Cristian Eduardo Mugni tiene 46 años y este viernes fue condenado a 5 años de prisión por lesionar a su familia con una picana y desobedecer en reiteradas oportunidades una orden judicial que le impedía acercarse a ellos. El foco de las agresiones eran su ex pareja y sus hijos. Y si bien la defensa intentó poner el foco en la víctima, el juez Ismael Manfrín, que presidió el debate, evaluó el caso en forma global y tuvo en cuenta la perspectiva de género para dictar la condena.
María y Cristian Mugni vivían juntos en un Fonavi de zona oeste y tienen tres hijos de 2, 6 y 9 años. Además María tiene una hija de una pareja anterior de 15 años. Entre los meses de mayo y octubre de 2015 fueron sometidos por el agresor a distintos hechos de violencia con una picana. Le hacía descargas eléctricas en el cuerpo a los miembros de su familia cuando no cumplían lo que les decía.
El 15 de octubre de 2015 el Tribunal de Familia N° 7 emitió una orden de prohibición de acercamiento para María y sus hijos. Dos días después de notificársele la disposición judicial, y mientras María estaba parada con su vehículo en Provincias Unidas y Mendoza, se le apareció en su ventanilla y le golpeó el vidrio. Por lo que ella salió del lugar a toda velocidad.
El 28 de octubre de ese año se presentó el hombre en bicicleta en las inmediaciones de la casa de María, rompiendo la orden judicial. Y en noviembre volvió a hacer lo mismo. Con la diferencia que en esa oportunidad encontró a María subiendo al coche. La agarró de los pelos y le pegó una piña en la cara.
Cinco días después de ese hecho la cruzó en moto por calle Mendoza. Y María debió maniobrar para esquivarlo. En enero ubicó el auto en Carlos Gardel al 1200 y se le paró adelante para impedir que saliera. María intentó maniobrar para esquivarlo mientras el acusado intentaba abrir la puerta trasera dónde estaban los niños. Y en el intento de salir del lugar María terminó chocando con otro auto.
La fiscal María Teresa Granato imputó y acusó a Mugni por «cinco hechos de quebrantamiento a una orden judicial, tres casos de lesiones leves agravadas por tratarse de un descendiente y dos hechos de lesiones leves agravadas por tratarse de una mujer y en un contexto de violencia de género». Y pidió 5 años y medio de cárcel.
Mientras que el defensor de Mugni intentó focalizar el caso en la víctima y contar que era la mujer quien quería enfrentar al padre con los niños. También hizo eje en cuestiones económica y de despecho.
El juicio se extendió por varias jornadas. Hasta que este viernes el juez Ismael Manfrín dio a conocer la sentencia. Condenó al hombre a 5 años de cárcel, aunque no hizo lugar al pedido preventivo de encarcelamiento que pidió la fiscalía. Lo que implica que permanecerá en libertad hasta que la sentencia quede firme.
Previo a dar a conocer el fallo, el juez explicó que las víctimas de violencia de género «se encuentran ante dos nefastas alternativas: someterse lisa y llanamente a la voluntad de autor y, en caso de no hacerlo, hacerle frente a su sometimiento, siendo la frustración de las víctimas una de las claves para interpretar la violencia».
Dijo que el derrotero de las víctimas «no es sencillo, pero una vez que deciden acudir a las instituciones de resguardo es cuando se empieza a poner fin al padecimiento y a sellar la suerte del agresor».
Agregó que se determinó que las heridas de la mujer no fueron autoinflingidas. Y que los dichos de los menores fueron esclarecedores en Cámara Gesell. A lo que sumó las testimoniales de expertos que acompañaron en la situación de violencia; si bien no presenciaron los hechos, sostuvieron la teoría de la fiscalía.
El juez resaltó frases de algunas notas manuscritas del hombre. Una decía: “Mira lo que me obligar a hacerte”. “Me duele en el corazón cada vez que te pego, espero que esta vez te haya servido”, fue otra las frases halladas.
El magistrado concluyó que «la lamentable la realidad que se expuso en el juicio describe un endémico entorno cultural donde los problema normales y comunes de pareja se traducen en un espiral de violencia».