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Assange frente a una audiencia clave en su lucha contra extradición a Estados Unidos

La solicitud de extradición por parte de Estados Unidos se basa en acusaciones de 18 delitos, la mayoría relacionados con espionaje y la publicación por parte de WikiLeaks

Gabriela Albernaz (*)

El periodista y activista australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, enfrentó este martes el primero de dos días de audiencia judicial en los tribunales de Londres en las que se juega su probable extradición a Estados Unidos, sin asistir al juicio debido a problemas de salud, según anunció su defensa, en medio de movilizaciones en todo el mundo para pedir por su liberación.

Assange, de 52 años, se encuentra en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, donde está detenido desde abril de 2019, tras ser arrestado en la embajada ecuatoriana en Londres, donde había estado asilado durante siete años.

El año pasado, la defensa del periodista australiano apeló la orden de extradición aprobada en el Reino Unido para que sea juzgado en Estados Unidos, que lo acusa de 18 delitos, la mayoría relacionados con espionaje y la publicación por parte de WikiLeaks de información confidencial, registros militares y secretos diplomáticos en 2010, que pusieron a la diplomacia estadounidense en problemas.

Si el Tribunal Superior de Londres no emite la sentencia a favor del periodista y señala que se le han agotado todas las posibilidades de apelación en el Reino Unido, podría empezar el proceso para su extradición a Estados Unidos y su proceso judicial conforme a la ley de espionaje de 1917, que podría valerle una condena en ese país de hasta 175 años de prisión.

La audiencia marcó un nuevo capítulo en su prolongada batalla legal tras la decisión sobre su extradición, inicialmente bloqueada en 2021 por preocupaciones sobre su salud mental y riesgo de suicidio y que luego fue apelada con éxito por fiscales estadounidenses, llevando el caso a la ministra del Interior, Priti Patel, para una decisión final.

En el tribunal, sus abogados presentaron argumentos sobre la presunta conspiración de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) para secuestrarlo o asesinarlo, con pruebas que incluyen investigaciones en España sobre una empresa de seguridad acusada de espiar al periodista durante su estancia en la embajada de Ecuador.

Ed Fitzgerald KC, uno de los miembros de la defensa, cuestionó la fiabilidad de las garantías estadounidenses sobre un trato justo.
“El señor Assange estaba exponiendo una criminalidad grave cuando reveló los documentos en cuestión”, señaló Fitzgerald a los jueces en el tribunal, según consignó la BBC.

En tanto, Mark Summers KC, otro de los abogados, defendió la labor periodística de Assange, comparándola con la de otros periodistas que han filtrado información sin enfrentar procesos judiciales.

“Este es un ejemplo paradigmático de represalias estatales por la expresión de opiniones políticas”, dijo Summers ante el tribunal del centro de Londres.

Antes de comenzar la audiencia, Stella Assange, su esposa, compartió con los periodistas su preocupación por el futuro del periodista si es extraditado.

“No hay posibilidad de un juicio justo. Si Julian es extraditado a Estados Unidos, nunca estaría seguro. Estados Unidos planeó asesinar a mi esposo por hacer periodismo. Este caso es una admisión de que ahora criminalizan el periodismo de investigación. Es un ataque a todos los periodistas, en todo el mundo. Es un ataque a la verdad, un ataque al derecho del público a saber. Y su vida está en riesgo”, remarcó.

Al concluir la sesión, habló nuevamente ante la prensa y dijo que es un proceso muy difícil.
“Vi a Julian el sábado y después me di cuenta de que no sé si volveré a verlo, así que es imposible explicar por lo que estamos pasando», expresó Stella, quien también es abogada, a la cadena Sky News.

“El caso de Julian trata sobre la persecución de un periodista, de un preso político en el corazón de Occidente”, aseguró.
El año pasado, al apelar la orden de extradición aprobada en Reino Unido, la defensa de Assange argumentó que enfrentaría una pena desproporcionada que representa una grave amenaza a la libertad de prensa.

El abogado español Aitor Martínez Jiménez, parte del equipo legal, anticipó a Télam que, en caso de rechazo de la apelación, solicitarán la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Manifestantes de todas las nacionalidades se congregaron este martes frente al tribunal de Londres con banderas australianas y pancartas que proclamaban mensajes en apoyo a Assange.

La música y los cánticos de “Free Assange” (Assange libre) completaban el escenario de resistencia y apoyo comunitario.
Entre los políticos que mostraron su apoyo se destacó la figura del exlíder laborista Jeremy Corbyn, quien acudió al lugar junto a manifestantes y periodistas.

“Estoy aquí porque quiero hacer algo por Julian Assange, porque pienso que hizo muy bien dar la información que nos mostró. Pienso que él no debe estar en la cárcel porque es un héroe y no es un criminal”, afirmó a Télam Germina, una estudiante alemana de 13 años, que viajó especialmente a Londres con sus padres para apoyar a Assange y que colabora en la campaña por su liberación.

Para el británico Grey, de 45 años y oriundo de Manchester, el juicio es importante no sólo para el Reino Unido, sino para el mundo entero, porque “la comunidad internacional está atenta y la historia documentará este evento, reconociendo que Assange simboliza una causa ética que trasciende las divisiones políticas”.

“Es una oportunidad para que reafirmemos los valores fundamentales de justicia y libertad de expresión”, agregó.

Las movilizaciones en apoyo a Assange y para pedir por su liberación se replicaron este martes en varias ciudades del mundo, entre ellas Buenos Aires, donde por la tarde estaba previsto en la Plaza de Mayo un festival con participación de las Madres de Plaza Mayo, las Abuelas de Plaza de Mayo, las centrales sindicales (CGT, CTA T y CTA A), así como los sindicatos de prensa Sipreba y Fatpren, entre otros.

(*) Corresponsal Télam

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