El intento de suicidio de un hombre de 69 años destapó un caso macabro: sus hijos, una nena de tres años, y un nene de 5, fueron hallados ayer por la tarde asesinados en su domicilio de Empalme Graneros. La madre los buscaba desde la noche del miércoles, ya que su ex pareja –de la que estaba divorciada– había amenazado con matarlos. Lo que finalmente cumplió. Anoche el confeso homicida estaba internado en el Heca, ya que sufrió sólo algunos golpes tras arrojarse delante de un camión, mientras que su ex mujer fue asistida en el mismo hospital debido al estado de shock que le provocó la noticia. Allegados a la familia dijeron que la mujer había intentado dejar constancia de la situación en la comisaría 14ª el mismo miércoles, pero allí no le tomaron la denuncia: le dijeron que como su ex marido tenía un régimen de visitas laxo no tenía obligación de devolver a los niños.
La madre llevaba ya dos días de desesperación cuando en la tarde de ayer el magistrado de familia del juzgado número cinco, Ricardo Dutto, dictó la orden de allanamiento para la casa ubicada en Mariano Cabal 964 bis. En esta se presentó con efectivos de la seccional 20ª, que tiene jurisdicción en la zona. Al llegar al domicilio nadie respondió. No obstante, allí se percataron de que el dueño de casa era la misma persona que había sufrido un accidente de tránsito la noche anterior, en Circunvalación y Juan José Paso. Por ello decidieron ir al Heca para saber dónde podían encontrar a los nenes. La sorpresa llegó cuando los uniformados entrevistaron al papá de los niños, Norberto M., quien confesó que los había asesinado y que luego quiso suicidarse arrojándose debajo de las ruedas de un camión.
Cuando la Policía ingresó al domicilio halló a los dos hermanitos acostados en una cama de una plaza con signos de haber sido asfixiados.
La peor noticia
Tras una búsqueda desesperada, la mamá de los hermanitos de 3 y 5 años llegó al hospital de Emergencias, donde esperó que los policías de la seccional 20ª entrevistaran a su ex marido, presuntamente accidentado, para que les informara dónde estaban sus hijos. Tras la confesión del crimen, los policías se dirigieron al domicilio del hombre para constatar sus dichos, mientras que la madre pasó un lapso sin estar enterada. Fue un abogado de la familia, Omar Chiabrando, quien se encargó de darle la trágica noticia a la mujer, quien sufrió un ataque de nervios, por lo que fue sedada y poco después volvió a su vivienda.
En diálogo con El Ciudadano, Chiabrando dijo que conocía a los dos miembros de la pareja. Llevaban dos años divorciados y el hombre tenía un amplio régimen de visita. En ese sentido, dijo que solía buscar a sus hijos al menos tres veces por semana, pero nunca se quedaban a dormir con él. “Fue la primera y última vez que durmieron con él”, lamentó el abogado tras relatar que la mamá de los niños se “desesperó” cuando se acercaba la noche del miércoles y no volvían.
Preludio de la tragedia
La relación entre la ex pareja, según Chiabrando, “no era muy conflictiva” aunque solían discutir por los incumplimientos económicos del régimen alimenticio por parte del padre. Según el letrado, Norberto M. afrontaba un juicio laboral desde hacía un año, tras perder su trabajo como chofer de taxi y se sustentaba con las ganancias de un quiosco de revistas de su propiedad.
Otros allegados a la madre de los niños relataron que no es la primera tragedia que le toca vivir a la mujer, habitual concurrente a una iglesia evangelista. Tiempo atrás, había quedado viuda de su primer marido y padre de sus tres hijos mayores, quien pereció en un accidente de tránsito múltiple.