2016 cuando mataron a su esposa Mariela Miranda. Desde entonces, los enfrentamientos entre bandas se cobraron 39 vidas. Pero la bronca venía de antes.

¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado

La saga de crímenes del barrio Municipal lleva una década. El origen de la historia podría rastrearse en 2007, cuando se produjo un quiebre en la sociedad de los Funes, los Ungaro y los Camino. Este último clan era dueño del barrio Municipal a partir de la actividad de Roberto, alias Pimpi, como jefe de la barra de Newell’s. Pimpi terminó baleado dentro de un boliche céntrico tras un incidente con el menor de los Ungaro, René, y la mirada quedó posada sobre Chapita, el mayor. Tres años más tarde, Pimpi fue asesinado y por el homicidio fue condenado René.

Jorge “Gordo” Funes vivía en barrio Municipal y siguió sus relaciones con los Camino. La cercanía quedó en evidencia en 2011 cuando en el barrio fue asesinado Maximiliano Nota. Por este crimen fue condenado un sobrino de Pimpi, mientras que como autor material fue apuntado Alexis, quien por su edad, 15 años, no era punible. De acuerdo con el expediente, todo se desencadenó cuando un pibe que estaba con Nota se tiroteó con los ocupantes de un auto donde iban Lautaro (alias Lamparita que está detenido) y Jonathan (conocido como Bam Bam asesinado este lunes), hijos del Gordo Funes. También estaba su primo José María. Precisamente la bronca saltó cuando Nota le pegó a Lamparita y los Camino se pusieron en campaña para vengar la afrenta.

En 2013, Funes rompió con los Camino. Dueño de un lavadero, el hombre se presentó en la Justicia y denunció a Alexis, a su tía Rosa y a su tío Alberto (alias Tato) por amenazas e intento de usurpación, lo que derivó en allanamientos contra el clan Camino. A Tato le encontraron un arma de fuego y a Rosa 300 gramos de cocaína. Y los Funes debieron mudarse a Tablada tras ser víctimas de varios tiroteos. En el último, le tiraron más de diez veces contra el frente de la casa en inmediaciones de Grandoli al 5000. A partir de esa fecha, Lamparita, hermanastro de Bam Bam y también de Ulises (asesinado hace 15 días) y Alan (acusado de dos homicidios y detenido desde hace 10 días) tomó el control del clan, el cual según voceros policiales y judiciales está integrado también por su primo José María e Ismael S. Los pesquisas sindicaron a Lamparita con liderazgo en Tablada y en República de la Sexta como quien va al frente y dirige los ataques que van desde homicidios y usurpaciones, entre otros. Para ello contaba con el apoyo de un grupo de jóvenes de República de la Sexta cuyo líder es Carlos “Pelo Duro” Fernández.

En 2016, el foco de los investigadores estuvo puesto en los herederos de Pimpi, comandados por Alexis. A principios de marzo, un gran operativo de la Policía Federal destronó a parte de su familia, liderada por Rosa, de la venta de estupefacientes. En ese momento, los federales contabilizaban seis bocas de expendio de drogas. Pasó poco más de una semana y como el liderazgo en el territorio quedó vacante, los herederos de Funes avanzaron, al parecer comandados desde la cárcel por René Ungaro, alias Rana y condenado por el crimen de Pimpi Camino. Al menos eso es lo que describen los investigadores al señalar a los cabecillas de los clanes. En medio del fuego cruzado el 11 de marzo de 2016 se produjo el crimen de Mariela Miranda, esposa de Jorge Funes, en la esquina de la verdulería de su cuñado José, lo que avivó los enfrentamientos entre las bandas. Por el crimen está detenido Alexis Camino. De ahí en más, los enfrentamientos se agravaron y dejaron al menos 39 víctimas fatales y más de treinta heridos de ambos lados en los últimos 22 meses, tanto en la lucha por territorio como por el liderazgo del paravalanchas leproso.

Durante 2016 y 2017 hubo diversos enfrentamientos en los Fonavi del sur. Una de las razones es que a medida que los jefes de los grupos de narcomenudeo eran detenidos, se producía un cambio de escenario del territorio en pugna. En el primero de los años el foco estuvo en el Fonavi del Parque del Mercado y barrio Municipal, luego se mudó a los monoblocks de Lola Mora e Hipócrates para luego enfocarse en República de la Sexta y Tablada.

En 2016 cayeron presos Ariel “Tubi” Segobia y Alexis Camino, lo que generó que la balanza se inclinara a favor de los grupos del Parque del Mercado, es decir los Ungaro y los Funes.

El 5 de febrero del año pasado cayó preso Sebastián “Teletubi” Acosta y unos días después cayó Pocha, ambos del clan opuesto a los Camino.

En mayo de 2017 se realizó un operativo de la Policía Federal en la zona, denominado Los Miserables, en el que fueron detenidos integrantes de ese clan, aunque en la lista no figuraba ningún líder.

A partir de ahí comenzó la caída de los Funes. Y parte de los conflictos se mudaron a Tablada y a República de la Sexta.

Lamparita Funes fue detenido por la Policía Federal el 22 de septiembre pasado en Tablada. Y el 31 de diciembre cayó Carlos Jesús Fernández conocido como Pelo Duro. Estaba en una casa en la localidad de Funes que era propiedad de Luis Medina, un empresario sospechado de narco asesinado el último día de 2013 y que es familiar de los Ungaro. En el informe policial del operativo Los Miserables, los investigadores relacionan a Lamparita y a Pelo Duro con la llamada banda de Los Funes.

El primer día de este año, Jorge Funes fue baleado en su casa de la localidad de Alvear. El mismo día, una pareja fue asesinada en avenida Grandoli y bulevar Segui. Luis Tourn, de 26 años, y Sofía Barreto, de la misma edad, murieron en el acto. Los investigadores sostienen que las balas estaban dirigidas al cuñado de Tourn y que ambos jóvenes fueron asesinados por error. Por este crimen, los pesquisas relacionaron a un muchacho apodado Cable que responde a la facción de los Ungaro.

El 7 de enero fue asesinado Ulises Funes, un joven que si bien era hijo del Gordo no contaba con un historial de crímenes. El 9, personal de la Policía de Investigaciones hizo siete allanamientos en busca del autor del doble crimen, aunque no lograron encontrarlo.

Y las muertes siguieron. Marcela Díaz, la hermana del Tubi Segovia –el hombre que pertenece al clan Camino–, fue asesinada el 14 de enero en zona oeste. Meses antes de su muerte había denunciado amenazas ante la justicia. Una semana antes Milton R., hijo de Marcela, fue atacado a balazos y quedó hemipléjico.

En ese contexto, a Alan Funes, que tenía prisión domiciliaria por el crimen de Pupi  Solaro, le dictaron captura luego que apareciera en un video disparando una ametralladora festejando el Año Nuevo.

El 15 de enero, un día después del crimen de Marcela, fue asesinado Leandro Raffati, de 29 años, en barrio La Carne. Era familiar de la hermana de Tubi.

El 24 de enero asesinaron a Jonatan Jesse, de 21 años, en el Fonavi de Lola Mora e Hipócrates. Atribuyen la muerte a una cuenta pendiente con los Funes. Hace 10 días detuvieron a Alan y a su mujer, Jorgelina Selerpe. Y el domingo, el Negro Selepe, tío de Jorgelina fue asesinado.

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