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El hombre que disparó cinco tiros contra el cantante el 8 de diciembre de 1980, matando a Lennon cuando éste estaba promoviendo su primer disco solista en casi cinco años, comparecerá ante la comisión encargada de decidir si le conceden la libertad condicional.
Es el sexto pedido que presentan los abogados de Chapman desde 2000, año en que se abrieron los términos para la libertad vigilada.
Hasta ahora, sin embargo, la comisión siempre los denegó, alegando demasiados riesgos para el bienestar público, ya que al asesino se le ha diagnosticado una perturbación mental.
Para Yoko Ono las cosas están también claras: Chapman es todavía un peligro potencial, tanto para ella como para su familia e incluso para él mismo, por lo que debe permanecer entre rejas.
La viuda de Lennon así lo ha sostenido en repetidas ocasiones, escribiendo más de una vez a la comisión encargada de decidir sobre el pedido de libertad vigilada.
«Temo que pueda convertirse en una pesadilla, que traiga otra vez caos y confusión», escribió hace tiempo la viuda, que actualmente tiene 77 años.
Con el asesino suelto, «yo misma y el hijo de John no volveríamos a sentirnos seguros por el resto de nuestras vidas», agregó en una de sus misivas.
Ahora, en vista de la próxima audiencia sobre la concesión de la libertad vigilada, Yoko Ono volvió a reafirmar su oposición al pedido del asesino durante un encuentro de la Asociación de críticos televisivos, en el que se hablaba de un documental sobre el ex Beatle en Nueva York en los años 70.
Chapman, que tiene actualmente 55 años, no comete infracciones desde 1994 y que hace su trabajo en la cárcel de máxima seguridad de Attica, en Buffalo, en el estado de Nueva York.
Recibe visitas de su esposa y, en teoría, estaría listo para volver a la sociedad, 30 años después de haber atraído la atención del mundo por haber matado al autor de «Imagine».
Chapman, ex guardia de seguridad en Honolulu (Hawaii), odiaba a Lennon porque decía que no creía en Dios y que no creía en los Beatles, y le consideraba un farsante por ser tan rico y cantarsoñando un mundo en el que no hubiese posesiones.
Aquel frío día de 1980, el entonces joven de 25 años le pidió un autógrafo ante su casa, esperó cuatro horas en las inmediaciones y, cuando lo vio volver, le gritó «Mr Lennon».
Acto seguido le pegó cinco tiros, aunque fue con cuatro con los que el cantante cayó desplomado en la acera ante la puerta del edificio Dakota, donde residía.
Chapman no huyó del lugar, y fue arrestado con el arma y un libro de J.D.Salinger, «The Catcher in the Rye» (El guardián entre el centeno) en sus manos.
Lennon habría cumplido 70 años el próximo octubre.