El directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) aprobó la emisión de un nuevo billete de $2.000 y que se integrará a la actual línea peso. «Fue diseñado en colaboración con Casa de Moneda y conmemora el desarrollo de la ciencia y de la medicina en la Argentina», se anunció oficialmente.
Es probable que este billete de mayor denominación esté en la calle en el segundo semestre de este año y tendrá como protagonistas al Instituto Nacional de Microbiología, doctor Carlos Malbrán, en el reverso, y a los doctores Cecilia Grierson y Ramón Carrillo, precursores en el desarrollo de la medicina en el país, en el anverso.
Esta noticia llega tras tres años de resistencia por parte del Banco Central a imprimir billetes de mayor denominación, incluso pese a los insistentes reclamos de los bancos al respecto. Desde el sector bancario consideran que se trata de una respuesta tardía, pero bienvenida. Y el lanzamiento «responde a una necesidad del sistema, que está colapsado», según dijo una fuente cercana al gobierno al diario porteño Ámbito.
El último anuncio en materia de nuevos billetes que había habido en la Argentina fue en junio del año pasado, cuando se anunció el lanzamiento de una nueva familia que recuperó las figuras de los próceres nacionales (desplazadas en el anterior gobierno de Mauricio Macri por las de animales autóctonos), e incorporó imágenes de mujeres destacadas, a fin de resaltar el rol femenino en la historia nacional.
Y es que el BCRA insistió en varias ocasiones en marcar que lo que busca es impulsar el uso de los medios electrónicos de pago en las transacciones, con medidas innovadoras que permiten su desarrollo a partir del programa Transferencia 3.0. Y, así, consideraba que el lanzamiento de billetes de mayor denominación atentaría contra esa política.
Sin embargo, hace unos meses empezaron a circular más fuertemente versiones sobre que esta medida estaría por llegar y, cada vez se iban haciendo más fuertes, lo que fue haciendo más evidente que la noticia era casi un hecho, tal como se confirmó este jueves. Esos rumores indicaban, sin embargo, que los billetes serían de $5.000 y $10.000, pero no será así por el momento. Los planes del gobierno, por ahora, sólo contemplan el de $2.000, que se anunció, y, aunque el de $5000 no se aprobó aún, está en estudio.
Hasta ahora, el papel de mayor denominación es el de $1.000, que por la evolución de la inflación, ha perdido mucho poder adquisitivo y eso trae complicaciones a los bancos, que reclaman por los costos de la logística, los problemas de desgaste de los cajeros y las quejas de los clientes.
En ese marco, el comunicado del BCRA que anunció el lanzamiento del nuevo billete asegura que «mientras avanza el proceso de digitalización de los pagos, este billete de mayor denominación permitirá mejorar el funcionamiento de los cajeros automáticos y, al mismo tiempo, optimizar el traslado del efectivo».